2.- En nombre de la “libertad” y de la “democracia”, nuevamente, los imperialistas preparan una masacre contra un pueblo inocente. Esta vez, le toca el turno, al pueblo iraquí. La excusa: que el régimen de Sadam Husein está en posesión de armas de destrucción masiva, por lo que la seguridad de EEUU y del mundo entero se encuentra en peligro. No deja de ser chocante que esto lo diga la primera potencia militar del planeta, que cuenta con el 37 por ciento del total del gasto mundial en armas y el 40 por ciento de la producción mundial de armamento.

3.- Estamos ante una nueva guerra imperialista, una clásica guerra de rapiña por el control de nuevos mercados y por el control de las materias primas, en este caso el petróleo. La región del Golfo Pérsico alberga el 65% de las reservas mundiales de petróleo, y en la primera década del S.XXI se prevé que esta región suministre al resto del mundo más de la mitad del petróleo que se consuma, siendo la demanda de EEUU de un 70% del total. Iraq, tiene las segundas reservas de petróleo del mundo después de Arabia Saudí. La burguesía americana e internacional está muy preocupada por la crisis económica que existe, y en este escenario el control de los recursos petrolíferos del mundo se convierte en algo fundamental para ellos, de ahí el interés de EEUU por esta zona del mundo. Su objetivo real es el derrocamiento del régimen de Sadam Husein y el establecimiento de un gobierno títere del imperialismo americano en la zona que le permita controlar el petróleo iraquí sin quebraderos de cabeza.

Además, el Imperialismo USA actuando con la arrogancia típica de los opresores quiere demostrar a todos los pueblos del mundo que si alguien osa desafiar su poder se verá enfrentado a la guerra y la destrucción.

4.- El Sindicato de Estudiantes se opone a esta guerra imperialista, tanto si es lanzada en solitario por EEUU como si es amparada por la ONU, un organismo en manos del imperialismo y que ha permitido y justificado los bombardeos a pueblos como el yugoslavo, el afgano o el propio pueblo iraquí en 1991—que costó la vida a más de 200.000 personas-, y que mantiene un embargo criminal contra Iraq que ya ha causado más de un millón de victimas inocentes, sobre todo entre los niños. Esa misma ONU hace oídos sordos y mira para otro lado ante los incumplimientos de las resoluciones de Naciones Unidas por parte del Estado israelí (primera potencia militar en la zona, armada y financiada por EEUU) y ante el terrorismo de Estado que practica Ariel Sharon masacrando al pueblo palestino, en un auténtico y verdadero genocidio.

5.- Por supuesto, el régimen de Sadam Husein es una dictadura (conviene recordar que Sadam fue apoyado, armado hasta los dientes y financiado por los EEUU durante los años 80 en la guerra contra Irán, que costó la vida a un millón de personas), que oprime y mantiene en la miseria a millones de trabajadores iraquíes, y a la que los trabajadores y los jóvenes de todo el mundo nos tenemos que oponer. Sin embargo, no nos da igual quién derroque a Sadam, con qué intereses lo haga o qué régimen haya después. De hecho, los planes de EEUU son claros: la ocupación militar de Iraq durante al menos año y medio. Es decir, sustituir a Sadam por un general del Pentágono, convirtiendo a Iraq en un protectorado controlado militar, económica y políticamente por EEUU. Al imperialismo americano sólo le importa sustituir una dictadura que no controla, por otro régimen reaccionario para la mayoría de la población, pero que sea fiel a los dictados de la Casa Blanca.

6.- Las masas oprimidas del mundo árabe (o de cualquier parte del planeta) no pueden confiar en las bombas americanas, ni en las bombas de la ONU para resolver sus problemas. La única salida para el pueblo iraquí es la lucha consciente y organizada para terminar con la opresión imperialista, con el régimen dictatorial que sufren y con el sistema económico que sustenta a ambos: el capitalismo. Para poder liberarse de cualquier régimen títere y reaccionario que impongan los EEUU y de la opresión de Sadam Husein, los trabajadores y jóvenes de Iraq, los campesinos, la población oprimida tienen que emprender la lucha por la transformación socialista de la sociedad. Por la consecución de un gobierno de los trabajadores y de los oprimidos, en el que los recursos económicos y la riqueza generada por los trabajadores estén en manos del pueblo y sean utilizados para cubrir las necesidades sociales de la mayoría y no para el beneficio de los poderosos y los monopolios del petróleo. Sólo de esta manera sería posible superar también los enfrentamientos entre las distintas minorías nacionales, religiosas, etc. que componen Iraq.

7.- La oposición a esta guerra por parte de los jóvenes y los trabajadores se está incrementando en todo el mundo. Los pasados 18 y 19 de enero 500.000 personas se manifestaron en EEUU contra la guerra imperialista, mientras en el resto del mundo también hubo importantes manifestaciones. Las encuestas de opinión reflejan el incesante aumento de la oposición a esta guerra en la que lo único que está en juego son los intereses económicos y estratégicos del imperialismo y cuya factura pagaremos, como siempre, los trabajadores y jóvenes de todo el mundo y, por supuesto, las masas oprimidas del pueblo iraquí. El único camino para frenar la masacre imperialista es levantar un movimiento masivo de los trabajadores y la juventud a escala internacional. Los sindicatos de clase y los partidos de izquierdas tienen que oponerse a esta guerra y organizar a los trabajadores, a través de comités contra la guerra en las fábricas, centros de estudio, barrios y ciudades, coordinados y con un plan de movilizaciones en el que se incluya la convocatoria de una huelga general contra la guerra.

8.- Desde el Sindicato de Estudiantes hemos iniciado una campaña para organizar este movimiento entre la juventud del Estado español, participando de todas las movilizaciones que se convoquen a nivel internacional y convocando movilizaciones en el estado español, formando comités contra la guerra en institutos y facultades que expliquen estas ideas, repartan propaganda, organicen debates y distintas acciones de protesta. Además desde el Sindicato de Estudiantes convocamos para el 13 de febrero una jornada de lucha estudiantil y manifestaciones, y hacemos UN LLAMAMIENTO A TODAS LAS ORGANIZACIONES ESTUDIANTILES Y JUVENILES EN TODO EL MUNDO PARA QUE ESE DÍA SE CONVOQUEN HUELGAS DE ESTUDIANTES, MANIFESTACIONES Y ACTOS DE PROTESTA CONTRA LA GUERRA IMPERIALISTA EN IRAQ.

La lucha unificada de la juventud estudiantil el día 13 de febrero será un paso decisivo para animar un movimiento masivo contra la guerra imperialista que obligue al imperialismo norteamericano a retroceder y ponga las máximas dificultades a los gobiernos de Europa y del mundo para embarcarse en esta nueva agresión contra un pueblo inocente.

¡Viva la lucha internacionalista contra la guerra imperialista!

Ni un soldado, ni una bala, ni un euro para esta guerra

El dinero de la intervención para gastos sociales

Si quieres la paz, lucha por el socialismo

En Madrid a 24 de enero de 2003