La manifestación convocada unitariamente por UGT y CCOO en Bilbao el 20-J fue encabezada por los trabajadores de Mecánica de la Peña, que llevan tres años en lucha tras la suspensión de pagos y la declaración de quiebra, que ha dejado a 400 familiasLa manifestación convocada unitariamente por UGT y CCOO en Bilbao el 20-J fue encabezada por los trabajadores de Mecánica de la Peña, que llevan tres años en lucha tras la suspensión de pagos y la declaración de quiebra, que ha dejado a 400 familias en la calle.

A continuación reproducimos el relato de Antolín Martín, trabajador y afiliado a UGT, que nos cuenta la situación en que se encuentra el conflicto.

‘A pesar de las desavenencias, el PP y el PNV se ponen de acuerdo cuando se trata de atacar a los trabajadores’

Mecánica de la Peña, otra de esas empresas modelo del gobierno vasco, por la que se paseaba la Televisión Vasca con los consejeros, el lehendakari, el diputado general..., todos para "hacerse la foto", empleaba a 750 trabajadores de los cuales 450 eran fijos y el resto eran contratas y daba empleo a unos 2.500 trabajadores entre Euskadi y el resto del Estado. Hoy en plantilla quedamos 296 trabajadores, tras la marcha de unos con indemnización, los que se han muerto y las invalideces. En aquel momento la directiva de la empresa, en manos de Abásolo y Lobo, puestos por el PNV, alegaron que tenían una deuda de 24.000 millones de pesetas y en estos momentos alegan quiebra total. Se ha puesto encima de la mesa la rescisión de contratos y por tanto el cierre de Mecánica de la Peña. Los trabajadores tratamos entonces de buscar todo tipo de soluciones, intentando buscar un empresario que se hiciese cargo de la empresa, pero el cierre era una decisión tanto del gobierno vasco y el PNV como del gobierno central y del PP, que a pesar de sus desavenencias sí se ponen de acuerdo cuando se trata de atacar a los trabajadores.

Los trabajadores hicieron un plan que presentaron al gobierno vasco y central, al PNV y al PP, y al resto de los partidos para buscar su apoyo. El plan planteaba prejubilaciones desde los 50 hasta los 65 años y la recolocación de los menores de 50 años, que son aproximadamente unos 60 compañeros. La respuesta al comienzo fue de aprobación, incluso el PP nos dijo que ellos aportarían el 50% y el gobierno vasco, el otro 50%. El coste del plan suponía unos 8.600 millones, de los que 4.300 correspondían al PP, que fueron los primeros que se comprometieron. Incluso en el senado consta en el diario de actas que estaban dispuestos a darnos "muchísimo más de 2.500 millones" y hoy en día lo que nos están ofreciendo es aproximadamente 1.700 millones de pesetas.

Hoy es el día que nos están ofreciendo prejubilaciones desde los 55 años hasta los 65 años, es decir, el convenio especial que nos pagaría el gobierno central con el subsidio de desempleo. Y Fogasa a los menores de 55 años les ofrecería un año de paro como indemnización inmediata. Eso es verdaderamente lo que tenemos y nos van a presentar ahora la rescisión de contratos sin ningún compromiso firme. Estamos enormemente preocupados porque nos van a rescindir los contratos y no sabemos en concreto qué es lo que tenemos. Yo suelo decir en las asambleas que al final lo que tenemos es "la calle para correr delante de la ertzaintza" porque al final no nos van a dejar otra solución. Llevamos tres años haciendo huelgas de hambre, encerrándonos, manifestándonos, hemos ido al Parlamento de Vitoria, a Madrid, y hasta ahora hemos sido tan pacíficos que no hemos roto nada...y no queremos romper nada, pero la gente está ya tan cabreada que en cualquier momento puede pasar lo que no ha pasado en tres años y habrá que pedir responsabilidades tanto al gobierno vasco como al gobierno central, que son los máximos culpables, porque esto ha sido una decisión política, ya que Mecánica de la Peña era "la empresa modélica", con todos los sellos de calidad, profesionalidad, tenía gran demanda del extranjero y al final nos encontramos en la calle sin nada.

Creo que vamos a tener que seguir luchando, pero muy en serio porque ya no nos queda tiempo.

El lunes tenemos una asamblea y la gente se está planteando hacer una huelga de hambre con todas las consecuencias, y nosotros pensamos que eso es muy peligroso porque nos podemos jugar no sólo el pan, sino la salud e incluso la vida. Pero puede salir cualquier cosa porque la gente ya está muy caliente. La gente se arregla con los ahorros, con las ayudas y con la solidaridad de sus familiares.

La reforma del desempleo planteada por la derecha nos afecta de lleno, porque nos pueden hacer trabajar como esclavos, en concreto a los mayores de 52 años, que somos mayoría en la empresa, regalándoles dinero a los empresarios mientras ellos nos pagan la diferencia hasta el salario del convenio, es decir, prácticamente gratis.

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