Los datos sobre conflictividad laboral en Euskadi respecto al conjunto del Estado en los seis primeros meses de este año son de 556.450 jornadas en la Comunidad Autónoma Vasca frente a las 901.214 en todo el Estado.Los datos sobre conflictividad laboral en Euskadi respecto al conjunto del Estado en los seis primeros meses de este año son de 556.450 jornadas en la Comunidad Autónoma Vasca frente a las 901.214 en todo el Estado. El País Vasco, sin contar Navarra, concentra el 61,7% del total de jornadas perdidas por huelga. Sólo Guipúzcoa tiene, con 352.100, más jornadas que el resto del Estado que son 344.762. Le sigue Vizcaya con 177.500 y Álava con 26.900.

La burguesía lanza estos datos como parte de una campaña furibunda contra el movimiento obrero y contra las organizaciones sindicales que impulsan esta combatividad. Sin embargo cuando se ven las peticiones de los trabajadores con huelgas emblemáticas como el caso de Pferd Rugemberg (Caballito) en Vitoria, una empresa con grandes beneficios y un mercado asegurado y en expansión que trata de modernizar sus instalaciones y modificar las relaciones laborales subcontratando servicios, pretendiendo despedir a 25 trabajadores y exigiéndoles trabajar más por menos dinero, ¿cómo se puede echar la culpa a los trabajadores? ¿Quién puede tener la cara dura de decir que somos los trabajadores los responsables de las huelgas? El único responsable es la voracidad patronal que está llegando a unos niveles desconocidos para muchos trabajadores y que nos obliga a salir a la lucha, como estos trabajadores que llevan ya un año en huelga indefinida.

Lo mismo podríamos decir del conflicto de las trabajadoras de educación infantil que tras 66 días de huelga han llegado a un acuerdo que representa una victoria parcial ya que se anulan algunos de los ataques más fuertes del Partido Popular que promovió un reaccionario decreto municipal por el que se destruía el carácter educativo de las escuelas infantiles y se sustituía trabajo fijo por trabajo precario. Se han logrado frenar los aspectos más duros del ataque pero no se ha retirado el decreto que es por lo que se salió a luchar. ¿Son las trabajadoras responsables de haber estado 66 días de huelga? Y lo mismo podríamos decir de los trabajadores del sector naval, de la construcción de Guipúzcoa, de las trabajadoras de limpieza de Basauri y un larguísimo etc. de luchas obreras con una dureza que no se conocía desde hace tiempo y que empieza a ser la norma habitual, dada la actitud de la patronal.

¿Cómo ganar las luchas

en la situación actual?

A los trabajadores no nos consolará jamás afirmar simplemente que la patronal está en una posición de dureza. De hecho, esa dureza no es una característica peculiar de la patronal en Euskadi. En el resto del Estado los ataques y la actitud beligerante de la patronal son una constante y no tiene nada que envidiar a la desplegada por los empresarios vascos..

Precisamente por eso, se pone cada vez más en evidencia la necesidad de unificar y coordinar las luchas para ganarlas. La división sindical, que se puso de manifiesto en Euskadi a raíz de la huelga general del 20 de junio del 2001 contra la reforma laboral que pretendía imponer el gobierno del Partido Popular (y que en Euskadi se hizo el día 19), ha envalentonado a esa patronal que se aprovecha de dicha división, la alienta y la profundiza.

Cada vez es más difícil firmar convenios provinciales como en el caso del Metal y de la Madera porque eso exige dar respuestas colectivas a la patronal vasca. Promover el convenio empresa a empresa como está haciendo la dirección de ELA, en detrimento de los convenios de ámbito provincial o de niveles superiores, en estas circunstancias es un temible error. En algunas empresas los trabajadores llegarán a acuerdos fácilmente pero si tenemos en cuenta que el 99% del empleo está en pequeñas y medianas industrias donde es muy difícil cualquier pequeño avance, aceptar la lucha empresa por empresa es dejar a muchos trabajadores abandonados a su suerte.

Una política sindical correcta en Euskadi requiere promover en primer lugar la más amplia unidad de acción de todas las organizaciones sindicales para dotarse de una estrategia y una plataforma común frente a la patronal. En segundo lugar hacer partícipe mediante asambleas decisorias al conjunto de trabajadores para hacer fuerza y, en tercer lugar, un compromiso firme de extender y unificar las luchas no dejándolas aisladas. Es necesario traspasar fronteras, poner a Caballito como un ejemplo de voracidad patronal y pasear las siglas de Pferd Rugemberg por todo Europa como el modelo de la patronal más voraz, antisindical y reaccionaria contra la que toda la clase trabajadora unida debe luchar.

Con motivo del año de lucha de Caballito, el próximo 5 de octubre hay organizada una manifestación de apoyo. El Sindicato de Estudiantes, en solidaridad, ha hecho un llamamiento a una jornada de lucha para que los jóvenes se unan y participen en la misma, ya que se está luchando contra el despido libre, contra la precarización de las condiciones laborales y la extensión del empleo basura, contra las amenazas de deslocalización que se usan para destruir derechos adquiridos y para luchar por un puesto de trabajo fijo y digno para cada joven al acabar de estudiar.

También el día 13 en Bilbao, se va a organizar una manifestación en apoyo a la lucha de los trabajadores del sector naval en las que también los estudiantes participarán convocando una jornada de lucha y llamando a los estudiantes y jóvenes a participar en la misma.

Ahora, el siguiente paso a la lucha del día 5 en Gasteiz y el día 13 en Bilbao, debe ser la convocatoria de una huelga general de 24 horas en Euskadi para defender todos los puestos de trabajo y enfrentarse decididamente a la precariedad laboral y la voracidad patronal.

La unidad en la lucha es el camino por el que todos debemos avanzar.

Eloy Val

Ezker Marxista · Gasteiz

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