El pasado 7 de febrero en torno a 150.000 personas se manifestaron en Madrid contra los recortes del gobierno del PP de la Comunidad de Madrid (CAM). Miles de profesores, padres y estudiantes, funcionarios, trabajadores de metro, bomberos, agentes forestales, etc, inundaron el centro de la ciudad para mostrar su rotundo rechazo a la política general del gobierno presidido por Esperanza Aguirre y más en concreto a las medidas aprobadas en la Asamblea de Madrid el mes de diciembre de 2011.
El gobierno de la CAM elaboró la “Ley de Medidas Fiscales de la CAM”, también llamada ley escoba, antes de las elecciones del 20-N. Una vez celebradas, en su estilo característico traicionero y de trilero incorregible, el PP madrileño presentó y aprobó en diciembre pasado, toda una serie de “enmiendas” que suponen un ataque en toda la línea de flotación para las condiciones de trabajo de los funcionarios y trabajadores públicos en general.
De las 25 enmiendas presentadas, las más sangrantes son: en el régimen general, que es el que tienen 107.000 trabajadores (administrativos, justicia, bomberos, docentes...), la Comunidad o la Seguridad Social, dependiendo del tramo, pagaban el 60% del salario entre el cuarto día de baja y el vigésimo. Madrid aportaba un 40% más hasta llegar al sueldo íntegro en virtud de acuerdos y convenios colectivos con sus trabajadores. Con esta enmienda esos acuerdos han quedado en papel mojado. A partir del 1 de enero el empleado público que se encuentre de baja por enfermedad cobra un 40% menos tanto si pertenece al régimen general, como al de mutualismo o al estatutario.
Otra de las enmiendas estipula que todos los funcionarios y empleados públicos madrileños trabajarán 37,5 horas a la semana, 2,5 más que hasta ahora. La medida afectará a 120.000 de los 170.000 trabajadores del sector público. La mayor parte de los afectados son trabajadores sanitarios, unos 66.000. Según los sindicatos, esta medida provocará el despido de en torno a los 11.000 interinos en todo el sector público madrileño.
Privatizaciones en marcha
Estas “iniciativas” van a ser acompañadas de un nuevo impulso a las privatizaciones. Esperanza Aguirre ha confirmado que pretende privatizar el Canal de Isabel II. También, según anunció hace pocos días The Financial Times, el gobierno de la CAM tiene la intención de privatizar Metro de Madrid y aunque Aguirre ha desmentido que vaya a hacerlo, todo parece indicar que ha lanzado un globo sonda para ir tanteando el terreno.
Todas estas medidas se suman a los recortes en educación, sanidad, etc., que se han producido a lo largo de 2011.
El PP sigue desoyendo las demandas de los trabajadores y despreciando los llamamientos de los sindicatos a la “negociación”. El consejero de Economía y Hacienda, Percival Manglano, declaró que los sindicatos “se equivocan gravemente al convocar huelgas políticas y no leer los resultados de las elecciones”. Además, puntualizó que las medidas que está tomando el Gobierno son “reformas”, no recortes, en un nuevo alarde de cinismo destilado. Por un lado los trabajadores del sector público han dado sobradas muestras de que están dispuestos a luchar y por el otro el PP parece ignorar la creciente oposición a sus recortes sociales.
Hay que dar un paso más contundente en la lucha
La lectura que deberían hacer los dirigentes de CCOO y UGT es clara: no va a ser con llamamientos a la negociación lo que va a hacer retroceder al gobierno de la CAM.
Las manifestaciones masivas han confirmado una vez más que los trabajadores tenemos fuerza suficiente para derrotar los planes del PP; esto, y la arrogancia rancia de la derecha, demuestran que es necesario dar un paso más en la lucha. Hay que convocar una huelga general de todo el sector público en Madrid como paso previo a la convocatoria de una huelga general de todos los sectores en Madrid. Con un plan de lucha decidido, dando los sindicatos muestras de que están dispuestos a continuar la lucha hasta el final, veríamos si Esperanza Aguirre y el PP madrileño iban a seguir permaneciendo tan tranquilos.
