Se celebró el pasado 16 de marzo la Conferencia de Política Municipal del PSOE de Málaga. El debate fue positivo y se presentaron unas 150 enmiendas. La Agrupación de Campanillas participó con una enmienda que había aprobado por unanimidad, presentada por la corriente Izquierda Socialista, en la ponencia Una propuesta política para la provincia de Málaga (Ver El Militante nº 148).
Hubo unos 300 asistentes, algo menos de los esperados por la dirección; repartimos unos 300 dípticos con nuestra enmienda antes de empezar la conferencia, siendo el único documento alternativo que circuló, ya que incluso faltaron documentos de la ponencia base que puso la dirección a disposición de los delegados —donde sólo se recogían cinco renglones de la enmienda de Campanillas—. Algunas enmiendas fueron asumidas por la mesa toda vez que eran cuestiones formales, excepto las de Campanillas y Ronda, que tenían un contenido más de fondo, cuyos puntos merecían haber sido tratados con más tiempo y profundidad. Hubo un incidente en el procedimiento, con una clara posición dirigista por el presidente de la Comisión, que censuró cuatro puntos de los siete que constaba, alegando que no correspondía, "lo que es igual que cambiar el reglamento cuando se había iniciado el partido".
Algunos delegados coincidían en considerar que la ponencia base carecía de una defensa clara de un programa auténticamente socialista. Carecía bastante de una defensa firme de los pueblos, barrios y núcleos diseminados más desfavorecidos, centrándose demasiado en "la Costa del Sol", "las conurbaciones" y las "megalópolis". También carecía de una táctica clara de unidad en la acción con IU y otros grupos de izquierdas para derrotar a la derecha en las municipales, y no decía de donde iban a salir los recursos financieros para llevar a cabo las reformas planteadas. Un compañero dijo en el debate que la enmienda que presentábamos hubiese podido muy bien ser defendida en el pleno como "ponencia alternativa", pero la verdad es que Izquierda Socialista no tenía los delegados suficientes para optar por esta alternativa, que sí nos hubiese gustado ejercer. No fue posible sacarla adelante, ganó la corriente mayoritaria impidiendo que pasara a Plenario. Solamente pudimos defender las tesis sobre política municipal, la cuestión de urbanismo, ecología y medio ambiente e iniciar el debate que se planteaba ante la Federación de Municipios y Provincias, donde se exigía un giro a la izquierda sobre política municipal, "exigiéndose alcanzar la cifra del 25% de los recursos totales del presupuesto estatal dedicados a los municipios".
El PSOE debe continuar este debate en otras provincias y llevarlo asímismo a los pueblos, para poder encontrar entre todos en los próximos meses la inspiración necesaria que nos permita elaborar los proyectos que los ciudadanos vayan reclamando. El partido debe dar confianza y participación a la clase trabajadora, que es la fuerza capaz de transformar la sociedad a base de su lucha diaria, basándonos en una política de independencia de clase y en la voluntad inquebrantable de los trabajadores de cambiar las estructuras y modelos injustos de este podrido sistema, que nos impide acabar con el paro, la miseria, la explotación, la corrupción y la degradación ética y moral a la que nos está arrastrando la clase dominante con la política del PP. Debemos prepararnos para empezar la construcción de una nueva sociedad, basada en la cultura y el trabajo, las dos reglas de oro del progreso y el avance al socialismo.
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