“Los trabajadores y trabajadoras de VW-Navarra nos quedamos perplejos, cuando no indignados, por afirmaciones que se lanzan desde distintos ámbitos de la sociedad cuestionando el ejercicio de derechos democráticos básicos en defensa de nuestras condiciones de vida y trabajo, porque con su ejercicio ponemos en peligro algún bien supremo que está por encima de las personas y del que, ignorantes de nosotros, somos desconocedores...” Con la lectura de este manifiesto, firmado por el comité de empresa de VW-Navarra ( CCOO, LAB, CGT), finalizaba la concentración del martes 11 de abril, en la cual unas 2.000 personas nos congregábamos a la entrada del Parlamento de Navarra en demanda de una solución para la planta de Landaben.

Como ya informamos en el número anterior, la plantilla de VW Navarra lleva en lucha quince meses con un proceso de negociación por el convenio que se inició el 20 de diciembre de 2004.

A pesar de la voluntad negociadora del comité y de los múltiples intentos de llegar a un acuerdo con la dirección a lo largo de todo este período, el 27 de marzo de este año, la dirección anunció su “oferta definitiva”.

Mientras que UGT (mayoritario en la factoría) y CC (Confederación de Cuadros) valoraron positivamente la propuesta, y decidieron adherirse a la misma, CCOO, LAB y CGT, conformados como la nueva mayoría sindical con el apoyo de los trabajadores, entendieron que sólo introducía cambios en el lenguaje respecto a la propuesta anterior, pero que en esencia no ha cambiado para nada su oferta de convenio, por lo que continúan defendiendo el derecho a la negociación, defendiendo la propuesta aprobada por los trabajadores el 26 de enero en un referéndum.

Al darse esta situación el comité decidió coger el tema con las dos manos e izar la bandera de la lucha por sus derechos, entendiendo que no sólo debían luchar por una mejora en sus condiciones laborales y por el ejercicio de sus derechos más elementales, sino que, en contra de los argumentos que esgrimía la dirección de la fábrica, el gobierno de Navarra y múltiples medios de comunicación, intentando tildarlos de “irresponsables” y así desprestigiar su lucha, en ningún momento ponían en peligro la viabilidad de la planta, ni harán mella en su rentabilidad y productividad, ni esto provocará una enorme inestabilidad en la economía Navarra y en las arcas forales. Lo demuestran claramente en el manifiesto citado anteriormente, dando datos específicos sobre los motivos por los cuales la planta sigue siendo enormemente productiva y rentable.

Dicho esto, y a pesar del ultimátum de la dirección para que el 7 de abril se resolviera el proceso negociador (y las múltiples amenazas para que esto se cumpliera, tratando de asustar y desmoralizar a los trabajadores, amenazando con trasladar la planta a Rusia o no producir el nuevo modelo de Polo en esta factoría), el comité convocó jornadas de huelga toda esa semana e incluso pasada la fecha, y tras el fracaso del laudo arbitral propuesto por el Gobierno de Navarra para resolver el conflicto, se continuó con un calendario de paros parciales en cada turno y la concentración del martes 11 de abril.

La empresa despide

a seis trabajadores

Por si el ambiente de crispación y tensión que intenta conscientemente fomentar la empresa no fuera suficiente la dirección comunicó el despido de seis trabajadores “por un número desproporcionado de bajas en estos últimos años”. A pesar de que incluso la Comisión de Delegados de Prevención de la factoría reconoció que las situaciones de esos seis trabajadores están todas ellas “avaladas y justificadas por profesionales médicos del Servicio Navarro de Salud”.

Por su parte, el comité de empresa hizo público un comunicado en el que exige “la readmisión inmediata de los seis compañeros”, además de anunciar que iniciará “cuantas acciones legales se puedan llevar a cabo” al respecto.

En declaraciones a los medios de comunicación, podemos ver cómo la actitud reivindicativa y la voluntad de seguir luchando sigue presente, a pesar de las presiones que sufren. Raúl Villar, de CCOO decía: “Los trabajadores queremos negociar un convenio y es la empresa la que nos está sometiendo a una presión totalmente injustificada”; Benito Uterga, de LAB: “Vamos a continuar unidos en la defensa de las reivindicaciones de la plantilla de VW” y Carlos Couso, de CGT, “da la sensación de que para VW en este convenio no están en juego los contenidos del acuerdo, sino que está peleando para conseguir una derrota ideológica de los trabajadores”.

En estos momentos se prevé continuar con las movilizaciones, el comité de empresa anunció la convocatoria de paros de dos horas por turno para el miércoles, día 19, con el fin de celebrar asambleas informativas con los trabajadores para analizar la situación del conflicto laboral y los últimos acontecimientos.

La detención injustificada y en su domicilio de un trabajador por los incidentes ocurridos en la última concentración ante el Parlamento, en la que se produjo un intercambio de golpes entre policías forales y manifestantes, y otras posteriores serán uno de los temas a discutir en las asambleas junto con otro de los objetivos, que es trazar una nueva hoja de ruta.

Nuestro más firme apoyo a la lucha de los compañeros de Landaben:

¡Por un convenio digno ya!

¡Basta de amenazas de deslocalización y desinversión por parte de la empresa!

¡Basta de calumnias por parte de los medios y del Gobierno de Navarra, acusando de irresponsables a unos trabajadores que luchan por mejorar sus condiciones laborales!

Por una convocatoria de huelga en Volskwagen-Landaben, Seat, y todas las empresas auxiliares, uniendo la lucha por un convenio digno con los 20.000 despidos que plantea la multinacional VW a nivel mundial.