El historial represivo de actividades sindicales es, desde septiembre del 2001, de nueve despedidos. La actitud tiránica de la dirección se manifiesta en el despido de cualquier trabajador que exija sus derechos legales básicos, en el control asfixiante de la actividad a través de cámaras de video, impidiendo bajo sanción hablar durante el tiempo de trabajo. Despidiendo a las trabajadoras que quedan embarazadas, a las que previamente ha hecho firmar una baja voluntaria.

Estas actitudes han atemorizado a la plantilla y los intentos de construir un sindicato han acabado con el despido de los compañeros y compañeras que lo han intentado.

La empresa ha constituido su propio sindicato amarillo, el CSIF, que salió elegido con un importante rechazo de los trabajadores a través del voto en blanco. Este sindicato propatronal representa a la empresa entre los trabajadores y tapona la posibilidad de abordar la resolución de los graves problemas de los trabajadores.

Para muestra del carácter autoritario de la dirección una anécdota: los trabajadores pidieron para el taller una máquina de café como había en las oficinas. La respuesta de la dirección fue que no podía ser, porque se perdía tiempo.

El último despido ha provocado una protesta de delegados de UGT de Álava en el domicilio del empresario, en Miranda de Ebro, y en la puerta de la fábrica, llamando a los trabajadores a la organización y la participación sindical para defender nuestros derechos básicos como trabajadores y acabar con este auténtico campo de concentración para los trabajadores que es Muebles IMA

Jesús

UGT · Álava