No han pasado ni dos meses de mi despido y tan sólo un mes de mi reincorporación a mi puesto de trabajo, cuando la empresa me apercibe de suspensión de empleo y sueldo por veinte días, o incluso de despido, pero que de momento y como tienen buen coraNo han pasado ni dos meses de mi despido y tan sólo un mes de mi reincorporación a mi puesto de trabajo, cuando la empresa me apercibe de suspensión de empleo y sueldo por veinte días, o incluso de despido, pero que de momento y como tienen buen corazón tan sólo se queda en una amonestación por escrito. Me hacen responsable de un incidente con un compañero de trabajo, el cual me quiso agredir porque supuestamente le habían llamado a casa el día de la huelga general para saber si había ido a trabajar. Félix Ruiz de Sabando, representante de la empresa y presente en el incidente, se limitó a observar sin intervenir ni decir absolutamente nada. ¿Está la empresa detrás de todo esto? Lo que está claro es que la empresa ALSATEC quiere aprovechar este incidente enfrentando compañeros con compañeros haciendo bueno aquello de que no hay mejor cuña que de la misma madera.

Al día siguiente convocan una reunión para explicar el incidente y al poco de iniciar yo mi versión de los hechos, el mencionado trabajador vuelve a amenazar puño en alto con agredirme físicamente y con insultos sin que ninguno de los tres representantes de la empresa allí presentes hicieran o dijesen nada, ante lo cual tomé la decisión de ausentarme de la reunión a fin de evitar males mayores y manifestando que consideraba la reunión "una encerrona".

En dicha reunión insistí, igual que el día anterior, en que consideraba amenazada mi integridad física y que se debían adoptar medidas urgentes para garantizar mi seguridad.

¿Qué busca y qué pretende la empresa con su actitud beligerante de acoso y derribo contra mí, recientemente elegido delegado sindical? Preguntar es dar la respuesta. Nada de lo acontecido últimamente en ALSATEC es producto de la casualidad, existe un hilo conductor que explica objetivamente los hechos. Lo cierto es que el presente en ALSATEC está ligado fuertemente al pasado reciente. Hay que remontarse al 19 de abril, momento en el que soy despedido de la empresa en un proceso de negociación con la misma. Justo al mes soy readmitido a mi puesto de trabajo por la presión sindical ejercida y porque la misma empresa reconoce a través de su abogado que la carta de despido fue un despropósito. Ni siquiera se presentaron al acto de conciliación, mandando un fax a la sede de UGT para mi reincorporación a mi puesto de trabajo. Este mismo día se convocan elecciones sindicales. Los hechos anteriormente descritos coinciden con la culminación del proceso electoral, presentación de mi candidatura, constitución de la mesa electoral y las votaciones finales. Salgo elegido por mayoría abrumadora. El hecho de que ahora se me amoneste por escrito haciéndome responsable de los incidente ocurridos, avala el criterio de que se está pretendiendo limitar y condicionar mi actividad en la empresa como representante sindical y preparar el terreno para un segundo despido.

El compañero Vicente Belloto, que no respetó la asamblea de trabajadores en la que se decidió por amplia mayoría salir a la huelga general, se está metiendo en un terreno minado al dejarse manipular por la empresa. Si piensa que va a obtener algún beneficio de todo esto está muy equivocado. Primero lo utilizan contra mí hasta lograr el objetivo propuesto y después lo arrojarán al cubo de la basura.

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