El gobierno del PP y la Generalitat unidos contra los trabajadores

Ada Colau no debe estar al lado del gobierno del PP sino junto a los trabajadores

Los trabajadores de Eulen en el Aeropuerto de El Prat de Barcelona están siendo un auténtico ejemplo de cómo luchar contra las condiciones de precariedad y salarios de miseria que sufrimos cada día millones de trabajadores. Por esa razón el Gobierno del PP junto a la Generalitat de Puigdemont están ya planificando la intervención de la Guardia Civil los Mossos d'Esquadra en el conflicto, vulnerando así el derecho de huelga de los trabajadores, y demostrando que sus diferencias pasan a un segundo plano cuando lo que peligra son los negocios y las cuentas de resultados de las grandes multinacionales.

Sí la respuesta del PP y del Govern es militarizar la seguridad del aeropuerto, los trabajadores de El Prat tienen que contestar a este atropello dirigiéndose a los trabajadores de Eulen y el resto de contratas en todo el Estado para que la huelga se extienda a todos los aeropuertos del país. Este llamamiento sin duda sería recogido con fuerza por muchos trabajadores del sector, ya que las condiciones tan duras que pasan en El Prat son las mimas que han llevado a los trabajadores de los arcos de seguridad en los aeropuertos de A Coruña y Santiago de Compostela a convocar sendas huelgas en sus aeropuertos el día 20 de Agosto. Y las mismas que a su vez padecen los trabajadores de seguridad en escáneres y bodegas (a través de la contrata Ilunion) también en El Prat, que recientemente señalaban que irían a la huelga en las próximas semanas. En Madrid los trabajadores del mismo sector, esta vez externalizados a través de Prosegur, anunciaban en julio movilizaciones que han dejado momentáneamente en suspenso advirtiendo que si no se atienden sus exigencias en el corto plazo no tardarán "ni un solo segundo en volver a iniciar de nuevo el proceso de huelga". Protestas todas estas parecidas a las que en los últimos dos meses se han manifestado en los aeropuertos de Ibiza, Palma o Málaga. Extender la lucha puede ser la clave para acabar con la escandalosa precariedad en nuestros aeropuertos y nuestros puestos de trabajo.

Desgraciadamente a esta conspiración de todos, Gobierno del Estado, Generalitat, tertulianos y medios de comunicación, contra los trabajadores, se ha terminado sumando Ada Colau, apoyando la intervención del de la Guardia Civil, ya que "no es una sustitución de los trabajadores, y en este momento lo que hay que garantizar por encima de cualquier cosa es la seguridad". Resulta muy lamentable esta postura por parte de Ada Colau, dando cobertura a lo que es una nueva campaña de criminalización contra trabajadores que luchan por sus derechos.

Con salarios que oscilan entre los 800 y los 1100 euros, jornadas extenuantes de hasta 16 horas, y sin poder acudir en ocasiones al baño o a comer durante hasta 7 horas, ya que no hay plantilla para sustituirles, los trabajadores han estallado y finalmente han dicho ¡basta! Exigen condiciones laborales dignas, un aumento salarial de 250 euros en 15 pagas, especialmente para los trabajadores con salarios más bajos, y un aumento de la plantilla para poder ejercer su trabajo en condiciones adecuadas, entre otras cosas para poder garantizar la seguridad de los viajeros. Al tiempo que esto ocurre con los trabajadores, la empresa, Eulen, obtuvo en 2016 unos beneficios netos de 14 millones de euros, ¿y no puede aceptar una subida salarial de 250 euros para los trabajadores?

El Gobierno del PP amenaza con la Guardia Civil…

Tras semanas de conflicto, y ante la amenaza de una huelga indefinida a partir del día 14, tras rechazar los trabajadores en Asamblea la mísera propuesta de acuerdo propuesta por la Generalitat, el Gobierno del PP, en su habitual tono neofranquista, amenaza con intervenir mediante la Guardia Civil, acabando así en la práctica con el derecho de huelga de los trabajadores, tal y como hizo en el pasado el Gobierno de Zapatero con los controladores aéreos. Por otro lado, ya se han planteado por el Gobierno unos servicios mínimos del 90%, otra forma en la práctica de anular el derecho de huelga. Esta amenaza no es solo contra los trabajadores de Eulen, sino contra el conjunto de los trabajadores, eliminando la principal arma que tenemos para luchar contra la explotación y los abusos empresariales.

