Publicamos a continuación la carta que nos ha llegado al comité de redacción de El Militante de Gonzalo Fuentes, secretario general en Málaga de CCOO de Comercio, Hostelería y Turismo, donde defiende la firma del convenio provincial del sector este vPublicamos a continuación la carta que nos ha llegado al comité de redacción de El Militante de Gonzalo Fuentes, secretario general en Málaga de CCOO de Comercio, Hostelería y Turismo, donde defiende la firma del convenio provincial del sector este verano. Publicamos la respuesta a esta carta de David Bernardo, miembro del Comité de Empresa por CCOO del Hotel Puente Romano en Marbella, donde defiende un punto de vista crítico con el convenio y en el que defiende que se podía haber obtenido mucho más.

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Un buen Convenio

Gonzalo Fuentes

El Convenio Provincial de Hostelería, para Málaga y su Provincia, del periodo 2006/2009, pasará a la historia como el convenio más largo en su negociación, más de seis meses, para alcanzar un acuerdo, y por su vigencia, que será de cuatro años, desde el 1 de enero de 2006 al 31 de diciembre de 2009.

Este era un convenio que se presentaba difícil. Por una parte, teníamos el reto de seguir consolidando el esfuerzo realizado en los convenios anteriores para aumentar la estabilidad en el empleo, pero también teníamos que seguir avanzando en la mejora salarial de un sector con salarios bajos, y abordar la asignatura pendiente de la reducción de jornada, avanzar en la cláusula de Igualdad de Género y en Prevención de Riesgos Laborales, así como una mejor regulación de los festivos y la opción de la jubilación parcial anticipada.

El momento era difícil por la situación del sector, sobre todo por la bajada de ocupación a partir del año 2002, debido al fuerte crecimiento de las camas hoteleras de los últimos años, a todo ello hay que sumarle el aumento de segundas residencias. En este periodo tan solo hemos tenido una leve subida en las pernoctaciones en los hoteles y apartamentos reglados, sobre todo por el aumento del turismo nacional. En este contexto es en el que se ha desarrollado la negociación. La Patronal de Hoteles lanzó un discurso sobre la caída de la rentabilidad, la disminución constante del gasto del turista y el aumento de la estacionalidad de las empresas hoteleras; por lo tanto, los salarios no podían sobrepasar el IPC más medio punto y, según ellos, cualquier punto social de la plataforma sindical había que descontarlo de esa propuesta.

Desde CCOO pensamos que, a pesar del discurso catastrofista de los empresarios, los establecimientos hoteleros de nuestra provincia son rentables y competitivos, si bien es verdad que los empresarios tienen que tener en cuenta que los suculentos beneficios que han tenido estos últimos años, no se van a mantener siempre, y tienen que entender que la industria turística, en todo el mundo y en particular en todo el arco mediterráneo, va a crecer más moderadamente, junto con los beneficios.

Sin embargo, a pesar del contexto turístico en que se ha desarrollado la negociación, valoramos los avances conseguidos como positivos.

El acuerdo aprobado recoge, básicamente, la propuesta sindical que en su día presentamos en la Mesa, si bien es verdad que algunos de los puntos estrella, las camareras de pisos y día de asuntos propios, en vez de conseguirlos en dos años, los iremos consiguiendo, paulatinamente, durante la vigencia de cuatro años. Desde este sindicato también valoramos positivamente los avances conseguidos en las mejoras sociales y económicas de los trabajadores de la hostelería de nuestra provincia como: recuperación del poder adquisitivo de los salarios, avanzamos en el empleo estable, reducimos la jornada laboral, se avanza en obligación de calendario laboral anual a primero de año, mejoramos la regulación del trabajo en festivos, avanzamos en la jubilación voluntaria a petición del trabajador, así como en la conciliación del trabajo y la familia, aumentando derechos que antes no existían; aunque, hemos de resaltar que este no hubiera sido posible sin tener en cuenta algunos elementos esenciales: primero, por la participación de miles de trabajadores y trabajadoras en la configuración de la plataforma sindical y el desarrollo de las negociaciones, a través de las asambleas en los centros de trabajo, en las asambleas de delegados y de legadas, manifestaciones, concentraciones, así como la jornada de lucha con un paro simbólico de media hora, que resultó un éxito. En este periodo de movilización y lucha hemos repartido miles de hojas en los centros de trabajo para informar al conjunto de empresas del sector, así como comunicados bilingües en las concentraciones, que realizamos el pasado 5 de Junio en las puertas de los hoteles y apartamentos. Todas estas movilizaciones culminaron con un calendario de huelga en los meses de Junio, Julio y Agosto, que, finalmente, no llevamos a cabo porque días antes de su realización, la patronal de hoteles, ante la presión social, el aislamiento en que se encontraba, ya que teníamos un acuerdo con los empresarios de bares, cafeterías restaurantes, tabernas, chiringuitos y salas de fiestas y discotecas y los sindicatos CCOO y UGT, en representación de la mayoría del sector, unos 35.000, por 15.000 que tienen los hoteles, ésta tuvo que sumarse al acuerdo ya existente e incorporar las materias sociales propias, como la subida de grupo de camareras de pisos. Segundo, por la unidad de acción entre CCOO y UGT, siempre difícil, pero sin la cual es impensable plantearse ningún avance en el convenio.

