El pasado 13 de enero se produjo en la ciudad de Burgos uno de los accidentes laborales más mortales de los últimos 25 años: 10 trabajadores murieron horriblemente y otros dos están muy graves, por el incendio del local donde se cambiaban de ropa.El pasado 13 de enero se produjo en la ciudad de Burgos uno de los accidentes laborales más mortales de los últimos 25 años: 10 trabajadores murieron horriblemente y otros dos están muy graves, por el incendio del local donde se cambiaban de ropa. Parece mentira que trabajadores que se dedicaban a ampliar el carril-bici de la ciudad puedan morir de una manera tan brutal, quemados y asfixiados, sin posibilidad de escapatoria.

El responsable de la Federación del Metal de UGT decía el mismo día que la empresa Arranz Acinas era un modelo en cuanto a contratación y condiciones laborales. Pero algo aquí no cuadra. Los trabajadores estaban cambiándose en un local que a su vez servía para guardar la maquinaria de las obras, la gasolina y los demás combustibles que empleaban. Los vecinos que vivían en el edificio ya se habían quejado muchas veces, pero nadie les hacía ni caso. Por lo que se ve la empresa tenía buena mano con el Ayuntamiento de Burgos, para el que realizaba obras con regularidad y con los sindicatos mayoritarios, lo que se reflejaba en la enorme permisividad con el incumplimiento de las normas de prevención de riesgos laborales.

La respuesta de UGT y CCOO fue convocar un paro de 24 horas en la construcción (más como día de luto que reivindicativo) y los trabajadores respondieron masivamente. Pero, en vez de dar continuidad a las protestas y el cabreo de la gente, convocaron a una manifestación para el día 3 de febrero. Es de suponer que los ánimos ya estarán calmados para ese día. Sí hubo una manifestación convocada por CGT y CNT que reunió a unas mil personas y que pasó por la sede de Arranz Acinas, donde colocaron una pancarta que decía: “Con nuestra sangre amasáis fortunas”.

Todas las instituciones y los dirigentes sindicales reclaman la formación de una comisión de investigación que aclare lo sucedido. En esta comisión por supuesto que está la empresa, la patronal burgalesa, la Administración y los sindicatos mayoritarios, es decir que servirá muy poco para depurar responsabilidades. La solución a los accidentes laborales no es investigar después de que han sucedido, sino poner los medios para que no se produzcan, lo que significa más inversiones por parte de los empresarios. En este caso es de libro: local aislado para la maquinaria y los materiales, vestuarios en condiciones, etc.,

Las direcciones sindicales deben exigir de los empresarios que inviertan en seguridad y no fiarse de las buenas palabras y de las facilidades para sacar delegados que luego no reivindican mejoras en este aspecto. En este accidente se ve claramente que no sólo ha cometido un delito la empresa, sino que los sindicatos han hecho muy poco para que el horrible suceso no hubiese tenido lugar.

Miguel Mitxitorena

UGT-Madrid

banneringles

banneringles

banner

banner

banner

banneringles

banneringles

bannersindicalistas

bannersindicalistas