Del recorte del bienestar al estado del malestar

Tras la derrota electoral del PSOE en Castilla - La Mancha, Cospedal no tardó mucho en presentar sus alternativas, un anticipo de las que hará el PP tras las elecciones. En agosto anunciaba un Plan de Garantías de Servicios Básicos (léase mínimos) para ahorrar 1.815 millones de euros entre 2011 y 2012, lo cual supone una reducción del 20% del presupuesto regional. Diversas fuentes señalan que se perderán unos 25.000 empleos gracias a este plan.

La parte del león del ahorro se la lleva la sanidad, unos 400 millones de euros. Bajo el nombre de “racionalización de las infraestructuras e instalaciones sanitarias” algunos centros se venderán y luego se alquilarán para su uso.
En costes de personal se pretende ahorrar 319 millones, mediante la supresión del 40% de los puestos de trabajo eventuales, la mayor parte del Servicio de Salud (Sescam). Se están sustituyendo los contratos de interinidad por contratos temporales de duración indeterminada. Se ha congelado “temporalmente” la oferta pública de empleo para 2012 (6 millones de ahorro). En caso de absentismo laboral, se sustituye el pago de horas extras por tiempo de descanso (ahorro de 46 millones). También se suspende la obra nueva e infraestructuras (247 millones), por ejemplo las ampliaciones de los hospitales de Toledo y Guadalajara.

Entre el copago y el ataque a los empleados públicos

Aunque los dirigentes del PP repiten una y otra vez la cantinela de no estar a favor del copago sanitario, la realidad es que la burguesía se encuentra profundamente dividida ante el temor de la contestación social. CiU, adelantándose al PP, ha anunciado que introducirá un método disuasorio (para las rentas más débiles, por supuesto), el llamado “ticket moderador”, una versión del copago.
Sin embargo, lo más probable es que el PP primero promueva modificaciones legislativas para reducir el gasto sanitario público, especialmente en gastos de personal. En este sentido, una de las primeras medidas podría ser el aumento de la jornada laboral a 37,5 horas semanales (con el horizonte de las 40). Esta medida supondría una reducción progresiva de las plantillas de hasta un 14%.
En segundo lugar, es posible que traten de impulsar las llamadas Iniciativas de Financiación Privada (IFP), que suponen privatizar directamente la gestión y parte de las plantillas.
En tercer lugar, y aquí podemos hablar de pago (no de copago), Rajoy ya adelantó que se va a elaborar un catálogo de servicios sanitarios básicos. Lógicamente, si algún Servicio de Salud quiere ofertar otros servicios, lo hará mediante el pago directo.
Todos estos ataques a la sanidad pública en Castilla-La Mancha son el anticipo de los recortes en todo el estado. Ante esta perspectiva la única alternativa para defender las conquistas de la clase trabajadora es la lucha en la calle.

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