La decidida lucha de los trabajadores de Fontaneda de Aguilar de Campoo contra el cierre de la factoría se está ganando la simpatía y el apoyo de toda Palencia y Castilla y León. Prueba de ello es que la fábrica cuenta con una plantilla de 211 obreroCCOO

La decidida lucha de los trabajadores de Fontaneda de Aguilar de Campoo contra el cierre de la factoría se está ganando la simpatía y el apoyo de toda Palencia y Castilla y León. Prueba de ello es que la fábrica cuenta con una plantilla de 211 obreros pero las manifestaciones contra el cierre superan las 15.000 personas.

Hace veinte años esta fábrica contaba con más de mil trabajadores pero al llegar hace seis años la multinacional United Biscuit la plantilla pasó de 600 a 212 obreros y no satisfechos con ello, han anunciado el cierre para el verano. La excusa de la multinacional es que ha de "cesar la actividad de la empresa en aras de garantizar un proyecto global".

La respuesta de la plantilla ante este ataque no se ha hecho esperar: el día 4 de abril paralizaron la producción y los días 6 y 7 se manifestaron junto a miles de personas de toda la comarca de Palencia. Comercios y bares cerraron, estudiantes, amas de casa, jubiladas y jóvenes salieron a la calle exigiendo el mantenimiento de los puestos de trabajo en solidaridad con la plantilla. Las paredes, los balcones, los comercios, las calles y los coches de todo el pueblo se llenaron de carteles que dicen "Fontaneda es de Aguilar".

El día 8 hubo una reunión entre la empresa y representantes de trabajadores pero la negativa de la multinacional a mantener la producción y los puestos de trabajo hizo que ésta no durara ni 20 minutos; a las puertas de la factoría miles de vecinos se manifestaban contra el cierre. La actitud reaccionaria de la empresa provocó que la protesta se radicalizara y que los trabajadores y vecinos retuvieran a directivos de la fábrica. La respuesta de los antidisturbios fue contundente: dispersaron a los manifestantes a porrazos y con gases lacrimógenos, lo que provocó que dos personas tuvieran que ser atendidas por los servicios sanitarios.

Manifestación masiva

La diputación de Palencia se reunió en pleno y consideró ilegal el cierre. Mientras tanto, a las puertas del ayuntamiento, trabajadores de la azucarera de Monzón de Campos, amenazada por el cierre, Alfacel, en suspensión de pagos, y Santa Bárbara se manifestaban contra su situación y en solidaridad con los obreros de Fontaneda con pancartas que decían "Junta de Castilla y León, mójate". Pero las protestas no se acabaron: el día 13 todo el pueblo de Palencia salió a la calle para exigir el mantenimiento de los puestos de trabajo de la plantilla de Fontaneda y de la Azucarera de Monzón, cuyo cierre supondría que más de cien obreros fueran a la calle y que miles de agricultores se arruinasen.

La manifestación fue masiva, cerca de 20.000 personas, la protesta más amplia y numerosa que se recuerda en Palencia. Las protestas continuaron, el comité de empresa convocó una huelga general de 24 horas el día 18 de abril que fue secundada por el 100% de la plantilla en sus tres turnos. En un ambiente combativo más de 10.000 personas (en un pueblo de 7.000) se manifestaron bajo el lema "Fontaneda es de Aguilar, no al cierre" y comercios y bares cerraron en solidaridad con la plantilla.

La presión es tal que un concejal del PSOE habló de la posibilidad de expropiar la empresa, lo cual es una reivindicación correcta, pero hay que pasar de las palabras a los hechos; por ello el deber de UGT y CCOO es continuar y elevar al máximo las protestas. Se dan las condiciones para iniciar un calendario de movilizaciones, agitación y propaganda, para que la presión contra la empresa y el gobierno continúe y aumente.

Hay que presionar a la junta de Castilla y León para que exija a la multinacional mantener la producción y los puestos de trabajo y, si se niega, la respuesta debe ser la nacionalización de la empresa sin indemnización y la integración de la misma al sector publico, gestionada por el Estado, los sindicatos y representantes de los trabajadores. Esta consigna debe ser el punto central de la movilización porque es la única forma de garantizar los puestos de trabajo. Si sustituimos a un empresario por otro, ¿qué garantía hay de que no volvamos a la misma situación?

La empresa dice que los obreros deben mantener una posición "ética y responsable" ¡Mira quien habla!, la misma que quiere poner en la calle a 212 trabajadores y darles como alternativa irse con sus mujeres e hijos a cientos de kilómetros, a Extremadura, Navarra o Euskadi, dejar las casas y los puestos de trabajo que ocupan desde hace 15, 20 ó 25 años. Y todo esto porque en otras zonas le sale más barato producir porque tiene más ventajas fiscales del gobierno. ¿Acaso esto es responsable o ético?

La desindustrialización de Castilla y León

Este cierre patronal no es algo aislado. Estamos asistiendo a una continua desindustrialización de Castilla y León y prueba de ello es que desde junio de 2001 hasta abril de este año siete fábricas, repartidas entre Valladolid, Palencia, Burgos y Segovia, han puesto en la calle a más de 1.500 obreros. La mayoría de estas empresas han recibido cientos de millones de pesetas del dinero publico procedente de la junta de Castilla y León del Partido Popular. El despilfarro de dinero empleado en financiar a los empresarios es espeluznante: muchas empresas de Palencia reciben 400 millones de pesetas; en Salamanca los millones llegan a 600, incluso en una ocasión el gobierno autonómico del PP pagó 3.000 millones de pesetas por la empresa Cristaloid ¡y luego la vendió por una peseta! Todas estas ayudas no se devuelven y lo más escandaloso es que no sirven para mantener los puestos de trabajo ya que los empresarios, después de recibir el dinero, anuncian recortes y cierres.

Ante esta situación UGT y CCOO deben pasar a la ofensiva y convocar una huelga general en Castilla y León contra los cierres, los despidos y la desindustrialización dando a conocer todas las luchas y vinculándolas, así como oponiéndose a las empresas que plantean recortes y cierres con una alternativa que pase por la nacionalización de la empresa bajo control obrero para garantizar la actividad productiva y los puestos de trabajo.

¡Por el mantenimiento de los puestos de trabajo!

¡Ni cierres, ni despidos!

¡Basta de subvenciones a las empresas privadas!

¡Huelga general en Castilla y León!

¡Nacionalización de las empresas en crisis bajo control obrero!

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