Xaquín García Sinde

Comisión Ejecutiva de CCOO

de Izar-Ferrol

La Marcha a Madrid de los trabajadores de Izar, celebrada el viernes 5 de marzo, fue todo un éxito. Miles de trabajadores de todas las factorías, tanto de la plantilla principal como de las compañías auxiliares, nos desplazamos en decenas de buses para manifestarnos por el centro de Madrid hasta la sede de la SEPI. Lo único a lamentar fue que los dirigentes de CCOO de Izar-Cartagena no hubiesen rectificado su postura de descolgarse del calendario de movilizaciones que culminaba con la Marcha y hubiesen acudido a Madrid, como sí hizo la sección sindical de UGT.

La marcha sirvió para varias cosas. Por un lado, fue una importante demostración de fuerza ante la empresa, que tendrá que tomar buena nota de que no le va a resultar fácil derrotarnos, ni en esta ocasión ni ante futuros retos. La gente volvió a sus factorías con más moral y con más ánimo para seguir luchando en defensa de nuestros intereses.

Por otro lado, contribuyó a reforzar la unidad y el sentimiento de clase entre todos los trabajadores de Izar. Esto tiene su importancia, porque en ocasiones los dirigentes sindicales reformistas siembran prejuicios hacia otros trabajadores para justificar su propia falta de voluntad de lucha. Esto lo vimos el otoño pasado, cuando en Ferrol rechazaban las propuestas de movilización argumentando que estábamos solos y que al resto de las factorías les valía el convenio. El ambiente de enorme combatividad desplegado en Madrid fue el mejor desmentido.

Y por último, la marcha fue toda una experiencia para muchos jóvenes trabajadores, que nunca habían vivido algo así. Han podido sentir la fuerza de la clase obrera en lucha, y algunos volvían realmente emocionados. Sin duda, esta movilización contribuirá a transmitirle a los más jóvenes las mejores tradiciones sindicales del movimiento obrero de los astilleros y a la elevación de su nivel de conciencia.

En principio, aparte de las iniciativas que se pudiesen tomar a nivel local, las nuevas movilizaciones previstas eran tres paros de tres horas cada uno los días 11, 24 y 31 de marzo, calendario que a todas luces sería insuficiente para conseguir resolver la situación. Después de una movilización como la Marcha a Madrid lo que corresponde es elevar el nivel de movilización, y esto significa concentrar horas para poder acometer movilizaciones de importancia, no dispersarlas. Por ejemplo, con la convocatoria de un paro de 48 horas, ampliado en la segunda jornada a una huelga general en las comarcas o localidades donde Izar tiene mayor peso (bahía de Cádiz, comarca de Ferrol, Sestao…) y utilizando el primero de los días para una presencia activa en la calle (mercados, centros de estudio, otras empresas, etc.) que sirviese como preparación de dicha huelga general.

En cualquier caso, la nueva situación política abierta por la victoria del PSOE en las elecciones generales también aquí cambia el panorama. Lo más probable es que todo quede paralizado durante un tiempo a la espera de las directrices del futuro gobierno socialista. En este caso, habrá que trasladarle nuestras reivindicaciones a los nuevos responsables, que, a tenor de lo declarado por el PSOE durante los últimos meses, en principio deberían mostrar una mayor receptividad a las mismas.

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