M. J. Rodríguez

Delegada por UGT en el Comité de Empresa

Los trabajadores de Eclair Prym, después de llevar años de reestructuración, reducción de plantilla (éramos 800 trabajadores en 1980 y en 2002 somos 93), de aceptación de condiciones vejatorias como reducción de salario, pérdida de antigüedad etc., manteniéndose la empresa en último término a costa de nuestros salarios bajos, hemos decidido este año que ¡basta ya de aceptación! y hemos salido a la huelga por nuestras reivindicaciones, para llevar adelante el Convenio de Empresa.

La dirección empezó planteando, como siempre, la situación precaria de la empresa y la cantidad de deudas que teníamos (llevamos años en esta situación) y que por tanto en el convenio, no cabía ninguna posibilidad de negociar nada e incluso el incremento salarial sería 0% porque el empresario no podía seguir poniendo dinero, cuando no recibía beneficios.

El Comité de Empresa, apoyado totalmente por los trabajadores, planteó que no se podía perder más poder adquisitivo y centró las reivindicaciones en principalmente en tres puntos:

Incremento salarial asegurando el IPC real

Empezar a generar antigüedad desde 1996 (que fue cuando nos compraron) pidiendo cobrar un quinquenio, que representa el 5% del salario base.

Reducción de jornada

La dirección de la empresa se posicionó en contra. Pero mediante la presión y la amenaza de huelga nos adelantó el 1% de incremento salarial, negándose a nada más.

Ante la intransigencia de la patronal, el Comité de Empresa convocó una asamblea, planteando la necesidad de una huelga los días 14 y 16 de mayo para romper la política seguida por la dirección. Salimos a la huelga los días 14 y 15 nos hace una nueva oferta: el IPC supuesto (2%) más la cláusula de revisión, propuesta que no fue aceptada por la asamblea de trabajadores planteándose una huelga indefinida.

A los dos días de huelga, la dirección nos llama y nos hace una nueva propuesta: además del incremento del IPC real, acepta que se nos empieza a generar antigüedad desde el 1 de julio de 1996, cobrándose el quinquenio (4% del salario base).

Esta propuesta fue aceptada por la mayoría de los trabajadores.

No hemos conseguido la totalidad de lo que planteábamos, pero hemos recordado que en 1976 Areitio fuimos una Empresa emblemática y luchadora en Vitoria, siempre a la cabeza en la lucha por las condiciones de los trabajadores y que en 2002 hemos dicho ¡basta ya! y hemos vuelto a retomar el camino de la lucha obrera.