Las trabajadoras del almacén de H&M en Azuqueca de Henares (Guadalajara) han participado recientemente  en unas elecciones parciales para sustituir a seis miembros del comité de empresa, que por diversas razones habían dejado el comité. Esta circunstancia había dejado a CCOO con mayoría, aunque la representación de este comité estaba muy limitada. En este contexto, en el verano de 2009, la empresa obligó a la plantilla a trabajar 16 sábados más al año, después de una campaña de asambleas y resoluciones por parte del comité, la empresa logró imponer estas nuevas condiciones. El comité recurrió a los tribunales y la sentencia se espera para primeros de este año.

Las trabajadoras del almacén de H&M en Azuqueca de Henares (Guadalajara) han participado recientemente  en unas elecciones parciales para sustituir a seis miembros del comité de empresa, que por diversas razones habían dejado el comité. Esta circunstancia había dejado a CCOO con mayoría, aunque la representación de este comité estaba muy limitada. En este contexto, en el verano de 2009, la empresa obligó a la plantilla a trabajar 16 sábados más al año, después de una campaña de asambleas y resoluciones por parte del comité, la empresa logró imponer estas nuevas condiciones. El comité recurrió a los tribunales y la sentencia se espera para primeros de este año.

En esta situación de conflicto fue cuando UGT lanzó el preaviso para convocar las elecciones parciales que hemos comentado. Este preaviso se realizó sin contar con CCOO ni tener en cuenta que se desviaría toda la presión que las trabajadoras estaban ejerciendo contra trabajar más sábados, ya que todas las fuerzas se dirigirían inevitablemente a las elecciones; además en junio de 2010 cumplían los cuatro años de mandato de este comité. Pero no sólo ocurrió esto. Un miembro de CCOO del comité abandonó públicamente el sindicato y anunció que se pasaba a la lista de UGT, denunciando a sus antiguas compañeras con los argumentos propios de la empresa: "radicalismo" y demás zarandajas de las que acusan a los sindicalistas consecuentes y combativos. A la vez, la empresa empezó una campaña subterránea de miedo y presiones en contra de CCOO. Cada vez que se hablaba con alguna trabajadora para que fuese en las listas, ésta era sometida al tercer grado de acoso, combinando amenazas con mentiras sobre las compañeras de CCOO. La presión llegaba a tal extremo que algunas trabajadoras ni siquiera se atrevían a saludar por las mañanas a sus compañeras de CCOO.
Pese a toda esta campaña se consiguió completar la lista, pero una nueva maniobra burocrática de los dirigentes de UGT, junto a la miopía de los dirigentes provinciales de CCOO, hizo que las elecciones se aplazaran por un error administrativo menor. Estaba claro que la empresa pensaba que CCOO no conseguiría la lista y al lograrlo se dispararon las alarmas, con lo que consiguieron un mes más de plazo para continuar con su campaña de acoso y derribo.
Así las cosas, cada vez había más dificultades para completar la nueva lista y no se pudo contar con los compañeros que hubiésemos querido, pero la apuesta era grande y Comisiones Obreras no podía quedar fuera del proceso electoral.

El régimen de terror se extiende a toda la plantilla

Hasta ese momento las presiones se habían limitado a los sindicalistas y no al conjunto de la plantilla, aunque el ambiente de trabajo es de vigilancia continua: registro de bolsos diario, prohibición de móviles o memorias USB, registro de taquillas habituales, etc. Esta situación era tal que la dirigente de CCOO renunció a tener taquilla propia por los continuos registros a los que era sometida.
Finalmente, las elecciones se saldaron con una derrota de CCOO que ha quedado con 2 miembros en el comité, frente a 7 de la UGT. Muchos factores han contribuido a esta situación: no tener la mejor lista, el miedo al despido (el paro en la provincia de Guadalajara en menos de dos años ha pasado de 6.000 a cerca de 18.000 personas) y sobre todo la enorme campaña en contra de CCOO acusándoles de todo y dando a entender que con gente "más razonable" en el comité todo iría sobre ruedas.

La coherencia de una postura combativa

Pero no ha tenido que pasar mucho tiempo para demostrar cuáles eran las intenciones de la empresa. En la primera reunión con el nuevo comité y tratando el punto de los sábados la empresa ofreció un acuerdo incluso peor que el del verano de 2009. La enérgica intervención de las compañeras de CCOO impidió que se acordase algo en ese momento y que todo quedase supeditado al juicio, juicio que el sindicato ha preparado bastante y que tiene ciertas probabilidades de ser ganado.
Esta situación demuestra que incluso después de perder unas elecciones, las contradicciones tan enormes que existen en todas las fábricas y tajos hacen que de nuevo las posturas más consecuentes en la defensa de los intereses de los trabajadores vuelvan a destacar, demostrando que todo puede cambiar relativamente deprisa y que la conciencia de los trabajadores avanza a saltos.
CCOO de H&M tiene confianza en que su postura acabará siendo de nuevo mayoritaria en el almacén a base de una explicación paciente y sobre todo por las condiciones laborales tan "europeas" que ofrece la multinacional sueca. 

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