Los trabajadores de la empresa fabricante de discos abrasivos Pferd Rüggerberg-Caballito llevan más de dos meses en huelga indefinida y hemos estrenado el año con otra nueva huelga que amenaza con ser igual de dura en Fundiciones Ocáriz. Los trabajadores de la empresa fabricante de discos abrasivos Pferd Rüggerberg-Caballito llevan más de dos meses en huelga indefinida y hemos estrenado el año con otra nueva huelga que amenaza con ser igual de dura en Fundiciones Ocáriz.

El día 9 de enero se ha llevado a cabo una manifestación uniendo ambas luchas que se plantean, ya, como las más duras conocidas en décadas en Vitoria, y son una demostración de que sólo con la unidad de toda la clase trabajadora se puede frenar a una patronal insultante y prepotente que no duda en utilizar métodos mafiosos y gansteriles como el ir despidiendo obreros si el comité no firma su miserable plataforma, que es lo que han hecho en Fundiciones Ocáriz, o negarse a negociar nada tras dos meses de huelga, como en Caballito.

Los despidos en estas empresas se suman a la oleada de despidos silenciosos en talleres y pequeñas empresas que nutren la precariedad y las filas del paro. Este es el caso de la compañera Toñi, despedida de Norte Brillante y Cadena Ser, cuyo juicio se celebrará el próximo 21 de enero. Trabajadores y sindicalistas han formado un comité de apoyo a la compañera, también para luchar contra el despido libre.

El presente artículo es parte de una entrevista realizada a miembros del Comité de Empresa de ambas empresas en lucha.

Caballito, más de 75 días de huelga.

En Caballito somos actualmente 230 trabajadores entre administrativos y personal de producción de los cuales estamos en la calle unos 180 trabajadores de producción. Es una multinacional alemana que se dedica a la fabricación de abrasivo y lleva 35 años en Vitoria. La de Vitoria es la empresa fuerte que exporta al resto del mundo.

Estamos en huelga tras un año negociando el convenio. El gerente es José Ignacio González Sánchez, que después de cuatro reuniones en junio se cogió una pataleta y se levantó de la mesa. Al final tuvimos que salir a la calle con la intención de que se siente a negociar. La empresa ofreció un 4%, nosotros pedíamos un 6%; eso se podía negociar cuando de buenas a primeras nos dice que sobran 25 trabajadores aduciendo que estamos en pleno proceso de traslado de la fábrica a Júndiz con nueva tecnología que la empresa usa de excusa para decir que sobran estos 25 trabajadores.

Es mentira que sobre ni un solo trabajador porque aquí hay muchísimo trabajo. La cuestión es que, desde hace años, la empresa está subcontratando cada vez más servicios. Empezó hace cuatro años con el almacén, mantenimiento, limpieza etc. y si continúa con esa política sobran no 25 sino 50 e incluso más. Todos sabemos como son las subcontratas, que les pagan tres pesetas.

La negociación ahora está completamente paralizada. Se ha escudado en esos posibles 25 para decirnos que a cambio de mantener el empleo no nos sube el sueldo a toda la plantilla, o sea un cero patatero y aún así tampoco lo firma, dado que el Comité estábamos dispuestos a quedarnos sin subida con tal de mantener a los 25 compañeros pero no lo firma, por lo que vemos que es una tapadera para seguir despidiendo gente por esta vía.

Comenzamos con unos paros parciales en septiembre de dos horas tres días a la semana, después ya paramos un par de días y desde el 30 de octubre concretamente estamos en huelga indefinida con piquetes en las entradas y con manifestaciones, propaganda por toda la ciudad, etc. Hemos hablado con Inspección de Trabajo y el Preco para que medien en el conflicto pero la empresa no quiere negociar para nada.

Hemos organizado una caja de resistencia y ya hemos recaudado fondos, en primer lugar de las grandes empresas como Mercedes, Michelín y también talleres como Ofita, Vinilika y otras que nos han aportado monetariamente. También estamos pidiendo el apoyo y la solidaridad de toda la clase trabajadora.

Fundiciones Ocáriz en huelga indefinida

por la readmisión de los 13 despedidos

y un convenio justo.

En Fundiciones Ocáriz llevamos negociando el convenio desde enero del 2003 sin avances, hasta el mes de julio en que la empresa nos presentó un Expediente de Regulación que el Comité rechazamos, presentando un contrainforme que el Gobierno Vasco —que los aprueba casi todos— también rechazó, lo cual ya lo dice todo.

En esto la empresa despidió a siete trabajadores a finales del mes de julio. A pesar de ello continuamos con la negociación del convenio, donde la Empresa presentó una plataforma inadmisible con una subida por debajo del IPC para el año 2003 y el IPC pelado para un convenio de cinco años que nos quería meter. Nos intentaba quitar, además, el tiempo de descanso del bocadillo y no nos pagaba las horas de bajadas anuales.

Esa plataforma, por medio de presiones, la sacó a votación la empresa siendo rechazada por más del 85% de la plantilla, contando oficinas y encargados que son sus aliados. Después de eso, el día 18 de diciembre nos llamó amenazándonos con que si no firmábamos la plataforma suya a las 13 horas comenzaría a despedir a gente y, efectivamente, a la una del mediodía despidió al primer trabajador. El día 19 volvió a despedir a otros tres trabajadores y estábamos ya en medio de las vacaciones de Navidad, cuando el día 22 despidió a otro trabajador y a otro más el día 30. Los despidos fueron comunicados por Buro Fax y lógicamente eso nos llevó a salir como es obvio a la huelga indefinida a los cerca de 50 trabajadores que quedamos tras los despidos de 120 que éramos hace tres años.

Nos hemos unido a la manifestación con los compañeros de Caballito que más o menos es el mismo corte que están llevando de negociaciones porque, al fin y al cabo, estamos todos en el mismo carro.

Se espera una huelga larga y dura y poco a poco iremos incrementando el nivel de movilización llamando a la solidaridad al resto de la clase trabajadora ya que esta lucha nos afecta a todos.

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