Ahora nos espera la tarea diaria de vigilar por la aplicación del convenio en todas las empresas del sector. Al mismo tiempo, avanzar en el aumento de la representación de CCOO en las empresas, tanto en las elecciones sindicales, cuyo grueso comienza en Septiembre del 2006, así como en los acercamientos de las nuevas generaciones de jóvenes y mujeres que se han incorporado al sector de la hostelería, afiliándolos a nuestro sindicato e incorporándolos a la tarea de dirección. Estos son los retos que tenemos por delante para que en el próximo convenio podamos seguir avanzando en los derechos laborales de todas las personas que trabajan en la Hostelería de la provincia de Málaga.

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La oportunidad perdida

David Bernardo

Los trabajadores de hostelería afrontábamos la negociación del nuevo convenio provincial de Málaga después de haber asistido durante los últimos convenios a importantes retrocesos en nuestros derechos laborales: pérdida de la antigüedad, la implantación de las subcontratas, bajos salarios, etc. Retrocesos todos que incidían en aumentar la precariedad laboral (superior al 50%). Por otra parte, el último convenio había durado casi cuatro años, lo que contribuyó no poco a que el poder adquisitivo real descendiera de manera contundente.

Según el Patronato Provincial de Turismo de Málaga, para el período 1999-2004 el número de turistas creció un 15,30%, el número de viajeros en el aeropuerto un 40,61% y el gasto total en destino un 5,3%, llegándose a ingresar casi 3.500 millones de euros en 2004. Los datos del verano de 2006 corroboran y dejan claro que la patronal se ha hinchado a ganar dinero. Con todo esto no se puede argumentar, o dejar caer, que hubiera ninguna crisis de beneficios en la hostelería de Málaga. El compañero Gonzalo se contradice arriba en su argumentación sobre este tema. En todo caso, tenemos que ceñirnos a los datos reales que conocemos, y no a la demagogia interesada que nos suelta la patronal en la mesa de negociación.

Por tanto, había una buena oportunidad para que los trabajadores pudiéramos recuperar lo perdido. Más todavía con el ambiente que se generó, con asambleas con más de 500 delegados asistentes. El compañero lleva razón, incluso las tímidas movilizaciones que se convocaron salieron bien. Sin embargo, desde el principio las direcciones de UGT y CCOO partieron de la base de una plataforma reivindicativa limitada y según se decía “realista” (dejaba fuera reivindicaciones tradicionales como la reducción a 35 horas, la recuperación de la antigüedad o la supresión de las subcontratas).

En cambio la patronal estuvo en su línea: defendiendo sus intereses e intentando dividir a los trabajadores, cosa que consiguieron: las direcciones sindicales firmaron un preacuerdo con la patronal de cafeterías, bares y restaurantes que sólo suponía alrededor de un 20% de las “limitadas” reivindicaciones sindicales. Resultó, de hecho, que nuestro movimiento se encontró dividido al convocarse huelga tan sólo en los hoteles.

Los delegados de El Militante en CCOO habíamos defendido una plataforma más ambiciosa, extender la huelga a toda la hostelería y restauración y concentrar los 14 días aprobados en la asamblea en torno a los fines de semanas de julio y agosto con más ocupación hotelera: sobre todo en torno a la Feria de Málaga en agosto, cuando más presión se podía hacer. La patronal no hubiera aguantado, pero era evidente en las asambleas que las direcciones sindicales no tenían confianza en llegar a la huelga.

