Víctor Taibo

El hecho de que quieran “externalizar” (privatizar) estos servicios tiene su razón de ser en la necesidad histórica que tiene la burguesía de extraer más plusvalía de la clase trabajadora. Prueba de esto es el hecho de que el salario cobrado por los trabajadores de este sector en el ámbito privado es un 40% inferior al pagado a los trabajadores de los servicios de limpieza de la EMT, es decir, 100.000 de las antiguas pesetas.

La empresa ha tratado de justificar su posición en base al alto absentismo laboral existente (19%), pero como explicó el Comité de Empresa, dicha tasa de absentismo es producto de los innumerables problemas físicos que vienen padeciendo los trabajadores de este sector, y de las incapacidades que, a consecuencia de los mismos, padecen.

También se hizo referencia a los problemas de seguridad que vienen padeciendo los conductores —por ejemplo en la línea 79, dónde se han producido numerosos problemas con los toxicómanos, o en la línea 146, dónde un conductor recibió tres puñaladas—. A pesar de que desde hace años se vienen solicitando medidas de seguridad, solamente ahora, cuando los trabajadores plantean movilizaciones, la empresa anuncia que va a tomar medidas.

Los conductores también vienen recibiendo presiones para que hagan los recorridos en menos tiempo, manteniéndose aún los cuadros horarios de hace cinco años, sin tener en cuenta las faraónicas obras que se vienen realizando en Madrid por el gobierno del Partido Popular desde hace años, y que obviamente impiden a los conductores circular con fluidez, y por tanto cumplir con los horarios que tienen fijados. Incluso la dirección de la empresa ha presionado a los conductores para que eviten los descansos de cuatro minutos a que tienen derecho, pretendiendo responsabilizarles de un problema del que el único responsable es el Ayuntamiento de Madrid con su nefasta política de especulación urbanística.

La defensa de esta empresa pública supone defender los intereses de los trabajadores y usuarios, al entender este servicio no como un mero negocio empresarial del que sacar tajada, sino como una necesidad social que repercuta en benefició del conjunto de la clase trabajadora.

El Sindicato de Estudiantes dio un saludo en la asamblea del turno de tarde (en la que participaron varios cientos de trabajadores) y se solidarizó con la lucha de los trabajadores de la EMT, manifestando la importancia que estas luchas tienen para los estudiantes, que el día de mañana se tendrán que incorporar al mercado de trabajo y sufrir las condiciones de explotación que la burguesía trata de imponer.

Finalmente se plantearon una serie de movilizaciones. El día 23 de febrero el Comité de Empresa se va a manifestar en la Plaza de la Villa, frente al Ayuntamiento, y el día 9 de marzo se reunirán de nuevo los trabajadores para acordar una serie de paros parciales de dos horas (de 7 a 9; de 17 a 19 y de 24 a 2). Lo más importante en estos momentos es mantener la unidad de clase entre todos los trabajadores de la EMT, en defensa de todos y cada uno de los puestos de trabajo y del carácter público de la Empresa Municipal de Transportes. Seguiremos informando del desarrollo de este conflicto.