También avisamos a la Delegación de Gobierno e interpusimos las denuncias pertinentes, pero sabíamos que la burocracia con sus lentos trámites no podían ser la solución. Una asamblea, a última hora del lunes 7, con los afiliados permitió organizar un buen servicio de orden para poder defendernos de cualquier provocación fascista. El día 8 pudimos ver los resultados de tales acciones. Más de quinientos jóvenes de institutos y universidades públicas, además de algunos padres, profesores y trabajadores salimos a la calle con dos consignas en la cabeza: “Por una educación pública” y “no a las agresiones fascistas”. El transcurso de la manifestación fue tranquilo y el servicio de orden mostró nuevamente su importancia esencial. Se repartieron cientos de panfletos con nuestras reivindicaciones, hicimos una colecta para financiar el Sindicat d´Estudiants y, al llamamiento que hicimos a la afiliación hubo una respuesta masiva en un ambiente de lucha, consciente y totalmente pacífica.
Isabel (SE · Mallorca)