El pasado jueves 7 de abril, los profesores y maestros interinos de Guadalajara se manifestaron contra el intento de la Junta de Castilla-La Mancha de precarizar, aún más, el empleo en el sector de la enseñanza, tirando por tierra el pacto de estabilidad que existía hasta ahora.

Después del recorte del 5% del salario que aprobó el gobierno central el año pasado, desde la Consejería de Educación de Castilla-La Mancha se han llevado adelante más recortes que, si bien es cierto no son comparables a los de Murcia o Madrid, tienen el objetivo de dividir al profesorado para intentar evitar que haya una respuesta contundente ante los recortes que están por llegar. En primer lugar anunciaron que retirarían la ayuda compensatoria a la jubilación anticipada de los profesores, medida que afectaba a los docentes más veteranos; por otro lado, cada vez son menos las bajas que se cubren y, además, durante menor tiempo; también se ha reducido la asignación económica a los centros para sus gastos cotidianos, fotocopias, reposición de material fungible... Ahora pretenden acabar con el pacto de estabilidad que permitía que los interinos mantuvieran año a año su empleo pudiendo disponer de cierta estabilidad laboral.
En el pasado, el empleo público parecía la mejor forma de poder conseguir un trabajo digno, sin precariedad laboral y que te permitía tener cierta estabilidad económica. Hoy, la tasa de temporalidad entre los docentes en Castilla-La Mancha ronda el 20%, es decir, uno de cada cinco maestros o profesores es interino. Obviamente este dato significa que lejos de las rimbombantes cifras que, día sí y día también, lanza a los medios de comunicación la Consejería de Educación, la enorme temporalidad afecta directamente a la calidad de la enseñanza. Además, si el gobierno regional consigue llevar adelante las medidas que plantea, significará que la rotatividad en el empleo aumentará todavía más y supondrá un mayor deterioro de la calidad de la educación pública. Todo esto unido a los previsibles recortes que se van a seguir produciendo en Educación los próximos años —si gana Barreda previsiblemente profundizará la política de recortes sociales y gasto público y si gana Cospedal ya ha anunciado que quiere reducir el presupuesto de la Administración a la mitad—, con lo que eso significaría para los profesores y maestros y la calidad de la enseñanza.

Alta participación, sindicatos desaparecidos

Hay que recordar que el actual pacto de estabilidad es fruto de una lucha que estalló hace más de una década y que acabó con una victoria. Ante el anuncio del director general de Personal Docente de la Consejería de Educación, Antonio Serrano, de acabar con el pacto, los interinos organizaron una asamblea en la que decidieron convocar movilizaciones para intentar salvaguardar las conquistas que hasta ahora tenían. Aunque es evidente que es absolutamente insuficiente el pacto, ya que se deberían crear más plazas públicas en educación, una victoria en la lucha en defensa de la estabilidad de los interinos serviría para frenar los ataques y que el gobierno regional tenga más dificultades para llevar adelante nuevos ataques.
Hasta ahora, la respuesta de los interinos ha sido muy positiva pero, en cambio, salvo STEs, los sindicatos han estado desaparecidos, sin participar en la lucha. Para conseguir el triunfo en esta lucha es necesario que los sindicatos participen en las asambleas que están realizando los trabajadores y escuchen la voz de éstos, asuman las reivindicaciones de los interinos y pongan todo su aparato a disposición de la lucha, para extenderla al resto de centros educativos de Castilla-La Mancha y al conjunto de la comunidad educativa.

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