Efectos del Decretazo

"Para la juventud —apunta Caña, de Marinaleda— significa quedarse fuera del régimen general agrario, una barbaridad. Para los mayores de 52 años, otra barbaridad, porque como sabéis tendrán que trabajar por la mitad del dinero ya que el patrón le descontará lo que cobra del subsidio, con lo que un hombre o una mujer de esta edad trabajaría por 2.000 pesetas por día. Encima lo presentan como un favor. Luego está la cuestión de las mujeres, que son las grandes perjudicadas. Tradicionalmente las mujeres no han tenido acceso al trabajo del campo y ahora que se estaban incorporando —antes no cobraban del paro porque ni siquiera tenían cartilla, dado que el coste de la Seguridad Social era muy caro y lo que se hacía era cotizar un miembro por cada familia, normalmente el hombre— viene el Decretazo y lo corta. Los del PP se han quitado la careta, hasta hace poco no se percibían muchas diferencias con la política del PSOE. Ahora están haciendo una política dura de derechas".

"Uno de los objetivos de este Decreto —señala María del Carmen, de El Coronil— es volver a tener las plazas llenas de jornaleros dispuestos a trabajar por lo que sea y donde sea, sin reclamar ningún derecho".

Valoración de la marcha

"La marcha ha sido muy positiva —explica María del Carmen— hay compañeros de todas las provincias, incluso de Almería, donde hace dos años empezamos el trabajo con los inmigrantes. Muchos más de los que están aquí querían haber venido, pero no han podido por el riesgo de que se aprovechase la marcha para echarles del país y porque no tienen dinero, la organización no puede hacerse cargo de todos los gastos, el SOC es una organización más bien pobretona. Pero pese a todas las dificultades hay una gran participación. La gente está muy animada porque es consciente de que lo que está reivindicando es justo".

"Por parte de la población de Getafe ha habido muy buena actitud. El mismo día que llegamos hicimos una asamblea en Getafe, en Pinto hicimos otra".

"El único punto negativo es el boicot tan descarado de la prensa a una lucha tan importante como ésta, en la que han venido miles de jornaleros y jornaleras hasta Madrid que han andado más de 70 Km., incluyendo personas incluso con 76 años —nosotros la hemos llamado Marcha de la Dignidad—. Es increíble que haya tenido muy poca repercusión en los medios, sobre todo si lo comparamos con el encierro de CCOO y UGT en la catedral de Sevilla, con muchas menos personas. Hay un intento de silenciar el SOC como sea y eso nos lo han comentado incluso algunos periodistas y cámaras de televisión".

"También ha habido un boicot descarado de las cúpulas de CCOO y UGT al SOC". Caña apunta que "el problema no es con la base, que participa en nuestras luchas y convocatorias, es con la dirección. No quieren un sindicato de acción sino de negociación y eso no es nuestro estilo, ni nos interesa".

Planes de movilización

"Hemos estado toda la primavera-verano de marchas, ocupaciones cortes de carreteras, encierros en los ayuntamientos..., todo lo que podemos y vamos a seguir haciendo acciones durante el verano. De todas maneras lo que da más pánico a los terratenientes es que vamos a parar las cosechas en otoño", señala Caña.

Imagen de los jornaleros

"Los actos que hemos convocado en Madrid han sido importantes porque mucha gente desconoce la realidad de los jornaleros y hay que contrarrestar la idea falsa e interesada de que vivimos del cuento y de la pandereta. ¡Ganamos unas 64.000 pesetas por mes y resulta que somos los que mejor vivimos!", nos explica María del Carmen.

"Mucha gente desconoce que tenemos que estar cotizando el régimen agrario tanto si trabajas como si no; que vale 10.400 pesetas todos los meses; que para tener derecho al subsidio agrario primero tienes que haber cotizado durante un año y demostrar que has trabajado como mínimo 35 días en el campo. El subsidio de desempleo, repartido entre los meses del año y descontada la cotización, se queda en 21.000 pesetas al mes. No creo que nadie, con esa cantidad puede decir: ‘pues yo no voy a trabajar’. Tienes que buscarte las habichuelas".

Inmigrantes y el SOC

"Hay que reconocer —explica Mansueto, inmigrante— que el Decreto viene muy mal a los inmigrantes. En primer lugar lo que hace es intentar dividir a los propios jornaleros andaluces que tendrán que pelear para disputarse las 360 peonadas que establece el decreto para poder cobrar el subsidio y en la práctica les obliga a emigrar para encontrar un medio de vida más digno. Eso crea un vacío que los terratenientes, astutos, van a aprovechar, echando mano de los inmigrantes que como sabéis venimos de una forma cautiva. No tenemos nada que perder en nuestra tierra, nos da igual meternos en una patera, en un barco, en el camión... más vale morir en el intento que esperar una muerte segura, sin hacer nada, en África Negra o en el Magreb. Los inmigrantes llegan sin conocer sus derechos, el sistema jurídico español, sin estar integrados en el sistema educativo, vienen hambrientos y enfermos, entonces cualquier cosa que se les proponga seguro que lo aceptan".

