El Gobierno de Navarra había prohibido la manifestación del Sindicato de Estudiantes alegando “defectos de forma” al haberse presentado con 7 días de antelación en lugar de los 10 que marca la ley. Se trataba de una interpretación totalmente restrictiva del derecho de manifestación y un auténtico ataque a la libertad de expresión. Elaboramos un recurso en contra pero las trabas que exige ir a un Contencioso Administrativo —con procurador, abogado, juicio oral, etc.— nos hizo imposible materialmente (te dan 48 horas) presentarlo, por lo que optamos por legalizar nuevamente la manifestación por vía de urgencia. Esta situación de indefinición sobre si la manifestación era legal o no se mantuvo hasta el día 28 por la noche; cabía la posibilidad de que la prohibieran con cualquier excusa, cosa que finalmente no ocurrió, probablemente por la campaña de presión que hicimos a Delegación del Gobierno desde todo el Estado. Sin embargo, el hecho de que la manifestación estuviese inicialmente prohibida seguramente restó asistencia, por lo que el número de asistentes es aún más significativo. Lo fundamental del acto es el ambiente magnífico desde el principio hasta el final de la mani, momento en que muchos jóvenes se afiliaron al SE, lo que supondrá un paso más en el afianzamiento del SE en Navarra.

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