secretario general del SOC

"No podemos permitir que el decreto siga adelante, porque acabaría siendo la muerte lenta de todo el medio rural"

El domingo 26 de mayo, convocados por el Sindicato de Obreros del Campo (SOC-MR), miles de jornaleros de decenas de pueblos andaluces participaron en el corte de Despeñaperros, entre Jaén y Ciudad Real, para dejar bien claro el rechazo hacia el decretazo sobre el desempleo. Hemos hecho una entrevista a Diego Cañamero, secretario general del SOC, para que nos explique qué piensa de esta reforma y la lucha que el SOC va a llevar en los próximos meses contra este ataque.

El Militante.– ¿Qué significa la reforma del subsidio agrario para Andalucía?

Diego Cañamero.– La reforma significaría un paso atrás muy grande para los jornaleros y todos nuestros pueblos, porque en Andalucía hay 203.877 trabajadores que cobran el subsidio agrario. El subsidio y el PER son una renta básica que durante 18 años ha posibilitado que los trabajadores se quedaran a trabajar en el campo, evitando que tengan que dejar sus pueblos para emigrar a las ciudades en condiciones infrahumanas. Claro que hay que reformar el PER, pero para mejor. Es vergonzoso que el gobierno hable de que los trabajadores roban cuando están percibiendo un subsidio de 21.600 pesetas mensuales. El gobierno se ha gastado seis veces más en la reconversión minera de Asturias y a los jornaleros les quieren dejar sin el poco sustento que el subsidio les da.

El año pasado se abrieron 27.411 cartillas nuevas y la media de jornadas trabajadas en ese mismo periodo fue de 45,09. Con esta misma media de jornadas, la reforma llevaría a los trabajadores a tener que trabajar seis años para cobrar tres meses de paro. No podemos permitir que el decreto siga adelante, porque acabaría siendo la muerte lenta de todo el medio rural.

Hablan de la movilidad geográfica. ¿Qué más movilidad quieren? Los jornaleros andaluces son los trabajadores que más se mueven de sus localidades para buscar trabajo, como los 10.000 que se van a la vendimia en Francia o los 7.500 que se desplazan a las campañas agrícolas de Navarra.

Lo que realmente pretende el gobierno es que las plazas de los pueblos se vuelvan a llenar de jornaleros esperando a que los empresarios ese día les quieran dar trabajo. Si hoy este problema ya existe, imagínate si no paramos la reforma. Quieren disponer de mano de obra más barata y sin derechos. Por un lado se ahorrarían 781 millones de euros y por otro quieren dejarnos solos ante los empresarios, sin ninguna protección social para que los señoritos españoles sigan cometiendo abusos.

El PP tiene una intención claramente política con este ataque porque le molesta que Andalucía y Extremadura no respalden a su partido y así es como nos quieren castigar.

EM.– Una de las primeras respuestas contundentes que habéis hecho es el corte en Despeñaperros. ¿Qué valoración de éste hacéis y qué nuevas acciones preparáis?

D.C.– La valoración es muy positiva, fue todo un éxito. Conseguimos que 10.000 jornaleros cortaran durante más de una hora un punto de comunicación tan importante como este. Queríamos dejar claro que no vamos a permitir que la política de la derecha llegue a Andalucía. Nuestro objetivo se cumplió, a pesar de que este gobierno reaccionario intentara impedirlo mediante la represión. Unos 1.500 compañeros tuvieron que soportar las cargas de la Guardia Civil cuando intentaron cortar Despeñaperros desde la parte de Ciudad Real. Así es como responden al derecho democrático de manifestación, que además fue por nuestra parte totalmente pacífica.

Pero no nos van a asustar. El corte ha sido sólo el inicio de una larga lucha obrera y no nos va a parar nadie hasta que se retire el decretazo. En los próximos días y semanas vamos a hacer concentraciones y asambleas generales en todos los pueblos, encierros en los Ayuntamientos y otras acciones contundentes de aquí a la huelga general del 20 de junio, que nosotros también convocamos. Hemos hecho ya más de cien asambleas en los pueblos y seguiremos haciéndolas para incorporar a decenas de miles de trabajadores a la lucha. Y si el gobierno después de la huelga general no retirara el decreto, entonces nosotros seguiremos en una lucha a muerte. Lo que está claro es que no vamos a dejar que la conquista del subsidio agrario, que nos ha costado sudor y cárcel a los trabajadores, sea liquidada.