La crisis política de Camas (Sevilla), resuelta, de momento, con la retirada de la moción de censura del PSOE, ha puesto de manifiesto, una vez más, la ausencia de una política de pactos definida y correcta desde una perspectiva de clase en Izquierda La crisis política de Camas (Sevilla), resuelta, de momento, con la retirada de la moción de censura del PSOE, ha puesto de manifiesto, una vez más, la ausencia de una política de pactos definida y correcta desde una perspectiva de clase en Izquierda Unida.

Sin olvidar que el intento de moción de censura del PSOE se trataba de una sucia maniobra apoyándose en dos concejales tránsfugas (una del PP y otra de IU, expulsada a raíz de una sentencia condenatoria por estafa), hay una cuestión esencial que no debemos olvidar: la tormenta de declaraciones, amenazas, movilizaciones, etc., que se han desencadenado en este episodio, donde Izquierda Unida y el Partido Popular han intervenido al unísono y con mensajes poco diferenciados.

Ambos partidos han salido en defensa de la alcaldía de IU que gobierna en coalición con el PP y el Partido Andalucista, en una localidad donde la lista más votada fue el Partido Socialista. La actitud mostrada profusamente en prensa y radio por la dirección de IU en la provincia, ha sido totalmente errónea y revela la miopía en la que se mueve la coalición respecto a una táctica adecuada de alianzas políticas. En este caso IU ha aparecido de la mano del Partido Popular frente al “enemigo común”, amenazando con incendiar la provincia para arrebatar cuantas alcaldías se pudiera con los votos unificados de IU, PP y PA caso de consumarse el cambio de gobierno en Camas ¡Incluida la alcaldía de Sevilla!

Este espectáculo no puede aportar otra cosa que confusión y daño a la ya deteriorada imagen de IU ¿Qué pueden pensar los miles de trabajadores de la provincia (y no sólo de la provincia) al ver que una organización de izquierdas como IU entra en el juego de la derecha mercadeando con las alcaldías? Esto es lo que ha reflejado la prensa, la mayor de las veces interesadamente, a bombo y platillo, sin que los representantes de IU hayan desmentido ni una coma de las propuestas realizadas en los medios de comunicación por el presidente del Partido Popular en Sevilla, Ricardo Tarno, que abiertamente conmina a Izquierda Unida a intercambiar unas alcaldías por otras con nombres y apellidos.

Ni una palabra sobre programas, propuestas, sobre la diferencia de una política de izquierdas y una de derechas. Consciente o inconscientemente este es el papel al que ha quedado reducida la mayoría de la dirección de IU en este proceso.

Esta no e la manera de elevar el nivel político de la clase trabajadora y los jóvenes, así no ganamos su confianza hacia nuestras ideas y nuestra organización. Más bien al contrario. Continuar por este camino supondrá una separación cada vez mayor de la clase obrera en su conjunto y la profundización de la deriva ideológica de IU hacia el oportunismo y el sectarismo.

Parece increíble que todo lo que está ocurriendo suceda sólo unos años después de los pactos en el Parlamento Andaluz entre IU y el Partido Popular. Un pacto que junto con el abandono de una política de movilización en la calle y un programa genuinamente de izquierdas, supuso que muchos trabajadores y jóvenes dieran la espalda a nuestra formación, y en consecuencia, el principio del declive de IU en votos y representación en todo el Estado español. Volver a esta etapa, volver a los mismos prejuicios teóricos ultraizquierdistas, sería un completo un suicidio para IU.

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