El 26 de diciembre se aprobada la Ley de la Memoria Histórica, una ley que como ya señalamos, es claramente insuficiente y, además, en algunos aspectos equipara a las víctimas del franquismo con sus verdugos. No obstante, en este clima político de suma polarización el gobierno ha tratado de que ni siquiera una ley tan light se aplique en estos meses. A pesar de su aprobación, en los aspectos más polémicos no se ha hecho absolutamente nada. Uno de esos puntos es precisamente el correspondiente a la retirada de los símbolos franquistas. Embriagados por el "giro a la moderación para captar el voto de centro" el gobierno del PSOE se ha mantenido en este aspecto con los brazos cruzados, conscientes de que cualquier movimiento para que la ley empezara a cumplirse iba a suponer la respuesta rabiosa por parte de la derecha.

La derecha se atrinchera y el MEC se cruza de brazos

Sin embargo, desde el Sindicato de Estudiantes no podíamos quedarnos con los brazos cruzados. Ya antes de las navidades habíamos iniciado una campaña para exigir la retirada de los símbolos franquistas de los centros de estudio. El Ministerio de Educación hizo oídos sordos a nuestras peticiones una y otra vez. Una vez aprobada la ley iniciamos una campaña de envío de resoluciones al Ministerio de Educación y al Consejo Escolar del Estado exigiendo que se retiraran esos símbolos. En dos semanas hemos conseguido más de quinientas adhesiones a nuestra campaña, destacando la de Gaspar Llamazares, coordinador general de Izquierda Unida, la de Toxo, número dos de CCOO, la de Félix Pantoja, vocal del Consejo General del Poder Judicial y la de la Unión de Actores entre otras. Una fuerte presión que impulsó a que el pasado 29 de enero la Comisión Permanente del Consejo Escolar del Estado aprobara una resolución propuesta por el Sindicato de Estudiantes instando a las Administraciones educativas a que retiren cuanto antes los símbolos y nombres franquistas de los centros de estudio. Por supuesto los representantes de la derecha en el Consejo respondieron rabiosos a la resolución lanzando todo tipo de acusaciones, cada cual más esperpéntica.
La resolución es una gran ayuda de cara a exigir la retirada de estos símbolos franquistas que, como en el caso del IES San Isidoro de Sevilla o del IES Marqués de Suanzes de Madrid cuentan con la defensa a ultranza de sus directores. En estos centros, la junta directiva está impidiendo que se retiren los símbolos y nombres, tal y como los estudiantes hemos exigido. Es evidente que la derecha se va a atrincherar y a defender sus símbolos franquistas con uñas y dientes. Si el gobierno quisiera podría quebrar esa resistencia, pero todo parece indicar que sin la presión y la movilización de la izquierda el Ministerio quiere dejar correr el tiempo para que la ley sea mero papel mojado. Desde el Sindicato de Estudiantes no lo vamos a consentir.

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