La patronal sí vio clara la debilidad de las direcciones de UGT y CCOO por lo que se mantuvo firme y no sólo nos dio bastante poco, sino que obtuvo concesiones negativas para los trabajadores. El preacuerdo alcanzado días antes de la huelga se anunció a bombo y platillo de manera sesgada (en la propia web de CCOO-FECOHT apareció el titular “El acuerdo supone la desconvocatoria de las huelgas anunciadas en el sector de alojamiento”), lo que hizo que muchos compañeros sacaran la idea de que “todo el pescado estaba vendido” y no asistieran a la asamblea que finalmente ratificó el convenio, aunque con un descontento importante por parte de los mismos. Una vez más, se firmaba el convenio sin llegar a la huelga, que no se hace desde 1979.

Un mal convenio

de hostelería

Lógicamente hay algún avance ¿Cómo si no, en un contexto de crecimiento de beneficios empresariales tremendo? Pero, en líneas generales, buena parte de lo más positivo alcanzado tendremos que ver si se cumple dentro de 3 o 4 años. En cambio, nuestros retrocesos se aplican desde ya:

1. Convenio excesivamente largo, hasta enero del 2010, el más largo de la historia del sector en Málaga. Cuatro años “atados” a un convenio limitado en un contexto económico incierto.

2. Aumento salarial del IPC + 1% que sigue significando pérdida de poder adquisitivo frente al euro, y las subidas reales en gasolina, tabaco o vivienda. Este aumento no tiene en cuenta el incremento en los costes de las hipotecas que las familias trabajadoras estamos afrontando en el último año (1100 euros de incremento anual medio).

3. Estabilidad. La plantilla fija se estanca en el 50%. Se aumenta un 3% el porcentaje de fijos discontinuos pero se sigue sin garantizar un tiempo mínimo de trabajo, no se aumentan las indemnizaciones de los contratos temporales y se rechaza incluir a socorristas y limpiadoras en la obligación de aplicar el convenio cualquiera que sea la empresa en la que estén.

4. Jornada. Se firma sólo un día de asuntos propios en el 2009, excluyendo de su disfrute a los eventuales. Reducir de 1826 horas anuales a 1800 resulta de trabajar 40 horas a la semana, como dice el Estatuto de los trabajadores. Tampoco se ha tocado siquiera el acabar con el turno partido.

5. División de las camareras de pisos. Saludamos como paso adelante que se cumpla con lo pactado en el acuerdo marco laboral estatal (ALEH) y se suba al grupo IV a las camareras de pisos al igual que en Baleares. Sin embargo, nos parece negativo que la subida sea progresiva en cuatro años y que se acepte incluir una nueva categoría de auxiliar de pisos. Esto supone un paso atrás, al dividir la categoría y a las compañeras (aunque no pueda ser superior al 20% por hotel). Puede darse el caso de que fijas discontinuas más antiguas estén en el paro y auxiliares nuevas trabajando.

6. Recortes en los derechos de los trabajadores. Los empresarios han introducido, desde ya, que el cómputo de jornada sea de tres semanas en vez de las dos actuales, además de reducir el derecho a horas sindicales de 44 a 40 al mes. Otras reivindicaciones planteadas tampoco se incluyen en el preacuerdo como, por ejemplo, incrementar las vacaciones en días festivos, incluir a más familiares de los actuales en licencias y permisos, vestuario, acoso laboral, etc.

Es necesario volver a un sindicalismo

de clase, democrático y combativo

Las direcciones sindicales de UGT y CCOO han cometido un grave error desde el principio, al seguir la dinámica del sistema y de la mal llamada “responsabilidad” y “realismo” que, en la práctica, supone justificar lo que podemos conseguir con el argumento de que “no somos fuertes para lograr más”. Desde antes de encarar la negociación colectiva hay que tener claro que la firma del convenio no es el fin de la cuestión, sino que luego hay que conseguir que las empresas lo cumplan en el día a día, cosa que no se hace ni siquiera en bastantes hoteles de la costa.

Una buena dirección sindical, al promover el debate y la acción de los trabajadores facilita que los trabajadores (sobre todo los más jóvenes) lleguen de forma natural a la conclusión de organizarse para defender sus derechos. En este sentido, las prisas de los dirigentes por acabar con una huelga como ésta tienen un efecto negativo porque frustran precisamente a la base natural del sindicalismo: los trabajadores más avanzados e inquietos, los más dispuestos a organizarse y luchar.

Los marxistas de El Militante avisamos desde ya que las condiciones de trabajo se van a endurecer en los próximos años y, por tanto, tenemos que luchar por un movimiento sindical fuerte basado en la defensa de una política sindical de clase, democrática y combativa. Ésta es la mejor forma de conseguir más afiliación a los sindicatos y de que consigamos que lo más positivo del convenio se cumpla.

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