La educación pública ha sido una de las principales dianas de los ataques del Partido Popular. Todas las medidas y leyes impuestas por el gobierno de Rajoy sólo buscaban avanzar en la privatización de la educación, haciendo de ella un lucrativo negocio en vez de un servicio y un derecho para todos y todas.

Más de 7.200 millones en recortes para la pública

Los datos del propio Ministerio de Educación, hechos públicos en abril, nos dan la razón. Desde el año 2009 hasta 2015 la inversión en la educación pública ha sufrido un recorte de más de 7.200 millones de euros. Pero en todo este tiempo —en el que nos hemos cansado de escuchar el argumento de que “no hay dinero”— los recursos públicos dedicados a llenar los bolsillos de aquellos que entienden la educación como un negocio no han hecho más que aumentar: en 2015 el gasto público dedicado a los conciertos alcanza la cifra récord de la serie histórica, llegando a los 5.918 millones de euros, superior incluso al año 2009, cuando se llegó a 5.891 millones. Si en 2009 el gasto en conciertos suponía el 10,9% del presupuesto educativo total, en 2015 alcanzó el 12,6%.

Como tampoco es de extrañar, la comunidad autónoma que está a la cabeza de este proceso privatizador es la Comunidad Autónoma Vasca, donde la derecha nacionalista del PNV ha llevado hasta el extremo este saqueo de dinero público, dedicando nada menos que el 24,4% del total del gasto educativo a conciertos. Por supuesto, no son los únicos: la Comunidad de Madrid (donde este gasto ha subido del 15,9% en 2009 al 19,9% en 2015) o la Comunidad Valenciana (del 13,2% al 15,9%, en el mismo periodo) también ocupan los primeros puestos del ranking, coincidiendo con los gobiernos del PP.

Queda claro que los ataques a la educación pública no tienen nada que ver con la falta de recursos, sino más bien con que el PP y otros partidos de derechas, como el PNV o la antigua Convergència en Catalunya, entienden que el dinero público está mucho mejor en manos de sus amigos los empresarios o de la jerarquía de la Iglesia católica, que sigue detentando más de un 80% de la propiedad de estos centros privados-concertados, en muchos de los cuales se segrega en función del sexo, entre otras cosas.

Sí hay dinero

Desde el Sindicato de Estudiantes les respondemos que basta ya de demagogia y de trucos contables para tratar de justificar una situación cada vez más catastrófica en nuestras aulas. Basta ya de mentiras, de cerrar centros públicos y regalar el dinero de los impuestos de nuestros padres y madres a quienes sólo buscan enriquecerse a costa de un derecho básico como la educación. Por eso exigimos que se reviertan todos los recortes y todas las leyes franquistas (LOMCE, 3+2...) que persiguen devolvernos a los tiempos en los que sólo quien tenía dinero tenía garantizado su derecho a una educación de calidad. Claro que hay dinero, el problema es que lo tienen los mismos de siempre. Y por eso seguiremos peleando en las calles hasta conseguirlo. ¡Sí se puede!

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