Puerto Real (Cádiz) es una población de 40.000 habitantes, que ha vivido siempre por y para los astilleros, orgullosa de celebrar 125 años de historia de Matagorda, que es como se conoce aquí la zona de los astilleros, y de haber resistido, no sin mePuerto Real (Cádiz) es una población de 40.000 habitantes, que ha vivido siempre por y para los astilleros, orgullosa de celebrar 125 años de historia de Matagorda, que es como se conoce aquí la zona de los astilleros, y de haber resistido, no sin merma, tres reconversiones del sector. Nadie como Antonio Noria Garrucho, Concejal de IU y primer Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Puerto Real para contarnos cómo se está afrontando este nuevo proceso de reconversión y de despidos, ya que es trabajador de astilleros en excedencia y ha sido presidente del comité de empresa. En esta entrevista Antonio nos ofrece datos reveladores sobre la supuesta crisis del sector naval y desmonta muchos de los mitos y las justificaciones que desde el gobierno se ha esgrimido para los recortes y la privatización.

EL MILITANTE.— Háblanos un poco sobre la importancia de astilleros en la economía local.

Antonio Noria.— Es algo más que una industria, el sector naval forma parte de nuestra cultura. ¿Quién no tiene un familiar que no haya trabajado en astilleros? Si no ha trabajado él, han sido sus padres o hermanos. Hemos llegado a tener una plantilla directa de 5.000 trabajadores. Ahora estamos 1.200 pero la vinculación con los otros sectores productivos sigue. Con las empresas auxiliares, en momentos digamos de normalidad, no de punta de producción, la plantilla puede verse incrementada en 3.000 ó 3.500 personas. Se ha estimado que por cada trabajador de astilleros, éste puede generar cuatro puestos indirectos de las mal llamada empresas auxiliares, que de auxiliar tienen poco pues es mano directa en la construcción del barco. Así que fíjate que influencia en un pueblo como éste. Siempre se ha dicho que “cuando astilleros se resfría Puerto real coge una pulmonía”.

EM.— ¿Cómo habéis afrontado este proceso de ataques al sector naval a través de las propuestas de la SEPI?.

AN.— Bueno, en primer lugar, a nosotros no nos gusta llamar “propuestas de la SEPI” porque parece que se confunde la verdad. Parece que son unos burócratas, unos técnicos independientes, y dependen del Ministerio de Hacienda, que es el Ministro Solbes y éste a su vez pertenece a un gobierno presidido por Zapatero. Igual que antes era del PP. Nosotros, en principio hemos estado luchando contra dos decisiones que toma el gobierno sin contar con los sindicatos en la mesa de negociación, como son la segregación de los astilleros en militar y civil, y no recurrir la devolución de las ayudas. Las ayudas hay que aclarar que nos son fondos que haya que devolver a Europa. La noticia se da de tal manera que todo el mundo se cree que España o astilleros tiene que devolver a Europa una cantidad de miles de millones. Y eso no es así. Es el Estado español el que subvenciona Izar (unión de astilleros civil y militar) cuando crea este grupo y Europa entiende que eso son ayudas irregulares. Pero lo que le imponen es que se devuelvan las ayudas al Estado español, no al Parlamento Europeo. En realidad las famosas ayudas ilegales o lo que es lo mismo, las leyes proteccionistas, se producen de manera más o menos velada en todos los astilleros importantes de Europa. Francia otorga grandes beneficios fiscales a petroleras y gaseras por encargar los barcos en los astilleros franceses. Italia oculta las perdidas del sector público en los presupuestos militares que escapan al control de Bruselas. Alemania desvía fondos de ayuda a sus astilleros a través de los landers (federaciones). Incluso la legislación en EE.UU. impide hacer navegación de “cabotaje”, desde una ciudad costera a otra dentro de su mismo país, a barcos no fabricados en EE.UU.

Y después está el tema de la segregación. Hay que tener en cuenta que un dato que no se ofrece en ninguna parte, y que es que el 2003 es el año de mayor repunte en construcción naval en Europa, después de 20 años, es cuando más barcos se han construido en Francia, Alemania, Italia, Finlandia, etc. y estos países están haciendo lo contrario de lo que propone el gobierno español. Ellos están unificando militar y civil porque es una forma de aprovechar los recursos tanto humanos como materiales.

EM.— ¿Y sobre la entrada de capital privado?

