Los resultados electorales del 14-M en Euskadi marcan un auténtico hundimiento del Partido Popular que ha perdido más de 90.000 votos en la CAV y 30.000 en Navarra, una caída más pronunciada incluso que en el resto del Estado, confirmando la misma te Eloy Val

Ezker Marxista-Gasteiz

Los resultados electorales del 14-M en Euskadi marcan un auténtico hundimiento del Partido Popular que ha perdido más de 90.000 votos en la CAV y 30.000 en Navarra, una caída más pronunciada incluso que en el resto del Estado, confirmando la misma tendencia en Catalunya y Galicia.

La criminalización del problema vasco durante los dos últimos años se puso más en evidencia al intentar el PP utilizar la mentira sobre la autoría de los atentados del 11-M achacándoselos a ETA y exigiendo la retirada del Plan Ibarretxe.

El ambiente de congoja en Euskadi desde las primeras noticias de la masacre de Madrid contra la clase trabajadora y la juventud era evidente. Nadie quería creer que había sido ETA como anunciaban los medios. El temor a una caza de brujas sobre todo lo vasco flotaba en el ambiente mientras el lehendakari se hacía eco de las noticias de Madrid.

El asesinato brutal de un panadero de Pamplona por parte de un policía nacional que le descerrejó cuatro tiros por negarse a colocar un cartel contra ETA fue una consecuencia directa del ambiente de odio creado por el PP. El panadero asesinado, Angel Berrueta, era miembro de Gurasoak (asociación de padres de jóvenes detenidos por actos de kale borroka). En las cárceles hubo palizas a algunos presos de ETA y la policía española y vasca reprimieron con tremenda dureza las manifestaciones de protesta que se llevaron a cabo.

La mentira sobre la autoría del atentado se derrumbó definitivamente cuando miles de personas, de forma espontánea, se lanzaron el sábado a las calles frente a las sedes del PP en todo el Estado, también en Bilbao y en Vitoria. En Bilbao estaba presente Eduardo Madina, víctima de ETA y candidato por el PSOE, que fue denunciado por el PP ante la Junta Electoral. En Vitoria cientos de personas se reunieron ante la oficina electoral del Partido Popular junto a la calle Dato haciendo sonar una campana y exigiendo claridad informativa “Queremos saber quién ha sido” y “PP manipulación”.

Este ambiente se sumó a años de insultos y amenazas del Partido Popular contra todo lo que suponía la defensa de los derechos democráticos del pueblo vasco.

Aumenta la participación

La participación del 75,9% aunque más baja que la media estatal (77,22%), es muy superior a las generales del 2000 en Euskadi (63,84%), lo cual implica una subida de la participación de un 12% frente al incremento del 8,5% a nivel estatal.

El Partido Popular ha pasado, teniendo en cuenta que la izquierda abertzale ha sido ilegalizada, de ser la segunda fuerza en Euskadi con 7 representantes a ser la tercera con solo 4. Ha perdido la mayoría en Alava de forma abrumadora. De tener el 39,1% de los votos ha caído al 26,82%. Mientras el PSOE en esta provincia se coloca como primera fuerza pasando del 24,3% al 30,83%.

La caída del PP en Euskadi va pareja a la subida espectacular del Partido Socialista en la misma proporción y esto no es el producto, como dice la prensa burguesa interesadamente, de que el voto “constitucionalista” se mantiene frente al “nacionalista”. En Euskadi, como en el resto del Estado, se ha dado el mismo fenómeno de incorporación masiva de los jóvenes y nuevos votantes que se han decantado por echar al Partido Popular apoyando en las urnas al PSOE para lograrlo.

El giro a la izquierda y la crítica a la política que el PSE-PSOE ha llevado respecto al problema nacional ha supuesto que Izquierda Unida, a diferencia del resto del Estado, viera incrementar sustancialmente sus votos aunque no sus escaños por efecto de la Ley D’Hont. IU ha superado los 100.000 votos en la Comunidad Autónoma subiendo tres puntos. En Vizcaya son la cuarta fuerza al pasar del 5,79% al 8,61%.

Los datos en Euskadi lógicamente están afectados por la ilegalización de la izquierda abertzale agrupada en estas elecciones en torno a la llamada “Iniciativa de Bergara” que proponía un voto nulo por la autodeterminación tras fracasar su propuesta de una candidatura única con los partidos burgueses vascos PNV-EA y con Aralar-Zutik.

A pesar de la campaña de acoso por parte de los medios y de su ilegalización, se han contabilizado 120.000 papeletas nulas, lo que representa una fuerza considerable, aunque su estrategia de alianzas con la burguesía vasca le ha hecho perder votos en beneficio de esta última. Todos estos factores han posibilitando un crecimiento del PNV que ha obtenido 70.000 votos más que en el 2000. Igualmente Aralar-Zutik ha “arañado” más de 30.000 votos.

En Navarra también pierde

la derecha españolista

En Navarra ha habido un desgaste tremendo de la reaccionaria derecha UPN, que de casi el 50% de los votos en el 2000 ha pasado al 37,47%.

Por otro lado, el PSOE no ha tenido el mismo resultado, ya que ha ganado menos de cinco puntos, al igual que IU que ha perdido casi dos puntos. Ha sido Nafarroa Bai la que ha agrupado el voto opositor al PP-UPN, pasando a obtener un 18,02% de los votos y logrando un escaño en Navarra.

Este ascenso de la coalición PNV-EA-Aralar liderada por la periodista Uxue Barkos, ahora diputada, ha sido un voto contra los ataques al euskera y las señas de identidad vascas, al tiempo que un voto crítico a la postura de los dirigentes en Navarra tanto del PSOE —alineado con UPN— como de IU, que ha carecido de una alternativa de clase.

Estas elecciones han sido protagonizadas por las masas en la calle. La clase trabajadora y la juventud, principales afectados por los sucesos del 11-M, han dicho punto y final, hasta aqui hemos llegado, como decía una pancarta en Bilbao en la manifestación del Sindicato de Estudiantes del día 12 contra la masacre.

Sólo la clase trabajadora tiene una solución a la tristemente famosa “tercera guerra mundial contra el terrorismo” desatada por Bush con el apoyo de Blair y Aznar. Sólo la clase trabajadora puede acabar con el terrorismo individual y el terrorismo de estado, luchando contra las lacras del capitalismo, contra la precariedad laboral, por una vivienda digna, una educación y una sanidad pública de calidad, junto al respeto a los derechos democráticos de las naciones oprimidas en el Estado español y en el mundo. Ahora más que nunca es necesario organizarse con los marxistas de El Militante y Ezker Marxista, con el objetivo de crear una alternativa revolucionaria que ayude el proceso iniciado el 14-M a avanzar hasta su resolución final, que sólo puede ser la victoria de una sociedad auténticamente socialista.

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