La multinacional japonesa SUZUKI tiene en Gijón una fábrica, donde trabajan unas 400 personas, entre plantilla y subcontratas. Recientemente, esta empresa se ha sumado a la larga lista de multinacionales que plantean el chantaje de la deslocalización para que los trabajadores acepten rebajas en sus condiciones laborales.

Entrevistamos a un miembro del Comité de Empresa.

El Militante.— ¿Iniciasteis las movilizaciones por el tema del convenio colectivo ¿En qué punto está ahora?

Comité.— Pues tras catorce meses negociando, ahora dicen que no vale nada de lo negociado y que quieren partir de cero, sin tener en cuenta ni el convenio anterior. Además ponen dos condicionantes. Aceptar un cambio en el sistema de trabajo, que implica más productividad, pero sin hablar de dinero, y aceptar una reducción en el complemento que percibimos cuando estamos de baja si el absentismo por esta causa afecta a más del 5% de la plantilla.

Por si fuera poco, el personal fuera de convenio sí ha tenido subida el año pasado y volverá a tenerla éste. Esto cabrea mucho a la gente. Aquí hemos tenido años de subida cero, cuando la cosa ha ido mal, pero ha sido para todos. Además, el problema ahora no es que la empresa esté en crisis, pues estamos fabricando a tope. Pero la media de edad nuestra son 49-50 años. Por eso quieren deshacerse de nosotros y sustituirnos por gente joven, más barata.

EM.— ¿En que condiciones están las subcontratas?

CE.— Los tienen machacados, cobran mucho menos y si están, por ejemplo, en la cadena no cobran el plus de cadena. Cuando una empresa de esas pasa de 50 trabajadores y pueden hacer un comité, entonces crean otra. La gente joven no tiene derechos de nada.

EM.— ¿Qué plantea la empresa respecto al “plan de viabilidad” del que se está hablando?

CE.— No hay nada oficial, pero se habla de despidos. Y no vamos a aceptar ningún despido, con indemnización o sin ella. Prejubilaciones sí, pero en buenas condiciones.

EM.— Si se prejubila gente, y se pretende mantener la producción ¿tendréis que hablar de contratos relevo? ¿En que condiciones?

CE.— Bueno, queremos que sea con los mismos derechos. Pero incluso el primer año aceptaríamos que entraran cobrando el 80%, como se hizo en la planta de Manzanares, siempre y cuando el segundo año tuvieran ya todos los derechos. Aceptaríamos eso, para que la gente de subcontrata entrará en la plantilla y no se perdieran puestos de trabajo.

En cuanto al convenio, queremos una subida salarial razonable e incentivos económicos para aumentar la productividad. Porque lo que no podemos aceptar es trabajar por 150.000 pesetas y que el dinero se lo lleven todo ellos.

EM.— ¿Cómo ves la situación actual, con la cantidad de empresas que atraviesan dificultades?

CE.— Como no se tomen medidas a nivel del Principado y del gobierno de Madrid, esto se puede convertir en una batalla campal. Los puestos de trabajo la gente los considera como algo suyo, que no se puede perder, sobre todo para la juventud, que no puede seguir viviendo a costa de padres, abuelos...

Y no es que yo sea un radical, pero o lo arreglan o esto tiene mala pinta. Asturias se está quedando vacío. Desaparecen las minas, los astilleros, ¿dónde van a trabajar los hijos? Todos no son catedráticos, la mayoría somos obreros y tenemos que ganar el sueldo trabajando en una empresa.

EM.— ¿Crees que unificar las movilizaciones supondría un paso adelante para todas las empresas con problemas?

CE.— Sí, eso era lo que debían hacer los sindicatos, pero da la sensación de que están pasando de todo, no hacen las movilizaciones que deberían hacer, o no se atreven o tienen miedo a perder las subvenciones...

Yo creo que si nos juntamos todos tendremos mucha fuerza. Es una cosa general, no sólo el caso nuestro. Los sindicatos tienen un poder grande. Si hubieran reaccionado cuando empezaron los contratos basura y todo esto, no estaríamos en esta situación. Pero faltó esa rea

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