Paradójicamente el Gobierno del PP alega, como excusa para tomar esta medida, garantizar la seguridad en el aeropuerto. ¿Se garantiza mejor la seguridad teniendo a estos trabajadores durante 7 horas seguidas mirando escaneres y cacheando, sin poder beber agua, ya que no pueden ir al baño al no poder ser sustituidos, o sin comer? ¿Se garantiza mejor dicha seguridad haciendo jornadas extenuantes de 14, 15 y hasta 16 horas? Resultan una auténtica broma los argumentos del PP, al que le importa un bledo la seguridad cuando de los que se trata es que sus amigos hagan jugosos negocios mediante concesiones millonarias.

Sí, ¡amigos y familiares! La propia empresa Eulen, a través de una filial (Enebro), está implicada en los papeles de Barcenas, con donaciones ilegales de hasta 90.000 euros al PP, y recibió, ¡casualidad!, 1,4 millones de euros en concesiones de la Xunta de Galicia en solo dos años, siendo la hermana del Presidente de la Xunta Feijóo, Micaela, apoderada de la empresa en Galicia y parte de su dirección. ¿No debería quizás el Gobierno investigar esta “casualidad” y tratar de averiguar si se cometió algún delito por tráfico de influencias? ¿Por qué los medios de comunicación no se preocupan por conocer que ocurre con esta empresa y sus lazos con Gobiernos que les dan millones de euros de dinero público, sentándose familiares y amiguetes del PP en sus consejos de administración?

… y la Generalitat de Puigdemont le anima a hacerlo.

Al tiempo que el PP amenaza a los trabajadores, la Generalitat crítica al PP por no haber sido lo suficientemente rápido y contundente a la hora de utilizar a la Guardia Civil. La conselleria de Trabajo intervino en el conflicto, como siempre, principalmente tratando de rebajar las justas reivindicaciones de los trabajadores. La oferta ha resultado una broma respecto a lo que pedían los trabajadores, y por eso ha sido rechazada ampliamente en la Asamblea de trabajadores, obteniendo únicamente dos votos a favor. Tras este rechazo, la Generalitat, con ayuda de los medios de comunicación, no ha dudado en cargar contra los trabajadores por intransigentes, por querer incrementar sus salarios mileuristas de miseria en 250 euros (quedándose de media en 19.000 euros anuales), ¡mientras la consellera cobra 109.663 euros anuales! ¡Un auténtico insulto!

Tras dicha votación y el rechazo del acuerdo, la consellera animo al Gobierno del PP a intervenir en el aeropuerto con la Guardia Civil, justificándolo también con el argumento de la seguridad, recordando que "estamos en alerta 4 y hace falta seguridad efectiva en todo momento". Ya antes el conseller de Territori, Josep Rull, aseguró que los agentes "harían más trabajo en el aeropuerto, al servicio de los ciudadanos, que buscando urnas", responsabilizando al PP por no acabar contundentemente con la huelga de los trabajadores. Lamentablemente también hemos tenido que escuchar las deplorables declaraciones de Rufian, diputado de ERC, insinuando que la huelga es un intento de atacar el proceso independentista.

En vez de solidarizarse con los trabajadores, apoyando sus reivindicaciones, se ha sumado a la campaña de criminalización impulsada por el PP, la Generalitat y los grandes medios de comunicación. La propia Generalitat hace jugosos negocios con Eulen, habiendo otorgado más de 1,5 millones de euros desde el año 2013 para la seguridad de los aeropuertos de Lleida-Alguaire y de Andorra-La Seu. Por otro lado muchas otras empresas del entorno de PDeCat, como Adelte, cuyos trabajadores también se pusieron en huelga, propiedad de Josep María Bartomeu, se benefician de concesiones millonarias en aeropuerto de El Prat a costa de los trabajadores. Entre unos y otros se reparten el pastel, y pagan siempre los mismos, los trabajadores ¡Es eso lo que debería criticar Rufian! ¡Los negocios conjuntos del PP y PDeCat! No es casualidad que en un conflicto como este actúen todos a una, defendiendo sus intereses de clase, sus negocios, que es lo único que les importa.

La privatización de AENA: un gran negocio a costa de los trabajadores

La degradación de las condiciones laborales y salariales en cada vez más servicios de numerosos aeropuertos, así como el empeoramiento acelerado de dichos servicios, tiene también mucho que ver con la privatización de AENA. En 2010 el Gobierno de Zapatero acordó privatizar el 49% de AENA, algo luego llevado a la práctica por el Gobierno de Rajoy con el aplauso y apoyo de Convergencia y PNV. En los últimos meses y años se han producido cada vez más conflictos laborales, fruto de las condiciones cada más insoportables que padecen los trabajadores, como recientemente ocurrió con los trabajadores de la limpieza del aeropuerto de Ibiza.