AN.— Nosotros hemos entendido que la apuesta por lo público está por encima de todo. El capital privado no entra en un sitio donde se pierde dinero. Se nos está engañando. Si hay una empresa que es deficitaria y que es una empresa subsidiaria ¿qué capital privado va a entrar ahí y además minoritariamente? No nos lo creemos y sin duda hay algo más. Esto huele a lo que ya hemos visto en otros sectores. Hacer competitivos a los astilleros a costa de los trabajadores y del dinero público para luego entregárselos a las empresas privadas. Así, por ejemplo, la Juliana, los astilleros públicos de Gijón, son pretendidos por los propietarios de Naval Gijón, sus vecinos privados ¡y eso que los astilleros públicos son inviables! Quizá tenga algo que ver los terrenos donde se asientan actualmente las infraestructuras de la Juliana, en pleno centro de Gijón, a pie de playa con un valor inmobiliario extraordinario.

Después, parece ser que el capital privado van a ser las Cajas de Ahorros, que pueden ser controladas por lo público. Pero nos encontramos que en esa situación sólo estarían las Cajas de Ahorro andaluzas, porque ya sabemos que las Cajas gallegas, vascas, murcianas, etc. han dicho que no participarán. Por lo tanto el planteamiento no está claro.

EM.— La propuesta del gobierno también contempla la reducción de plantilla a través de prejubilaciones, etc. ¿no consideras esto como una destrucción de puestos de trabajos?

AN.— Nosotros podíamos admitir las prejubilaciones siempre que ello conlleve la entrada de jóvenes en el lugar de cada jubilado. Un hombre de 55 años se va a su casa y en su lugar entre otro de 18. Este es un trabajo duro y hay que rejuvenecer la plantilla con los mismos derechos y el mismo sueldo. Esto incluso puede repercutir positivamente en la producción. Todas las prejubilaciones que han firmado los sindicatos con anterioridad incluían una cláusula de rejuvenecimiento de la plantilla, que luego no se ha respetado. Aquí las direcciones sindicales deberían velar porque esto se cumpliera.

EM.— ¿Qué papel crees que han jugado las movilizaciones y la lucha organizada de los trabajadores en la retirada de la primera propuesta?

AN.— Esos es lo que no se esperaban. Protestas y movilizaciones en todos los puntos en conflicto y de forma coordinada. El PSOE ha hecho desde el principio un planteamiento que era enfrentar a los territorios y los centros, principalmente la ría del Ferrol con la bahía de Cádiz. Incluso enfrentar a San Fernando con Puerto Real. Ha sido un intento de desunir a los trabajadores y no lo han logrado.

Pero también hay una cuestión que se ha tenido poco en cuenta. Se crea una coordinadora de alcaldes. Que ha sido muy criticada quizás por la presencia de la alcaldesa de Cádiz, del PP, donde estaban todos los territorios afectados porque tienen centros de actividad naval. Nosotros entendíamos que no solo eran afectados los trabajadores fijos de astilleros, que es con los que normalmente se negocian los acuerdos sindicales, también estaba afectado el territorio y por lo tanto los Alcaldes tenían algo que decir.

Esta coordinadora hace una labor importante en la retirada del primer plan de recortes junto con la movilización en la calle.

EM.— ¿Conoces las informaciones que hablan de un principio de acuerdo con el último plan presentado?

AN.— Efectivamente, hay un principio de acuerdo donde se crea una nueva empresa de la que salen dos patas, una militar y otra civil. En la militar se incluye lo que era históricamente las factorías militares, las Bazanes: Cartagena, Ferrol, San Fernando y además se incluyen Puerto Real y Cádiz. Luego se crea un grupo, que es el civil, donde va a participar (hasta ahora dicen que minoritariamente) el capital privado; parece ser que serán las Cajas de Ahorro, aunque esto no está claro. En este grupo se incluiría a Sestao, Juliana (Gijón), Manises (Valencia) y Sevilla. Una cuestión importante que hay que aclarar es que se pone un tope de construcción civil a los que se van a quedar en la rama militar. Tal y como está ahora mismo el acuerdo, no podrían hacer más de un 20% de la capacidad total del grupo del trabajo civil. Se limita, pues, la construcción civil y el problema es que no hay suficientes barcos militares para hacer en tantos astilleros, mientras que sí se necesitan muchos barcos civiles en el mercado internacional. Tú puedes salir ahora mismo y vas a encontrar armadores dispuestos a encargar la construcción de barcos; los hay en Francia y en otros países europeos.

