Un trabajador de Canal Sur
Afiliado a CCOO
Una imagen vale más que mil palabras. ¡Cierto! Imagen patética la que ha dado, en pleno proceso de negociación de V Convenio Colectivo, el director de recursos humanos y representante de la dirección de la RTVA, al abandonar las conversaciones e ignorar las reivindicaciones de los trabajadores.
La confrontación viene de años atrás, en los que los trabajadores han visto cómo se ha pasado de una a dos emisoras de televisión y tres de radio, con el consecuente aumento de producción. Cómo se han ido adaptando al continuo avance tecnológico sin que esto se reconozca en su valoración del puesto de trabajo; pero todo ello, por supuesto, en unas instalaciones anticuadas y donde la salud laboral brilla por su ausencia. Un importante porcentaje de la plantilla, generalmente personal contratado, se ve sometido a una absoluta disponibilidad horaria, y a una continuada y excesiva movilidad geográfica en las ocho provincias andaluzas, todo ello consecuencia de una nefasta organización, donde parece que los trabajadores no son más que números o cifras. Así lo entiende la dirección, que intenta dividir a sus trabajadores prometiéndoles la tan ansiada recalificación y aumento de categoría, a cambio de asumir tareas propias de otros colectivos, lo que se traduce en la pérdida de más de un centenar de puestos de trabajo.
Al menos, el desplante del representante de la empresa, que se ha negado incluso a negociar propuestas de mediadores experimentados en conflictos similares (mediación que ella misma solicitó), ha servido para que los sindicatos, mediante el Comité Intercentros, respalden las movilizaciones que desde hace tiempo los trabajadores pedían a gritos. De momento técnicos de sonido y de vídeo harán paros con una frecuencia casi diaria. Y en esta semana se decidirá la posibilidad de una huelga coincidiendo con la cumbre europea de Sevilla que, muy a nuestro pesar, resentirá bastante la imagen de la radio y televisión públicas. Después de esto, seguro que el todopoderoso representante de la empresa se verá obligado a negociar o a marcharse. Desde aquí pedimos la solidaridad de todo el personal administrativo, de producción, redacción y demás trabajadores que, dadas las fechas, recibirán fuertes presiones y chantajes por parte de la empresa.
