“Mercedes escucha, estamos en lucha”, “Contra la regulación: movilización”, “Ni chantaje ni expediente”, “La Delegación está con el patrón”, “Menos beneficios, más empleo”...El jueves día 30 de enero, bajo una lluvia persistente y un tiempo infernal, 1.500 trabajadores de Mercedes Benz de la fábrica de furgonetas de Vitoria, celebraron la segunda manifestación en una semana. La mayoría son jóvenes que participan en el inicio de una lucha que expresa el tremendo descontento contra una patronal que les ha sometido al chantaje de un expediente, aprobado por la Delegación de Trabajo del Gobierno Vasco justo antes de la negociación del Convenio colectivo para el presente año. Saben que la empresa quiere imponerles un convenio a la baja con recortes sustanciales si no se lo impiden.

Los trabajadores ven que mientras se les manda a casa a cobrar del desempleo una semana, a la siguiente estarán trabajando en las cadenas a un ritmo febril; que se siguen contratando eventuales; saben que lo que pretende la empresa es mantener sus beneficios a su costa. Saben, como nos contaba un trabajador en el transcurso de la manifestación, que han perdido 30.000 pesetas al mes los últimos años haciendo concesión tras concesión. Saben que la buena voluntad que mostraron el Comité y los trabajadores colaborando con la dirección de la empresa, llevando adelante el traslado de las viejas naves de la fábrica a las nuevas instalaciones de la parte norte, se la pagan ahora con la mano dura, el chantaje y la imposición; y son jóvenes, jóvenes conscientes de su propia fuerza.

Muchos nos confesaban bajo los paraguas que no habían estado nunca en otra lucha ni en otra manifestación. Mercedes tenía antes unos salarios que eran la envidia de las demás fábricas de Vitoria, ahora ganan una media de 180.000 pesetas al mes, no es suficiente tal como está la vida. Han aprendido por su experiencia que si no plantan cara a la empresa ésta nunca se conforma, quiere más flexibilidad, más sacrificios, más recortes.

Pese a la lluvia intensa y al frío era una de las manifestaciones más cálidas de los últimos años, la más joven y la más numerosa de las protestas obreras que ha habido en Vitoria en muchos años. Toda la parafernalia de instrumentos musicales que se suelen llevar al fútbol, como bocinas, pitos, petardos, etc., estaba presente en la manifestación, que junto con las consignas provocaban un ruido ensordecedor, para que lo oyese la patronal y el Gobierno Vasco.

‘Quieren llevar la flexibilidad hasta sus límites’

Al inicio de la manifestación, entrevistamos a José Manuel Builli, presidente del Comité de Empresa, que nos hizo estas declaraciones:

“La empresa nos reclama más flexibilidad y decimos que no, que eso se habla dentro del marco del nuevo Convenio y que se negocie. La empresa se ha negado desde noviembre a negociar esto en el marco del Convenio, amenazó con un expediente de regulación de empleo y finalmente nos lo ha impuesto.

“Encima —continúa José Manuel— lo que pasa es que una empresa que pide 15 días de expediente de regulación de empleo, viene Delegación de Trabajo y se lo autoriza, exigiendo que antes de entrar en el expediente todo el mundo tiene que disfrutar primero de las vacaciones pendientes, llevar la flexibilidad hasta sus límites, horas de formación y todas estas cosas que en nuestro convenio se recoje que sean de mutuo acuerdo a lo largo del año. La Delegación se ha extralimitado y eso nos ha llevado a iniciar movilizaciones contra esta extralimitación de funciones por su parte y para forzar a la fábrica a que negocie esta situación dentro del marco del Convenio.

“Hemos presentado un contencioso de recurso alzado contra el expediente en el terreno jurídico y estamos forzando a la empresa a que negocie, lo que no podemos hacer es dejar de hacer un coche que es lo que en estos momentos le conviene a ella. Hemos hecho dos concentraciones enfrente de la Delegación y dos manifestaciones, esta es la segunda, a partir del lunes volvemos a la fábrica y seguiremos valorando lo que se hace y preparando algún otro tipo de acción.

“Ahora hemos cumplido los primeros cinco días de Expediente: son cinco para enero, dos para marzo y tres para abril y tampoco queremos negociar mientras la empresa no se comprometa a no hacer uso de esto.

“La movilización ha sido muy positiva, teniendo en cuenta que un turno estaba trabajando que son unos mil y en la manifestación había 1.500 y si descuentas los directivos, estamos la fábrica entera, todo el mundo en su sitio. La movilización ha sido un éxito cien por cien”.

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