La manifestación mundial del 15 de Octubre tuvo un seguimiento masivo en Tarragona, donde unas 14.000 personas salieron a la calle para manifestarse por la defensa de los derechos públicos y en contra de los recortes sociales. Esta manifestación fue convocada conjuntamente por la Plataforma en Defensa de los Derechos Públicos (donde participan asociaciones vecinales, sindicados, entre los cuales el Sindicat d'Estudiants, y múltiples entidades) y la Asamblea 15M de Tarragona, en una nueva demostración de fuerza y de unidad después de la exitosa manifestación conjunta del 19 de Junio donde unas 12.000 personas ya salieron a la calle en defensa de nuestros derechos.

 

Un punto muy exitós de la manifestación fue la salida, una hora antes, de múltiples manifestaciones simultáneas desde diferentes barrios de la ciudad (Bonavista, Sant Salvador y Sant Pere i Sant Pau), donde centenares de vecinos y vecinas se fueron sumando a las marchas, hasta confluir a la Plaza Imperial Tàrraco, centro neurálgico y punto de inicio de la gran manifestación. La marcha transcurrió por varias calles, incluida la Rambla Nova, hasta llegar a su punto final en la Plaza de la Font (plaza del ayuntamiento y símbolo del movimiento 15M de la ciudad) que quedó atestada, y se sobresalía de manifestantes por todas las calles de cerca. Allí se leyó un manifiesto denunciando la actual situación económica y sus culpables (grandes empresarios, especuladores, bancos y los gobiernos que están a su servicio). El manifiesto acabó con consignas cómo: "Hemos luchado para conseguir nuestros derechos, no permitiremos que nos los roben para privatizarlos"; "por qué recortar derechos cuando se pueden recortar privilegios?"; "por un reparto del trabajo y la riqueza"; "contra la crisis que nos han provocado, que recorten sus beneficios"; "nacionalización de los bancos y cajas intervenidas", etc. y haciendo un llamamiento a la movilización y la lucha como único camino para parar los ataques.

El ambiente era de lo más positivo (¡y combativo!). Participaron a la marcha gente de todas las edades, estudiantes, parados y trabajadores. Centenares de personas traían camisetas blancas con el símbolo rojo de "suficientes recortes" y se pudieron leer múltiples pancartas, muchas caseras.  En la manifestación del 15-O se percibió claramente, de nuevo, las ganas de la gente de luchar y la necesidad de dar un paso más en la protesta, que represente un salto cualitativo en la lucha y que unifique a todos los trabajadores y trabajadoras. Este paso, creemos, tendría que ser la convocatoria de una huelga general para parar los ataques e impulsar el movimiento.

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