Sesenta años después de estos sucesos vemos cómo las armas nucleares siguen su avance hasta el punto que hay más de 10.000 cabezas nucleares, cada una de ellas 20 veces más potentes que las que explotaron en Japón. Las mayorías de las centrales nucleares europeas tienen agrietadas sus tapaderas, representando un peligro para la población.
Según Greenpeace todos estos datos demuestran que seguimos inmersos en un grave peligro nuclear. Resulta provocador ver cómo el imperialismo habla de cruzada contra el terrorismo, de democracia, de derechos humanos, etc. Esta gente que no dudaron en masacrar estas poblaciones para demostrar al mundo su poderío y en especial a la antigua Unión Soviética. Esta gente que invaden países con cualquier pretexto, por ejemplo, Vietnam, matando a 2 millones y destruyendo bosques, ecosistemas, etc. Con la excusa de “luchar contra el comunismo”. Invaden Iraq y Afganistán con el pretexto de implantar la “democracia”. El historial es muy extenso. Hoy día en Hiroshima y Nagasaki la gente muere por cáncer y otras enfermedades relacionadas con las bombas. Lenin decía que el capitalismo es “horror sin fin”; los datos expuestos hablan por sí solos. Los obreros tenemos que organizarnos en nuestros sindicatos y partidos obreros y dotarlos de un programa genuinamente reivindicativo y de lucha contra el capitalismo, responsable de tantos crímenes contra la humanidad.
(*) Fuente: Revista de “El País” 31-7-05.