La lucha del pueblo irlandés por su liberación del imperialismo británico es una de las más largas y duras de la historia y de ella se desprenden lecciones de las que podemos aprender la clase trabajadora y la juventud vasca. En el caso concreto de La lucha del pueblo irlandés por su liberación del imperialismo británico es una de las más largas y duras de la historia y de ella se desprenden lecciones de las que podemos aprender la clase trabajadora y la juventud vasca.

En el caso concreto de Euskal Herria, el proceso irlandés inspiró el pacto de Lizarra. Años después de su fracaso todavía se insiste en un frente con la burguesía vasca para alcanzar el derecho de autodeterminación para Eskal Herria pero toda la experiencia histórica ha demostrado, no obstante, que la derecha vasca, vinculada por lazos de clase a la oligarquía española, nunca ha defendido de forma consecuente las aspiraciones democráticas del pueblo vasco y nunca se ha enfrentado decisivamente a los que las reprimen. Su actuación, amparando y ejecutando la aplicación de la antidemocrática Ley de Partidos, lo demuestra sobradamente. El único camino para alcanzar el derecho de autodeterminación de Euskal Herria y resolver los problemas que afectan a la mayoría explotada de nuestro país, a los trabajadores, a los jóvenes, a los parados... es unir las reivindicaciones democráticas a un programa que plantee sin rodeos la lucha contra el capitalismo y por el socialismo.

James Connolly, el gran revolucionario marxista irlandés, ya advirtió a los que luchaban por la libertad de Irlanda que ésta debería formar parte de otra más amplia por el socialismo o si no fracasaría: “Si mañana echas al ejército británico e izas la bandera verde sobre el Castillo de Dublín, a no ser que te plantees la organización de una república socialista, Inglaterra seguirá dominándote, te dominará a través de los capitalistas, de sus terratenientes, a través de todo el ejército de instituciones comerciales e industriales que han instalado en el país. (...) Estamos por una Irlanda para los irlandeses. Pero, ¿quiénes son los irlandeses? No es el casero rentista poseedor de suburbios, ni el capitalista sudoroso triturador de beneficios, ni el pulcro abogado mutado, no el prostituido hombre de la prensa —los mentirosos a sueldo del enemigo— (...) No son estos los irlandeses de los que depende el futuro. No son estos, sino la clase obrera irlandesa, la única clase sólida sobre la que se puede alzar una nación libre”. La opresión de Gran Bretaña sobre Irlanda, después de siglos de robo y explotación, no ha encontrado su solución, ni la podrá encontrar, sobre la base del capitalismo.

Con el acuerdo de Irlanda en la mano nadie puede afirmar que los católicos, el sector más oprimido de los seis condados del norte, hayan obtenido concesiones del gobierno británico. Dicho acuerdo consagra la división territorial de la isla. Irlanda del Sur, cuya Constitución reclamaba la unión de sus 26 condados con los 6 condados de la parte norte de la isla, ha tenido que renunciar expresamente a dicha reclamación. El acuerdo establece un “Consejo” que integra a representantes de todas las partes de la Isla que no tiene ningún poder efectivo.

Respecto al derecho de autodeterminación, se limita a los 6 condados del norte, lo que es una salvaguardia para la mayoría protestante y los unionistas sectarios que son mayoría y que no aceptan una Irlanda unida y libre del yugo del imperialismo británico.

En la práctica ¿qué solucionará el acuerdo para la clase trabajadora? Ni el paro, ni las desigualdades sociales, ni el recorte de las condiciones de vida van a desaparecer bajo el capitalismo ya que eso depende de la evolución de la economía mundial, de la que Irlanda no puede escapar. No se consigue ni la reunificación irlandesa, ni se alcanza la “soberanía”, ni se acaba con el sectarismo, ni con la dominación británica. En estas condiciones tampoco habrá una auténtica paz.

Gerry Adams, firmante de los acuerdos de viernes santo por parte del Sinn Fein, ha visitado varias veces Euskal Herria para dar su visión de la situación que atraviesa el proceso irlandés.

Ezker Marxista, por nuestra parte, invitamos a Gerry Ruddy, miembro del Comité Nacional del IRSP (Partido Socialista Republicano Irlandés), que nos ofrecerá una visión socialista revolucionaria del movimiento republicano irlandés y una alternativa de clase para lograr la paz.

El IRSP, cuyas raíces se remontan al giro a la izquierda que emprendió un sector del movimiento republicano a finales de la década de los sesenta con Seamus Costello a la cabeza, fue creado en diciembre de 1974, inspirado en las ideas del socialista revolucionario irlandés James Connolly.

Gerry Ruddy participará en los siguientes actos

10 DE MAYO - BILBAO

· 12h. - UPV/EHU Leioa

(Sala de Conferencias

de la Biblioteca).

· 20h. - Gaztetxe KUKUTZA.

11 DE MAYO - DONOSTIA

· 12h. - Salón de Grados

Facultad de Psicología.

12 DE MAYO - VITORIA

· 12h. - Aula Magna de la Facultad

de Geografía, Historia y Filología.

· 19h. - Sala Luis de Ajuria

(c/ General Álava, 7).

13 DE MAYO - PAMPLONA

· 12h. - Universidad.

· 20h. - Gaztetxe de Burlada.

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