El crecimiento exponencial del turismo ha supuesto grandes beneficios para los fondos de inversión que entraron en AENA, habiendo repartido ya AENA, en solo dos años, más de 1.000 millones euros en beneficios por dividendos a dichos inversores. Al mismo tiempo, numerosas multinacionales como Eulen, siguen beneficiándose del negocio de las concesiones públicas, haciendo negocio con el dinero público de todos gracias a la privatización constante de todos los servicios aeroportuarios. Evidentemente todo este lucrativo negocio se apoya en una sola pata, la sobreexplotación y precarización de las plantillas en unas y otras empresas en beneficio de AENA, de Eulen, de Sacyr o de Prosegur.

Tal y como estamos viendo en otros sectores, la privatización no es solo sinónimo de mileurismo y precariedad, sino también la puerta para establecer una corrupción institucionalizada al servicio de las mismas empresas implicadas en la financiación ilegal tanto del PP como de Convergencia (ahora PDeCat). Es necesario por tanto defender que AENA vuelva a ser 100% pública, y que los servicios privatizados pasen también a ser gestionados por AENA con carácter público, de manera que se conozcan de formas transparente las cuentas, sirviendo los beneficios que obtenga AENA para mejorar el servicio a los usuarios, rebajar las tasas aeroportuarias, y garantizar condiciones de trabajo dignas e iguales para todas las plantillas.

El Ayuntamiento de Barcelona debe rectificar y estar al lado de los trabajadores

Por último tenemos que destacar que los Ayuntamientos del cambio, en este caso el Ayuntamiento de Barcelona encabezado por Ada Colau, deben posicionarse con claridad junto a los trabajadores, defendiendo sus reivindicaciones, e incluso apoyándolos para sostener la huelga tanto con apoyo legal como material. El apoyo a la posición del Gobierno en nombre de la seguridad es una auténtica burla, y desgraciadamente al posicionarse así Ada Colau se sitúa en el campo de esa “vieja política” que dice una cosa durante las elecciones para acabar actuando como la derecha por “razones de Estado”. Es un error muy grave y nada tiene que ver con la política que hizo de Ada Colau alcaldesa de Barcelona, cuando se situaba al frente de la PAH frente a los poderosos. Desgraciadamente con esta decisión se sitúa junto a todos aquellos que decía combatir, el PP, Convergencia (ahora PDeCat) y las multinacionales y empresarios amigos que sacan tajada imponiéndonos condiciones de miseria.

Hasta ahora Ada Colau había criticado al Gobierno del PP, del Estado, como responsable de dicha situación, pero sin posicionarse con claridad respecto al conflicto. El hecho de no tener competencias no impide solidarizarse activamente con los trabajadores. Hay que ser valiente y estar junto a los que luchan. Y lo mismo podemos decir respecto a la dirección de Podemos, respecto a Pablo Iglesias, o respecto a los dirigentes de CCOO y UGT, cuyo silencio resulta enormemente preocupante y lamentable, especialmente ante la amenaza del PP de intervenir con la Guardia Civil atacando el derecho de huelga.

Desde el Gobierno, tanto del Estado como de la Generalitat, y desde los medios de comunicación, impulsan una campaña brutal contra los trabajadores. Frente a dicha campaña es necesario impulsar una amplia campaña de solidaridad, repartiendo en el propio Aeropuerto de El Prat miles de panfletos, en diversos idiomas, explicando los motivos de la huelga y llamando a la solidaridad. El Ayuntamiento de Barcelona, Podemos, los dirigentes de CCOO y UGT, pueden y deben impulsar iniciativas para establecer una campaña de solidaridad que se contraponga a la campaña de criminalización que sufren los trabajadores, y especialmente a través de los medios de comunicación, a los que, a diferencia del Comité de Huelga, tienen acceso diariamente. Deben posicionarse ya con contundencia y claridad y apoyar la huelga para que los trabajadores consigan una victoria.

La mayoría de los viajeros que pasan por el aeropuerto también son trabajadores, y también padecen aquí o en sus países recortes en sus salarios, en sus condiciones de trabajo o en sus servicios públicos. La batalla de los trabajadores de Eulen es nuestra, de todos los trabajadores, en defensa de empleos dignos, de salarios dignos, de unas condiciones de vida dignas. Su victoria será un ejemplo y una inspiración para muchos otros trabajadores que padecen las mismas situaciones.

¡VIVA LA LUCHA DE LOS TRABAJADORES DE EULEN!

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