A finales de julio el alcalde del PP, Alfonso Alonso, lanzó un decreto sobre las escuelas infantiles municipales que pretende acabar con las condiciones laborales pactadas históricamente por las trabajadoras y que en los últimos años pretendía igualaA finales de julio el alcalde del PP, Alfonso Alonso, lanzó un decreto sobre las escuelas infantiles municipales que pretende acabar con las condiciones laborales pactadas históricamente por las trabajadoras y que en los últimos años pretendía igualar al personal educativo del primer ciclo de educación infantil con otras etapas educativas. Además este decreto reduce el número de puestos de trabajo y aumenta el trabajo precario en contratación a tiempo parcial. De hecho 130 trabajadoras han sido despedidas.

Este decretazo es la continuación del Decreto 0-3 recientemente aprobado por el PNV-EA que el Sindicato de Estudiantes lleva denunciando desde hace dos años. Con este decreto se abren las puertas descaradamente a la patronal de la enseñanza privada para hacer de la educación un negocio.

Mientras se ha impedido a la escuela pública ofertar aulas de dos años como se venía haciendo antes de regular el ciclo de 0 a 3, se han aumentado las autorizaciones para que la patronal privada pueda ofertar todo el ciclo educativo completo (0-16) en un mismo centro para hacer así “cantera” y desviar la demanda de la red pública a la privada, y además financiada con el dinero de todos, sin ningún tipo de control y sin ninguna garantía de cumplir unos mínimos educativos. Por el contrario, la oferta pública queda en manos de los consorcios municipales, lo que la desvincula de la escuela pública. Se da además la paradoja de que las guarderías privadas, financiadas con dinero público, están ofertando matrículas más baratas que las de los consorcios municipales para captar la demanda a sus centros.

Hasta ahora, las escuelas infantiles de Gasteiz han sido un modelo al que mirar para el resto de las zonas, ya que las trabajadoras eran educadoras infantiles, muchas de ellas con diplomatura de magisterio o con experiencia de hasta diez años trabajando. Ahora con el decreto 0-3 del gobierno vasco y el aplicado por el Ayuntamiento de Gasteiz se plantea echarlas y recontratarlas excluyendo a 32 trabajadoras con más de 6 años de antigüedad, incrementando las horas de trabajo, rebajando la cualificación del personal o contratando a Técnicos de Jardín de Infancia en lugar de maestras o pedagogas y sin perfil lingüístico definido. Tratan, con la rebaja de categoría profesional, de pagar menos a los trabajadores/as a costa de la calidad educativa, ya que además se han destruido los proyectos, equipos educativos y todas las dinámicas y tareas que durante estos años se han desarrollado y sistematizado. De esta forma el planteamiento de esta etapa tendría sobre todo un carácter asistencial en lugar de un carácter educativo, primordial para detectar cualquier trastorno a una edad temprana y corregirlo y desarrollar todas las potencialidades de los niños y niñas.

Ante esta situación prácticamente el 100% de las educadoras infantiles se ha puesto en huelga indefinida y convocaron a padres, madres y trabajadores en general a una manifestación el 7 de septiembre en Gasteiz, que fue un rotundo éxito, logrando una asistencia de unas 10.000 personas que gritaban “Los niños no se aparcan, los niños se educan”, “Éramos escuelas, ahora guarderías” o “PP entzun, Araba Euskaldun” (PP escucha, Álava euskaldun).

La víspera de esta convocatoria el PNV y el resto de los grupos de la oposición, con el PP, trataron vergonzosamente de desactivar la huelga y la manifestación planteando suspender el decreto pero sin cambiar un ápice las condiciones de la plantilla y los despidos. Estas maniobras, en las que se ha visto cómo el PP y el PNV-EA están de acuerdo en atacar a los trabajadores, tan sólo han enardecido más los ánimos de las trabajadoras que por supuesto siguen adelante con su lucha.

Han generado tanto apoyo que al día siguiente, que debían comenzar las clases para 1.500 niños en las escuelas infantiles, muchas madres con sus hijos en brazos se concentraron frente a la puerta del ayuntamiento para “dejar sus hijos a Alonso para que se los cuide mientras van a trabajar”. La indignación es tan grande que la Asociación de Padres y Madres de la Escuela Pública “Denon Eskola” ha convocado una manifestación para el día 17 exigiendo las mismas condiciones que antes para reanudar las clases de las escuelas infantiles.

Unificar las luchas

La derecha, tanto vasca como española, teme que los trabajadores de Caballito, que ya llevan 10 meses en lucha, y ahora las educadoras infantiles, puedan generar la simpatía de la clase trabajadora y aumentar la conflictividad laboral, por eso tratan de “desactivarla” en el caso de las escuelas infantiles y de dar un “escarmiento” a los trabajadores, en el caso de Caballito, como aviso al conjunto de los trabajadores.

La lucha que llevan adelante los trabajadores de Caballito y las educadoras infantiles es la lucha contra el despido libre, contra la sustitución de empleo fijo por empleo precario, por la defensa de los derechos adquiridos y de las conquistas sociales, por la dignidad de la clase obrera.

En la manifestación también intervino el Sindicato de Estudiantes con una hoja dando el apoyo a las trabajadoras y explicando que si el ayuntamiento del PP, la patronal de Caballito y las instituciones gobernadas por la derecha, tanto PP como PNV-EA, no dan una solución satisfactoria a las aspiraciones de las trabajadoras y trabajadores, van a hacer un llamamiento a las organizaciones y al movimiento estudiantil para lanzar una jornada de lucha en apoyo a los trabajadores en lucha de Gasteiz y en defensa de una escuela pública de calidad y de un futuro digno para los jóvenes al acabar de estudiar.

banneringles

banneringles

banner

banner

banner

banneringles

banneringles

bannersindicalistas

bannersindicalistas