Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid no es ajena a la crisis política general en la que vive la organización a nivel estatal, esto ha quedado en evidencia en los dos últimos procesos asamblearios. La escasa participación de la militancia y la fr Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid no es ajena a la crisis política general en la que vive la organización a nivel estatal, esto ha quedado en evidencia en los dos últimos procesos asamblearios. La escasa participación de la militancia y la fragmentación de la dirección en distintas corrientes, cuya diferencia fundamental era la composición de los órganos de dirección. Pese a todo los compañeros de Izquierda Roja decidimos defender nuestros documentos, enmiendas y resoluciones en la convicción de que sólo un giro hacia una política de clase y revolucionaria, genuinamente socialista, puede salvar a IU del desastre.

En la VII Asamblea Regional logramos un destacado éxito político ya que de los cinco documentos alternativos presentados, el nuestro fue el más votado con 106 votos a favor. También presentamos dos resoluciones que fueron aprobadas por amplia mayoría; una en apoyo a los trabajadores de astilleros y otra en contra de la constitución europea. A pesar de ello, no pudimos lograr representación al consejo político regional por carecer del 10% de avales necesarios para presentar una lista propia.

Por su parte, en la fase federal cara a la VIII Asamblea extraordinaria, conseguimos pasar tres enmiendas: una sobre movimiento obrero, otra sobre movimiento antiglobalización y una tercera en contra de la constitución europea. Además dos de nuestros compañeros han sido elegidos delegados por Madrid, con lo que nos aseguramos que la voz de Izquierda Roja será también oída a nivel federal.

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