Una pancarta desplegada en el escenario denunciaba la ocupación imperialista en Iraq y además, se instaló una mesa con material político con libros clásicos del marxismo, documentos sobre distintas cuestiones históricas y de actualidad, que fue muy bien acogido y en la que se vendió bastante material.
Al final, el balance no puede ser mejor: un concierto que quedará por mucho tiempo en la memoria de todos, unos resultados que contribuyen un año más a nuestra autofinanciación y la demostración de que es posible organizar un ocio alternativo al “oficial”, con un ambiente reivindicativo y precios populares.
Así pues, el año que viene volveremos a organizar el Nalón Rock y trataremos que sea aún mejor que el de este año, aunque el listón está alto. Felicitaciones a todos los que han participado y contribuido al éxito del concierto. ¡Nos vemos en el próximo!