"Por otro lado —continúa Mansueto— el SOC no tiene una política específica para la integración de los inmigrantes en el sindicato. Los inmigrantes llegamos a España y vemos como está el panorama político, las asociaciones, los sindicatos... y siempre habrá una organización más abierta, más solidaria, más internacionalista, más integradora, que resulta ser el SOC. Te das cuenta de que aquí puedes estar a gusto, de que te consideran de la misma manera que a todos los demás. Por eso, efectivamente, hay muchos trabajadores inmigrantes que están trabajando en el SOC y en las movilizaciones que estamos convocando: el día 20 de junio, en las manifestaciones antiglobalización..."

La juventud

"Si las mujeres tienen dificultades para trabajar —nos explica una joven de Marinaleda, Esperanza—los jóvenes muchas más, porque se requiere experiencia para trabajar en el campo. En el caso de mi pueblo, no hemos sufrido la falta de trabajo porque hemos ocupado tierra y tenemos un cortijo llamado el Hermoso, que era del Duque del Infantado, conseguido a través de la lucha del SOC y la formación de cooperativas. No lo tenemos tan difícil como los del pueblo de al lado. Ya es una dificultad tener que juntar 45 peonadas y pagar un año de sello sin trabajar para poder cobrar el subsidio como para que ahora tengamos que juntar 360 peonadas".

Latifundismo y reforma agraria

"Lo fundamental, la lucha histórica del SOC —apunta Caña— es exigir la tierra. Nuestro objetivo final no es el subsidio, somos jornaleros y lo que queremos es trabajar la tierra. Desde hace 25 años llevamos gritando reforma agraria. Hay cooperativas en Marinaleda, en El Coronil y en distintos puntos, también producto de la lucha, pero la reforma agraria no se ha hecho todavía ni mucho menos"

"El periódico El Mundo —ob-serva María del Carmen— siempre insiste en que la reforma agraria está ‘pasada de moda’, seguramente habrá algún terrateniente en este periódico. El hecho es que la concentración de la tierra no ha parado de aumentar debido a que muchos pequeños productores no han podido aguantar y han tenido que vender sus tierras".

"Sigue existiendo el latifundismo en Andalucía, con tierras que apenas se utilizan —continúa Caña— mientras hay mucha gente sin trabajo. Además, es un escándalo que con tanta pobreza la Duquesa de Alba, por ejemplo, reciba 2.000 millones de pesetas de subvenciones y que sean los terratenientes los que se embolsen la mayoría del dinero público destinado al turismo rural —que se plantea como una ‘alternativa’ a la falta de trabajo agrícola— para costear restauraciones, etc". Da un dato concluyente: "el 2% de los propietarios posee el 50% de la tierra".

Métodos combativos

Andrés, de la provincia de Jaén, explica como en su pueblo, de unos 13.000 habitantes y 6.000 cartillas agrícolas, cuatro o cinco mil jornaleros tienen que desplazarse de Andalucía, todos los años, a trabajar en la cosecha del espárrago. "Tenemos que ir a Navarra cuando en el pueblo podríamos trabajar en tierras que nunca se han reivindicado. CCOO no lo hacía y de tener 900 afiliados se ha quedado vacío. Desde que empezamos a funcionar como SOC, hace unos meses, hemos afiliado a 320 personas que han visto como luchando se consiguen las cosas, con sacrificio, con honradez... CCOO firma convenios pero no se preocupa de seguirlos, de visitar los sitios donde se trabaja. Nosotros hemos comprobado directamente que no se cumplen los convenios, los cortijos no están para habitarse, no hay vivienda en condiciones, tienen a los inmigrantes hacinados. Ahora hay una oportunidad importante para que se conozca qué es realmente el SOC en toda Andalucía y en todo el Estado. Lucha desde abajo, luchar con la gente es lo que hace falta, y menos despachos".

"Respecto a la lucha contra el Decretazo —continúa Andrés— en dos meses no ha habido ni un sólo día en que el SOC no haya hecho alguna acción, convocado una asamblea, denunciado una situación. En Jaén hay pueblos que todavía no conocen el Decreto y hay muchas tareas por delante. Hemos ido a pueblos donde nunca se había tenido contacto con los sindicatos, y eso que CCOO tiene medios, y ya estamos afiliando a gente".

Transformar la sociedad

"Sólo porque haya un cambio de la propiedad de la tierra, aún siendo un paso adelante, tampoco sería una solución definitiva. Incluso ahora, muchas cooperativas del SOC tienen muchas dificultades porque es imposible competir con empresas capitalistas. La competencia es muy dura", señala María del Carmen.

"Si no hay un cambio estructural, de fondo —continúa Caña— sólo conseguimos mejoras parciales, inmediatas. En Marinaleda, con la producción cooperativa, tenemos un problema que es el mercado. Tienes que ser competitivo".

"Tenemos claro que no sólo somos una organización para luchar por el trabajo sino por cambiar el mundo, luchar por una sociedad mejor".