El próximo día 15 de octubre se inicia el proceso de elecciones sindicales en Roca, que las direcciones de UGT y CCOO afrontan después de la negociación del convenio colectivo firmado contra de la opinión de los trabajadores. La actitud de los miembrEmilio y Gregorio

Trabajadores de Roca y expulsados de UGT

El próximo día 15 de octubre se inicia el proceso de elecciones sindicales en Roca, que las direcciones de UGT y CCOO afrontan después de la negociación del convenio colectivo firmado contra de la opinión de los trabajadores. La actitud de los miembros del Comité de Empresa y de las direcciones sindicales de Roca, que basaban todo su esfuerzo en convencer a la dirección de la empresa de sus errores y de la mala gestión, sólo animó a la empresa a continuar con los ataques. Durante estos dos años se ha reducido la plantilla además de seguir incrementando los ritmos de trabajo, sin una respuesta de movilización contundente. El despido del compañero Emilio es otro ejemplo de la actitud agresiva de la empresa, que pretendía expulsar de la fábrica a este compañero con la intención de parar el creciente apoyo que tenían las ideas de El Militante.

Este proceso de elecciones debería ser utilizado para abrir un debate sobre el tipo de sindicalismo que necesitamos los trabajadores y hacer un balance de la política de pactos defendida por las actuales direcciones sindicales. En Roca sanitarios UGT y CCOO están promoviendo elecciones primarias, con la intención de dar participación a sus afiliados pero evitando en todo momento el debate sobre qué programa se va a defender.

Los marxistas hemos intentado abrir este debate en el seno de UGT con la intención de que el máximo de afiliados participaran en la elaboración de la candidatura y de un programa claro que mejore nuestras condiciones de trabajo.

El 10 de septiembre enviamos una carta a la Ejecutiva de la sección sindical con la petición de realizar una asamblea de afiliados y el acceso al censo para que todos los candidatos expongan sus compromisos ante el conjunto de afiliados. Además, reclamamos que el Comité de Empresa de UGT garantizase la entrada del compañero Emilio durante el proceso electoral a la fábrica —ya que desde la nulidad de su despido la empresa ha impedido la reincorporación a su puesto de trabajo—.

La respuesta de la dirección de UGT fue la acostumbrada negativa a todas nuestras peticiones. Aun así continuamos manteniendo la necesidad de este debate entre los afiliados en la reunión de candidatos que se cerebró el día 21 de septiembre en local del sindicato. La respuesta en esta ocasión fue la expulsión del sindicato de dos compañeros, sin darles derecho ni a defenderse.

Por la democracia interna

Ante la falta de argumentos de la Ejecutiva de la sección sindical en los últimos años para defender su política, sólo le queda el recurso de la expulsión de aquellos que tenemos la convicción de que únicamente la lucha de los trabajadores organizados puede parar los ataques de la burguesía. La defensa de la democracia interna de nuestros sindicatos es la mejor garantía para que la política que defiendan los dirigentes coincida con lo que piensan los afiliados. Ante una actitud cada vez más agresiva por parte de los capitalistas las cúpulas sindicales deben pasar a la ofensiva y fortalecer la organización de los trabajadores en vez de expulsar a los afiliados más combativos.

Estamos convencidos de que la inmensa mayoría de los afiliados a UGT rechazarán esta expulsión. Los marxistas seguiremos defendiendo las mismas ideas en el sindicato CGT, el cual nos garantiza la posibilidad de continuar luchando por fortalecer la organización de los trabajadores y dar una respuesta combativa a los ataques de la empresa.

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