Más de 2.000 empleos están peligro en la margen izquierda de Bilbao por la amenaza de cierre de La Naval de Sestao, privatizada hace ahora diez años. A pesar de tener carga de trabajo hasta 2019, de haber reducido la plantilla a 215 empleos directos y tener 1.800 trabajadores en subcontratas, ha entrado en pérdidas y está en concurso de acreedores.

No es un caso aislado. A pesar de la propaganda de la derecha sobre la salida de la crisis, en los últimos meses han aumentado las empresas con amenazas de cierre y despidos: Edesa Industrial en Mondragón, Eskoriatza y Basauri con 350 trabajadores; Muebles Xey en Zumaia con 170; Vicrila en Leioa con 290; CEL en Artziniega, Zalla y Güeñes con 254; STS Sert en Alegría Dulantzi con 87; General Electric en Ortuella con 147 trabajadores amenazados por deslocalización; BSH y Ofita en Vitoria, con 260 y 76; Ingemar en Usurbil con 72… Y la lista continúa hasta las 37 empresas y en torno a 6.000 trabajadores afectados.

Esto es consecuencia de la política de privatizaciones y de la respuesta dada por el gobierno vasco ante las empresas en crisis: buscar inversores o gestores privados a los que lo único que les interesa es enriquecerse a costa de rebajar los salarios, reducir las plantillas, imponer EREs, fragmentar las empresas en subcontratas para empeorar las condiciones laborales y dividir a los trabajadores.

¡Renacionalización bajo control de los trabajadores!

Como denuncian los trabajadores de La Naval, los accionistas de Astilleros Murueta e Ingeteam, a pesar de tener una importante carga de trabajo (4 buques en construcción en estos momentos), han actuado como auténticos buitres y han llevado la empresa al desastre. Pero la plantilla está decidida a dar la batalla. El 21 de septiembre, la manifestación convocada por el comité de empresa y que recorrió las calles de Sestao, Portugalete y Santurtzi agrupó a miles de personas en solidaridad entre gritos de “La Naval ex itxi (La Naval no se cierra)” o “Gobierno vasco mójate”.

Ante la presión, el PNV declaró no descartar una pequeña participación del gobierno vasco. Pero esto no es suficiente. Tiene toda la responsabilidad de solucionar el problema ¡ya!, sin que se pierda un solo empleo. Es necesario renacionalizar La Naval y que funcione bajo la gestión y el control directo de los trabajadores. El dinero público debe destinarse a defender el empleo y no, como están haciendo, a llenar los bolsillos de banqueros y gestoras especuladoras, como coartada para recortar los servicios públicos.

Desde Ezker Iraultzailea / Izquierda Revolucionaria llamamos a toda la clase trabajadora a apoyar estas luchas y a participar en todas las movilizaciones junto con los trabajadores. Se trata del futuro de la juventud, el sector que más sufre el paro y la precariedad laboral. No podemos permitir que se destruya ningún empleo.

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