La empresa ha garantizado que no se privatizarán los servicios de limpieza, que se contratará más personal y se modernizarán y facilitarán nuevos equipos de limpieza a los trabajadores. También se han decidido a adoptar medidas para garantizar la seguridad de los conductores, como la instalación de mamparas en los autobuses o la contratación de vigilantes jurados.
Otra reivindicación importante de los trabajadores era que se adaptarán los cuadros horarios a la situación de tráfico que padece Madrid, ya que se ha venido exigiendo a los conductores el cumplimiento de unos horarios propios de hace cinco años, y no de la situación de obras y colapsos que padece actualmente Madrid. Se ha acordado llevar a cabo la adecuación de los cuadros horarios bajo la supervisión del comité de empresa, y que se amplíe el tiempo de duración de los viajes, de modo que los conductores puedan descansar unos minutos o cumplir con sus necesidades fisiológicas. La supervisión por el comité de empresa permitirá que se tengan en cuenta no sólo los beneficios empresariales, sino también la calidad del servicio y las necesidades de los viajeros, que en muchos casos sufren las consecuencias de las presiones a que son sometidos los conductores. La adaptación de los cuadros horarios y la duración de los viajes también debe adaptarse a las particularidades de los días festivos y periodos vacacionales, teniendo en cuenta el menor volumen de autobuses en circulación en esas fechas. Se ha acordado que las medidas de regulación deberán ser excepcionales, y que se debe acabar con las presiones arbitrarias a los conductores sobre la forma en que desarrollan su trabajo.
La unidad de los todos los trabajadores y del comité de empresa para afrontar los embates de la dirección y el apoyo de los partidos de izquierda (IU y PSOE) han permitido paralizar, por el momento, el proceso de privatización de la EMT. Esta victoria de la clase trabajadora ha supuesto un revés para el gobierno de derechas del Ayuntamiento de Madrid, que ya se frotaba las manos ante los jugosos beneficios que supondría iniciar la privatización de la EMT.