Luis Pérez (UGT), Óscar Sainz (CCOO) y Joaquín Alonso (CGT), miembros del comité de empresa nos explicaban los orígenes del conflicto. “El conflicto surge en la negociación del convenio colectivo. Éramos doce representantes en la mesa; 5 de UGT, 4 de CCOO, 2 de CGT y 1 del sindicato vasco ELA. Éste último firmó con la empresa un convenio de eficacia limitada que afecta sólo a sus afiliados y a los que se apunten a él. El sindicato ELA le expulsó en cuanto se enteró de lo que había pasado, pero él siguió adelante de acuerdo con la empresa, que comenzó una campaña de acoso, coacción y amenazas de despidos, para que la gente se adhiriera al convenio; entre jefes y mandos intermedios consiguió 476 personas que se apuntaron. Sin embargo, 1.500 personas se negaron a aceptar ese convenio, con lo cual ahora tenemos 476 con convenio y 1.500 con el sueldo del 2001. Nuestras reivindicaciones eran simplemente lo que el gobierno había autorizado a la empresa pública con pérdidas pero la dirección, para darnos ese dinero, quiere reformar toda la normativa laboral, un sistema de jornadas tirano, etc. El problema de esta dirección es que el presidente de FEVE es del área más reaccionaria del PP, que se gasta más en seguridad personal que en seguridad ferroviaria y que pretende que aceptemos la nueva normativa para los trabajadores que él se ha inventado. El comité de empresa se negó a aceptar esto. Nosotros estamos dispuestos a negociar, pero no aceptamos imposiciones. No cambiamos derechos por dinero, porque ya no es un problema de dinero sino de dignidad. A pesar de las ofertas económicas con las que la dirección de la empresa está intentando chantajear a los trabajadores (pagos de atrasos y demás), la gente está resistiendo. Estamos muy fuertes y seguiremos planteando nuevas acciones hasta que haga falta”.
Después del éxito de la marcha iniciada el 16 de enero y del caluroso recibimiento al llegar a Oviedo, a eso de las cinco y media de la tarde entre aplausos y al grito de “esto nos pasa por un gobierno facha” y “ este convenio lo vamos a ganar”, los trabajadores siguen decididos a seguir luchando. Uno de los trabajadores que venía caminando desde Bilbao nos decía lo siguiente: “Iniciamos esta marcha sin saber muy bien en qué iba a ir a parar, pero día a día nos hemos dado cuenta de toda la gente que se nos ha ido uniendo; cada día había más compañeros y después de 15 días de caminata, tras 370 kilómetros, hoy nos han recibido miles de personas. Estamos dispuestos a seguir luchando porque no estamos dispuestos a aceptar los recortes de derechos de los trabajadores que la dirección de la empresa nos exige para firmar el convenio; porque supone un retroceso enorme en nuestros derechos que no estamos dispuestos a consentir; porque somos trabajadores, no somos esclavos que es lo que quiere la dirección de esta empresa (...) España está patas arriba a nivel laboral, no es sólo un problema en FEVE, hay montones de conflictos: la Renfe, las minas, los astilleros... El gobierno lleva años intentando privatizarlo todo, lo ha hecho poco a poco porque no quiere que haya un movimiento laboral, pero estamos viendo que no paran de surgir luchas en todos lados y se ve un movimiento laboral a no mucho tardar, y está claro que la clave para conseguir un triunfo es la unificación de todas estas luchas”.
Beatriz Rubio
Asturias
