Los compañeros de El Militante desplegamos una intensa actividad de propaganda haciéndola coincidir con la llegada de los mineros a Madrid. Los días 10 y 11 de julio la ciudad entera estaba empapelada de carteles en apoyo a la marcha minera anunciando la charla. Esa misma semana se repartieron miles de octavillas en las tres puertas de la fábrica de Michelín, en Mercedes Benz, FCC, Aernova y otras empresas más pequeñas a través de los delegados sindicales. Así mismo se repartieron en los sectores y empresas que ahora están en conflicto y que las dos últimas semanas han protagonizado sucesivas manifestaciones como Laminaciones Arregui, en huelga indefinida desde el mes de mayo al igual que los mineros en contra del cierre y del chantaje patronal; Esmaltaciones San Ignacio, y los trabajadores y trabajadoras del sector público. Nuestro mensaje se podía resumir en la necesidad de la unidad de todos los conflictos, la defensa de una huelga general de 48 horas como parte de un calendario de movilizaciones y de una alternativa socialista a los recortes de Rajoy.

A diferencia de otras ocasiones, los carteles aguantaron dos fines de semana en las paredes, y en bares y tiendas nos permitieron colocarlos dentro, lo que no suele ser habitual. De esta forma tan sencilla la clase obrera vitoriana homenajeaba a la lucha minera. La semana del acto ha sido muy intensa de asambleas y movilizaciones. Los días 17 y 18 el sindicato mayoritario ELA organizó concentraciones y una cacerolada a la misma hora de la charla, el día 19 UGT y CCOO organizaron manifestaciones en todas las ciudades que han tenido un amplísimo seguimiento.

A pesar del calor intenso y de toda esta actividad, entre ochenta y noventa personas acudieron a la cita con los mineros en la Sala Luis de Ajuria. Además de los representantes mineros, en el acto contamos con más ponentes. Pablo Ortiz, representante del Sindicato de Estudiantes de Euskadi y miembro del Consejo Escolar vasco, explicó las razones que habían llevado a esta organización a abandonar la reunión con el Ministro de educación convocado movilizaciones estudiantiles para principio de curso; Pablo explicó la importancia de la lucha minera para la juventud y el ejemplo que representan y defendió la necesidad de que las organizaciones sindicales convocasen una huelga general de 48 horas. Tras él tomó la palabra Agustín Plaza Fernández, sindicalista marxista de la UGT, miembro de la Asociación de Víctimas del 3 de marzo y de la Fundación Federico Engels, que explicó los recortes del Gobierno de Rajoy y cómo había que confrontarlos por parte de las organizaciones sindicales pasando a la ofensiva, luchando por las 35 horas semanales para repartir el empleo, jubilación a los 60 años con contrato de relevo, un puesto de trabajo o un subsidio de desempleo indefinido de 1.100 euros al mes y la necesidad de renacionalizar los sectores privatizados y la banca, sin indemnización y bajo el control de la clase trabajadora y sus organizaciones.  Agustín defendió insistentemente la unidad de acción sindical y golpear todos juntos el mismo día en todo el Estado con un calendario de movilizaciones ascendente. Igualmente defendió que hay que echar a Rajoy y al Partido Popular del Gobierno.

Javier, minero prejubilado que hizo la marcha negra a Madrid, contó las terribles condiciones físicas que tuvieron que soportar durante la marcha. Explicó que la huelga indefinida estaba representando que durante 56 días, como dijo un minero “no he llevado ni un euro a casa”. Señaló cómo él ha participado en todas las luchas de la minería desde los años ochenta, cuando el Gobierno de Felipe González puso en marcha la primera gran reconversión minera. Seguidamente su hijo, Javier, explicó que la violencia que mostraban los medios de comunicación insistentemente no era buscada por los mineros. Que su lucha era absolutamente pacífica, pero que se veían obligados a contestar la represión policial y sus intentos de desmontar las barricadas e impedir la libertad de manifestación y de huelga de los mineros que únicamente luchan por su futuro. Javier había hecho el esfuerzo de venir a Vitoria desde Asturias teniendo que volver a la carrera tras acabar el acto para levantarse a las 5,30h de la mañana y ponerse en marcha para Madrid.

