La conflictividad laboral se dispara en Euskadi debido a la intransigencia patronal

El dia 1 de junio se ha celebrado una manifestación en Vitoria con el apoyo de todas las organizaciones sindicales para frenar la actitud prepotente de la patronal que está disparando la conflictividad laboral en Euskadi. El 9 de junio ELA, LAB y otros sindicatos menores que conforman la autodenominada mayoría sindical vasca han convocado una huelga de una hora de paro en toda la provincia en apoyo a la lucha de Caballito. UGT y CCOO se han descolgado al no lograr apoyo para una movilización que incluyese el conjunto de sectores y empresas que están en lucha en estos momentos. Recientemente El País publicó un artículo titulado “Euskadi, en marcha hacia la huelga”. La construcción en Guipúzcoa, los bomberos de Euskadi, el sector de telemárketing, los médicos en Navarra y otros sectores, los bomberos, el Ayuntamiento de Gasteiz, Los astilleros de Vizcaya, los despidos de Newell o de Expal y un largo etc. conforman una oleada de conflictividad creciente que afecta a miles de trabajadores.

Caballito, una lucha contra el despido libre

La lucha de Caballito con siete meses de huelga indefinida, la huelga más larga que se recuerda en Gasteiz, no es ya ni por el salario ni por la jornada laboral. Como dicen los trabajadores, “de ninguna manera podremos recuperar lo perdido en estos siete meses”. Se trata de una huelga contra el despido libre. Por eso su lucha es la lucha de toda la clase trabajadora y hay que apoyarles. Ellos son hoy la punta de lanza en Alava.

A esta lucha de Caballito se une una ofensiva en toda regla de la patronal en la negociación colectiva. En el convenio provincial del Metal y de la Madera la patronal quiere eliminar los derechos adquiridos en los convenios colectivos. Pretenden que cada año se empiece de cero. No quieren saber nada de reducción de jornada laboral, plantean convenios hasta de cinco años con incrementos salariales ridículos. Buscan generalizar la subcontratación potenciando el empleo basura y, como en Caballito, tratan de imponernos el despido libre. Con la excusa de la deslocalización amenazan a toda la clase trabajadora para exigirnos más jornada con menos salario en peores condiciones de trabajo y de contratación. Esta situación pone encima de la mesa la necesidad de una huelga general de 24 horas unitaria, consciente y participativa.

Durante la última década la patronal ha tenido ganancias desorbitadas, una auténtica orgía de beneficios extraídos de la sobreexplotación de la clase trabajadora, de la precarización masiva del empleo, de una ofensiva neoliberal arrasadora que ha destruido muchas de las conquistas que teníamos en el pasado abaratando el despido, extendiendo las ETTs y la subcontratación e incrementando los ritmos productivos hasta la extenuación del trabajador a costa de un incremento de los accidentes laborales. Pero todo esto no les parece suficiente. Quieren más.

La patronal, SEA, Confebask, las instituciones gobernadas tanto por el PP como la Diputación y el Ayuntamiento como por el PNV dan cuantiosas subvenciones a las empresas y cuando destruyen empleo les apoyan frente a los trabajadores. La derecha se une y la clase trabajadora debemos hacer lo mismo.

Unificar las luchas

ELA, que lidera la mayoría sindical junto con LAB, está imponiendo una lucha empresa a empresa cuando la situación exige unificar las luchas, generalizarlas, hacer lo posible para unir a la clase trabajadora.

Los convenios sectoriales son útiles para una gran cantidad de trabajadores que dependen de ellos y que de otra forma quedan desprotegidos. La burguesía busca romper los marcos amplios de negociación colectiva, negociar empresa a empresa y si pudiesen lo harían obrero a obrero, sin organizaciones sindicales, sin leyes ni derechos colectivos como hace más de un siglo.

Por su parte UGT y Comisiones Obreras deben sumar fuerzas. Si creen que es necesario hacer más para desbloquear el convenio provincial del Metal y de la Madera, la lucha de Caballito y contra el cierre de Newell y Explosivos Alaveses, deberían apoyar el paro del día 9 de una hora aunque sea insuficiente, hacer asambleas y proponer una movilización más contundente.

El endurecimiento en las relaciones laborales está poniendo en evidencia la crisis del capitalismo. Este sistema solo funciona concentrando la riqueza en unas pocas manos a costa de la explotación de la gran mayoría; por eso la lucha de la clase trabajadora por mejorar las condiciones de vida y de trabajo, por disminuir la jornada laboral y lograr un puesto de trabajo fijo y digno para todos es la lucha por la transformación socialista de la sociedad.

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