En Comú Podem gana, pero pierde apoyo

En Catalunya las elecciones han arrojado un resultado contundente a favor de la izquierda. En Comú Podem repite como fuerza más votada con el 24,5% de los votos y 12 escaños. Si a esto sumamos los resultados obtenidos por ERC (18,17%, 9 escaños) y el PSC (16,12%, 7 escaños) la izquierda obtiene un total de 58,8% del voto y 28 escaños de 47 en disputa. La correlación de fuerzas a favor de la izquierda aumenta en cinco puntos respecto a las elecciones del 20-D.

Dicho esto, las elecciones en Catalunya han supuesto, como en el resto del Estado, un golpe para todos aquellos que venimos luchando por el cambio y que esperábamos un fuerte avance de la coalición Unidos Podemos. En Comú Podem (ECP) aunque revalida su primera posición ha sufrido un importante retroceso respecto a las elecciones del 20D al haber obtenido 79.000 votos menos. El PSC no sólo no se beneficia de la caída de En Comú Podem sino que pierde más de 30.000 votos. La única fuerza de izquierdas que aumenta su apoyo es ERC con 30.000 votos más.

Las fuerzas de izquierda mantienen prácticamente igual el reparto de escaños del 20D, ya que la abstención también ha afectado, y más aún, a la derecha. En Catalunya ha habido un fuerte aumento de la abstención: más de 5 puntos (un 34,39%), frente a la subida de algo más de 3 a nivel estatal (30,16%). Mientras las fuerzas de izquierda conjuntamente pierden más de 64.000 votos en estas elecciones, las opciones de derechas retroceden en 214.000.

La abstención castiga a En Comú Podem en el cinturón rojo de Barcelona

El retroceso de ECP se produce principalmente entre la clase trabajadora de la provincia de Barcelona y concretamente de las ciudades del llamado cinturón rojo, donde la caída media de la participación es mayor a la sufrida en el resto de Catalunya, demostrando el desencanto y desmovilización del voto de este sector que hace un año vivía con entusiasmo el proceso de cambio. En esto ha influido de manera decisiva la percepción de que no se han producido cambios sustanciales en los ayuntamientos del cambio, especialmente en el caso de Barcelona, donde la victoria de Ada Colau tuvo un fuerte impacto. No se han frenado los desahucios, no se han revertido las privatizaciones de los servicios sociales, y ha habido choques directos con los trabajadores en lucha, como en el caso de Metro de Barcelona. También la enorme moderación del discurso, tanto a nivel estatal reclamándose socialdemócratas seguidores de Zapatero, como en Catalunya, con la ausencia de críticas a Convergència y ERC y al nuevo govern de la Generalitat, ha tenido un efecto en este sentido.

Un ejemplo significativo es el de Nou Barris, el principal distrito obrero de la ciudad de Barcelona y uno de los bastiones que dio la victoria a Ada Colau. Aquí ECP pierde más del 12% de sus votos. Este retroceso se produce principalmente como consecuencia de la abstención, que también afecta al PSC (pierde el 3% de sus votos), principal competidor de ECP en dichos barrios y ciudades del cinturón rojo de Barcelona.

Pérdida de votos en las 5 principales ciudades Catalunya (todas en Barcelona)

               

  ECP ECP PSC PSC
  Votos respecto 2015 % pérdida Votos respecto 2015 % pérdida
Catalunya -79.414 -8.56% -30.988 -5.26%
Barcelona provincia -76.412 -9.96 -20.193 -4.36%
Barcelona -21.875 -10.03% -977 -0.90%
Hospitalet -4.148 -11.22% -1.623 -5.15%
Badalona -4.425 -12.97% -1.287 -5.96%
Terrassa -3.191 -10.04% -1.175 -6.09%
Sabadell -9.189 -9.89% -1.154 -5.72%

En el caso de la ciudad de Barcelona destaca el aumento de ERC, que consigue 8.000 votos más (casi un tercio del total de votos que aumenta en toda Catalunya), y de los que una parte, principalmente de capas medias, provienen de ECP, aunque otra parte importante provienen de Convergència. A pesar de que ERC gobierna en la Generalitat con la derecha, ha mantenido, demagógicamente, un discurso de izquierdas y no ha recibido crítica alguna por parte de ECP que esperaba, sin levantar mucho polvo, que la corriente general les beneficiaría como principal fuerza de izquierdas en Catalunya.

Descalabro de Convergència y Ciutadans

El voto a Convergència ha sufrido un auténtico colapso, perdiendo casi el 15% de su electorado respecto al 20D (83.000 votos menos), a los que además habría que sumar los 64.000 votos de Unió, que sí se presentó en las elecciones del 20D. Es decir, la antigua CiU, el partido de la burguesía catalana, perdería más de 158.000 votos (uno de cada cuatro votantes), continuando su caída libre. Por otro lado, Ciutadans sufre un descalabro similar, perdiendo 111.058 votos y más del 22% de su electorado. Únicamente recupera voto el PP, 45.000 votos más, que no compensan la caída global de las fuerzas de derecha.

En los barrios acomodados de Barcelona el PP no solo obtendría voto de Ciutadans sino también en determinados casos de antiguos sectores de CiU. En el distrito de Sarrià-Sant Gervasi, el de más renta de Barcelona, el PP prácticamente empata con Convergencia, ganando 3.400 votos que arranca tanto a Ciutadans (2.300 votos menos) como probablemente de Unió (4.600 votos menos). Convergencia también retrocede en este distrito perdiendo más de 1.300 votos. El PP no sólo repite victoria en Pedralbes sino que, además, gana en otros cuatro feudos tradicionales de Convergència: Maternitat i Sant Ramon, les Tres Torres, Sant Gervasi-La Bonanova y Sant Gervasi-Galvany.

La caída de Convergència también se explica principalmente por la abstención, con una parte minoritaria de dicho voto virando hacia ERC, pero principalmente absteniéndose, inquietos ante la deriva independentista y por los pactos con los “antisistema” de la CUP. El sector más conservador de la base electoral de Convergència, ante la creciente inestabilidad tanto en el Estado español como en Europa, quiere volver a una situación de orden.

¡Es la hora de la organización y la lucha!

Es importante destacar que el voto a la izquierda de la socialdemocracia ha dado en un par de años un salto de gigante, y en un terreno tan difícil como el electoral, donde la burguesía y sus secuaces disponen de numerosas y poderosas herramientas, comenzando por los medios de comunicación unánimemente a su servicio. Que a pesar de esto en Catalunya venza una candidatura como En Comú Podem demuestra la enorme fuerza existente y lo que se podría haber conseguido si se hubieran tomado medidas de fondo para cambiar la situación de la mayoría social y si se hubiera impulsado la movilización para conseguirlo.

Tanto los ayuntamiento del cambio, empezando por el de Ada Colau, como la participación en las instituciones, ya sea la Generalitat o el Congreso de los Diputados, tienen que servir como palanca para elevar el nivel de conciencia de las masas, organizarlas, movilizarlas y convertirlas en protagonistas de dicho cambio. Este es el único camino para ampliar la base social y electoral de la izquierda que lucha. Es hora de sacar las conclusiones correctas, rectificar, y volver a ocupar las calles para conquistar los cambios radicales que la mayoría necesitamos, acabando con el capitalismo para conquistar un futuro digno.

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