El vergonzoso comportamiento ante el golpe de Estado contra Chávez de todas las televisiones, empezando por las públicas y siguiendo por Antena 3 y Telecinco, de las radios, ya sea la SER, Onda Cero o La COPE, y de la prensa escrita, desde La Razón h El vergonzoso comportamiento ante el golpe de Estado contra Chávez de todas las televisiones, empezando por las públicas y siguiendo por Antena 3 y Telecinco, de las radios, ya sea la SER, Onda Cero o La COPE, y de la prensa escrita, desde La Razón hasta El País, no deja duda de la servidumbre política y económica de todos los llamados medios de comunicación de masas.

El desprecio por esa misma democracia que dicen defender se camufla especialmente bien en ciertos periódicos que se amparan en el supuesto progresismo de su línea editorial. Este es el caso del muy "democrático" diario El País que, a diferencia de otros caracterizados por el delirio reaccionario, aparenta tolerancia y opiniones avanzadas y marca "teóricamente" las distancias con el poder azul que nos gobierna. Pues bien, qué espectáculo leer los editoriales de El País de ese fin de semana, qué increíble ejercicio de cinismo e hipocresía. Para muestra de lo que afirmamos y para que no se nos tilde de demagogos publicamos extractos de los mismos.

Editorial del sábado 13 de abril titulada ‘Golpe a un caudillo’

"Sólo un golpe de Estado ha conseguido echar a Hugo Chávez del poder en Venezuela. La situación había alcanzado tal grado de deterioro que este caudillo errático ha recibido un empujón [¡a un golpe de Estado estos demócratas lo llaman empujón!]. El Ejército, espoleado por la calle, ha puesto fin al sueño de una retórica revolución bolivariana encabezada por un ex golpista que ganó legítimamente las elecciones para convertirse desde el poder en un autócrata peligroso para su país y el resto del mundo. (...) Su final se veía venir tras las cada vez más numerosas declaraciones de diversos militares, el deterioro de la situación económica y la marea de protesta de la clase media... (...) La resistencia civil contra Chávez (...) se había organizado en redes que constituyen una esperanzadora semilla de desarrollo de una sociedad civil y que utilizaron Internet como "trinchera de la modernidad". Esta resistencia pacífica esperaba una salida constitucional, aunque fuera para cambiarla a continuación. Por desgracia, lo ocurrido demuestra que en Venezuela el Ejército sigue siendo el árbitro de última instancia. A la luz de los hechos, hay que elogiar al menos la decisión de la cúpula militar de ceder el poder a un civil, aunque resulte singular que el elegido sea el presidente de la patronal". [El muy democrático diario El País elogia a los militares y caracteriza de singular que el jefe civil del golpe sea el capitán de la patronal ¡Qué cara más dura!]

"(...) Aznar tiene ahora, como presidente del Consejo Europeo, una ocasión para que la UE contribuya a la instauración en Venezuela de un régimen democrático normal y estable".

Editorial del domingo 14 de abril, título: ‘Elecciones urgentes’

Comienza el repliegue de la línea editorial, la euforia por el golpe deja paso a cierto temor de haber metido la patita.

"(...) El riesgo de vacío de poder, unido a las evidencias de que el ex presidente conservaba apoyos en el Ejército, así como las movilizaciones de sus seguidores en la calle, forzaron la rectificación ordenada por el comandante general, Efraín Vásquez, consistente fundamentalmente en ralentizar el desmontaje del sistema político (...) En la evolución de los acontecimientos parece haber jugado un papel importante la condena de los 18 países latinoamericanos del Grupo de Rio de lo que consideraron ‘ruptura del orden constitucional’. Lo ha habido, sin duda, aunque ese orden fuera muy relativo, dada la tendencia del caudillo Chávez a suprimir o neutralizar los mecanismos normales de división de poderes y control del Ejecutivo. Pero no era una dictadura [¡Felipe González piensa que sí¡] y su derrocamiento no puede dejar de considerarse un golpe de Estado militar".

Editorial del lunes 15 de abril, título:

‘Golpe al golpe’

La retirada de los editorialistas es bochornosa; recuerda a la dispersión del gobierno de Pedro Carmona cuando les anunciaron que las masas se dirigían al palacio presidencial de Miraflores y el pavor se reflejó en el rostro de sus señorías y de la corte que les acompañaba.

"(...) Allí no había vacío institucional, llenado por el Ejército, sino un golpe militar que provocaba un vacío imposible de llenar sin vulnerar toda clase de normas.

"Extrañamente en un hombre de su edad y presumible conocimiento, el empresario Pedro Carmona, investido presidente provisional por el Ejército, creyó que le habían dado el poder para que hiciese con él lo que le viniera en gana. (...) Al tiempo, multitudes formadas por una Venezuela mayoritariamente pobre salían a la calle reclamando la vuelta de su presidente a Miraflores, voceando con razón que aquello había sido una violación de la legalidad constitucional".

Así es El País: tan moderno, tan tolerante, tan democrático..., pero tan mentiroso y burgués como los demás.

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