José Manuel Zapico, Secretario general de CCOO en la Comarca del Nalón, se refirió a la necesidad de la unidad en la lucha, de participar dentro de los sindicatos y de mover a las direcciones lo que haga falta para dar la respuesta que se merece a los recortes y ataques de la derecha. Explicó igualmente el fracaso de todos los planes de reindustrialización de las comarcas que han visto evaporarse los fondos mineros sin crear empleo, en beneficio únicamente de un puñado de empresarios y políticos desaprensivos. Denunció la actitud del ministro de Industria que niega 200 millones de euros al sector minero mientras están dando 100.000 millones a los banqueros y el papel de los medios de comunicación y la represión brutal que se está llevando a cabo. Zapico explicó que esto no es una lucha estrictamente sindical, es una lucha política y necesita una alternativa política.

Placa_entregada_por_los_minerosEl debate que se desarrolló tras las intervenciones de estos compañeros fue un reflejo fiel del que se está dando en la sociedad. Mª Cruz, Secretaria General de CCOO de Álava, claramente emocionada, preguntó a  los mineros cómo iban a continuar la lucha. El compañero Goyo, dirigente de la lucha de Esmaltaciones San Ignacio y un veterano sindicalista de El Militante, intervino explicando que los mineros eran el primer batallón y el más firme en la lucha contra el Partido Popular, que no se podía luchar aisladamente fábrica a fábrica, que había que unificar todas las luchas proponiendo una huelga general de 48 horas a nivel estatal y una huelga general en toda Europa. Javier Plaza, sindicalista marxista y miembro del comité de empresa de Novacero, intervino explicando la necesidad de un sindicalismo combativo y de clase y cómo la crisis actual era una crisis de sobreproducción del capitalismo y que es necesario acabar con este sistema.  Además, mujeres mineras de Ciñera (León) intervinieron para explicar la lucha en su comarca, donde está librándose una batalla durísima con la policía que ha llegado a entrar en las casas de los mineros, insultándoles e intentando acabar con su moral y determinación sin conseguirlo.

Hablaron igualmente dos jóvenes mineros y de familia minera, que explicaron la situación de la juventud sin futuro y obligada a emigrar, denunciaron cómo las ayudas para la reindustrialización habían sido una forma más de enriquecerse para los empresarios cazasubvenciones. Estuvieron presentes e intervinieron un grupo de jóvenes del Sindicato de Estudiantes de Bizkaia que explicaron que se trataba de una lucha entre la clase trabajadora y el capital y la necesidad de una alternativa socialista.

En el debate también estuvo presente Amparo Las Heras, dirigente de la izquierda abertzale y encausada en el sumario D3M y posteriormente absuelta, que intervino para denunciar la manipulación de los medios de comunicación que intenta ocultar la lucha a favor de la clase trabajadora que ha llevado adelante la izquierda abertzale en su conjunto, y también rebatió la idea de que los trabajadores somos culpables de la crisis y de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y que hemos sido cómplices de la especulación. El debate fue muy variado y muy rico en intervenciones; contamos con la  presencia de Ocio, familiar de uno de los 5 obreros asesinados el 3 de marzo del 76 y de un nutrido grupo de trabajadores pertenecientes a distintos sindicatos, y lo que quedó claro es que todos veíamos la necesidad de la unidad sindical para responder a estos ataques.

Acto_Mineros_Vitoria_2Como conclusión, Eloy Val del Olmo, en nombre de la Corriente Marxista El Militante, llamó a dar la batalla en el terreno sindical, político e ideológico por una alternativa socialista a la crisis capitalista. Este gran acto de solidaridad obrera y de clase finalizó con la recogida de 300 euros para la caja de resistencia de la lucha minera, que fueron ingresados en la mañana del 19 de julio en la cuenta corriente de los mineros, y con la venta de numeroso material de la Fundación Federico Engels y del periódico El Militante. Para coronar la jornada, junto con los representantes mineros un amplio número de compañeros fuimos al local de la Fundación Federico Engels, donde pudimos comer y charlar un rato entregándoles a los compañeros mineros una colección de los libros sobre la revolución española recién editados por la Fundación y recibiendo por su parte una placa grabada con unos puños de la federación minería de CCOO del Nalón.

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