En otros artículos ya hemos dado cifras donde quedaba al descubierto la evidente apuesta de Esperanza Aguirre y su consejero de Educación, Luis Peral, por la educación concertada. Un claro ejemplo de esta política privatizadora es la cesión de suelo público para construir colegios e institutos concertados.
Sobran los motivos
Llevamos ya muchos años denunciando esta situación en la educación pública que cada vez se vuelve más insostenible. Cada vez que se ha dado un cauce de expresión a esta indignación contra la política privatizadora de esta consejería ha sido un éxito. Hace ahora 2 años más de 70.000 personas nos movilizamos por las calles de Madrid en defensa de la educación pública .
Pero los dirigentes de los sindicatos CCOO y UGT y de la FAPA Giner de los Ríos, sobre todo, lo que querían conseguir con esa movilización era la firma de un acuerdo educativo con Esperanza Aguirre. Desde el Sindicato de Estudiantes ya dijimos en su día que lo único que iba a significar ese acuerdo era un balón de oxígeno para la derecha. En 1999 ya se había firmado un acuerdo educativo y el PP no tuvo ningún problema en incumplirlo sistemáticamente. ¿Por qué fiarse una vez más de Esperanza Aguirre? Tras el éxito de la movilización de junio de 2004 los dirigentes sindicales tenían que haber continuado la movilización en otoño para arrancar concesiones serias de la consejería. La debilidad invita a la agresión: al no continuar con la lucha y firmar ese acuerdo, la consejería sacó la conclusión de que podía continuar atacando a la educación pública. Así, hoy en día no están dispuestos a dar ni siquiera esos mínimos del acuerdo que se firmó en el 2005 y los está incumpliendo continuamente.
Nueva movilización,
nuevo éxito
Esta nueva movilización, a pesar de una convocatoria insuficiente, sin asambleas en los centros de estudio, ha vuelto a ser un éxito, superando en asistencia la del 2004: según los sindicatos agruparon a más de cien mil personas. Una nueva demostración de que la gente está harta de lo que se está haciendo con la educación pública y que hay fuerza para continuar.
La consejería de educación no va a mejorar la situación de la educación pública, más bien todo lo contrario, y el curso que viene tendremos más problemas. Los sindicatos no pueden dar más balones de oxígeno al consejero. No vale con volver a convocar dentro de un año y, mientras tanto, quejarnos por los incumplimientos del PP. ¿Acaso no estamos ya curados de espanto? No podemos perder la oportunidad: un calendario de lucha y movilización para el primer trimestre que incluyese una convocatoria de huelga general de toda la comunidad educativa sería un rotundo éxito y pondría contra las cuerdas a la derecha.
Araceli del Rincón
SE · Madrid