EM.— Acláranos esta cuestión, ¿no dicen los expertos que no hay mercado, que la causa de los recortes es la crisis del sector?

AN.— Claro que sí hay posibilidad de carga de trabajo, que puede haber más todavía y que los astilleros son rentables y esto supone mucha riqueza en las zonas donde se desarrollan. Sólo con que se iniciara un plan renove que subvencionara la tonelada de chatarra como lo que es, chatarra de barcos monocasco, para quitarlos de en medio, mira si habría trabajo. Con las propias leyes europeas ya no van a poder navegar esos barcos. Por lo tanto los astilleros son rentables. Además aquí somos competitivos. Aquello que se nos estaba vendiendo de que la mano de obra era muy cara comparada con la de Corea del Sur, se ha demostrado que no es así. Además que no nos digan que un trabajador de Francia o Alemania cobra menos que uno aquí. Hay que desmontar muchos de los mitos que están utilizando para justificar el desmantelamiento del sector. Por ejemplo, nadie dice que la repercusión de los salarios en el coste total de un barco es sólo del 30% y mientras nos hacen creer que la única manera de hacer viables los astilleros es recortando personal. Esto huele a que quieren enterrar los astilleros. Llevamos así desde el 77. Antes éramos 5.000 en Astilleros de Puerto Real y ahora somos poco más de 1.000. Hay un goteo continuo de desaparición de puestos que significa que tanto el gobierno del PP antes, y ahora el PSOE, han abandonado el sector naval y se lo han vendido a sus socios europeos, sobre todo franceses y alemanes.

Con las nuevas leyes sobre el doble casco se va a incrementar la carga de trabajo de fabricación de barcos en el mercado mundial y España está reduciendo el sector civil para dedicarse al sector militar. Así los grandes beneficiados serán los astilleros franceses y alemanes que van a tener una carga de trabajo muy importante y se quitan al competidor fuerte que tienen en Europa, que puede competir en la mano de obra, en experiencia y en calidad.

EM.— Incluso esta supuesta falta de encargos es relativa, ya que en la rama civil haría falta un programa público de inversiones de construcción de barcos. El desastre del Prestige puso en evidencia la carencia de remolcadores, etc... ¿no lo crees?

AN.— Por supuesto, aunque sigo diciendo que no es estrictamente necesario. El primer problema de fondo es que no se cree en lo público. Antes el PP y ahora la administración del PSOE no creen en la apuesta por un sector naval público que genere riqueza social, a pesar de ser un país con más de 6.000 kilómetros de costa. El sector naval es una industria de síntesis, es decir, que crea mucho trabajo alrededor de ella y que por lo tanto, con una apuesta firme en el sector naval público no habría problema.

Sin embargo, fíjate que situación tenemos. Aunque no se está planteando el cierre de Puerto Real en este momento, eso no quiere decir que es a ello a lo que quieren llevarnos. Nosotros tenemos que mirar hacia el futuro. Unos astilleros que estaban en un principio establecidos para tener una plantilla de 5.000 y ahora sólo tiene 1.000-1.200, sin saber los que quedarán dentro de 4 ó 5 años, eso no es futuro. Igual que Sestao, que es el astillero que queda más en el aire a pesar de lo que dijo Zapatero. A mí me gustaría que Zapatero fuera ahora a Bilbao. En Sevilla, si se producen las prejubilaciones se van a quedar a cuadros, pero lo de Sestao es lo peor, es el más grave del sector.

EM.— ¿Y no crees que con estas perspectivas Izquierda Unida debería estar defendiendo un programa de movilizaciones en todo el Estado para que se retire el plan antes de la posible firma en falso de los representantes sindicales?

AN.— Desde Izquierda Unida de Puerto Real lo estamos haciendo. Algunos sindicatos se enfadan porque las organizaciones políticas intervengan. Nosotros no queremos sustituir a los sindicatos, pero es legítimo también dar nuestra opinión. Y sin estar en contra de mi sindicato, que es CCOO, pues bien, ellos tienen su postura, pero eso no quiere decir que mi organización política tenga porqué compartirla al 100%. Tenemos además una responsabilidad como representantes de nuestro pueblo. En cualquier caso las actuaciones de los sindicatos y los políticos pueden completarse perfectamente.

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