En la gran mayoría de los centros de trabajo de la hostelería las condiciones de trabajo son duras, la clase obrera poco protegida, los salarios estancados. El echar horas o jornadas extras semanales está a la orden del día. Hay que recordar que en lEn la gran mayoría de los centros de trabajo de la hostelería las condiciones de trabajo son duras, la clase obrera poco protegida, los salarios estancados. El echar horas o jornadas extras semanales está a la orden del día. Hay que recordar que en los anteriores convenios, firmados sin hacer huelgas, ya habíamos asistido a retrocesos importantes pactados con los sindicatos: pérdida de la antigüedad como derecho para todos los trabajadores, el que nos metieran las contratas en los hoteles… Decenas de miles de trabajadores de la hostelería necesitaban conseguir un buen convenio para recuperar parte de lo perdido. Sin embargo, la dirección de los sindicatos de hostelería de UGT y CCOO (en este caso dirigido por el sector crítico) lo impidió.

Se había acordado en asamblea de delegados que el convenio no superaría los 2 años reconociendo que los 42 meses del anterior había sido demasiado. Pues bien, ahora hay convenio ¡¡para 48 meses!! Algo sindicalmente indefendible en un momento de subida del coste de la vida muy por encima del IPC (aceite +34%; butano +12,5%; pago de hipotecas, entre +800 y +1000 € anuales) y con tendencia al alza.

Los delegados de El Militante en CCOO habíamos defendido una plataforma amplia, extender la huelga a toda la hostelería (idea con la que simpatizaba una buena parte de los delegados) y concentrar fuerzas a la hora de ir a la huelga en la época fuerte de temporada: los 14 días aprobados en la asamblea concentrarlos en los fines de semanas de julio y agosto con más ocupación hotelera, sobre todo en torno a la Feria de Málaga en agosto, es decir, cuando más presión se podía hacer a la patronal. Los más de 500 delegados que llegamos a haber en varias de las asambleas que ha durado todo el proceso fuimos instados a aprobar una plataforma bastante escasita y realista en aras, según se dijo, a la unidad entre ambos sindicatos. El calendario de huelga preveía 14 días en junio, julio y agosto, pero sólo para los hoteles, porque finalmente se llegó a un acuerdo (malo desde nuestro punto de vista) para cafeterías y restaurantes.

Las concentraciones para calentar motores fueron un éxito, especialmente en los grandes hoteles de la costa, lo que asustó mucho a la patronal: unas cuantas concentraciones obreras había servido más que seis meses de negociación entre cuatro paredes. De todas formas, se veía ya en la asamblea citada cuál era la confianza de nuestros dirigentes en los trabajadores: cuando anuncian la huelga, anuncian a la vez un calendario de negociaciones con los empresarios. Es decir, en vez de mandarle a la patronal la idea de “hasta aquí hemos llegado y, a partir de ahora os vais a enterar”, lo que se traduce de la táctica elegida es una permanente rogativa por llegar a un acuerdo ¿El que sea? Los marxistas de El Militante creemos que se han dado grandes pasos atrás.

Lógicamente, en el preacuerdo alcanzado hay algún avance ¿Cómo si no, en un contexto de crecimiento de beneficios empresariales tremendo? Pero, en líneas generales, buena parte de lo más positivo alcanzado se aplicará dentro de 3 o 4 años (habrá que ver si se cumplen). En cambio, nuestros retrocesos se aplican desde ya:

1. Convenio excesivamente largo. Después de reconocer todos que el convenio anterior había sido demasiado largo y reclamar uno por dos años, no podemos compartir que ahora se firme uno de cuatro años hasta enero de 2010, siendo así el más largo de la hostelería en Málaga. Cualquier efecto económico adverso no va a poder combatirse desde la negociación colectiva provincial en demasiado tiempo.

2. Aumento salarial muy limitado. Seguir, como en convenios anteriores, con subidas salariales del IPC más un punto supone continuar en la senda de empobrecimiento de los trabajadores, debido al efecto "euro" y a los trucos contables introducidos en la medición de los precios (IPC) que no reflejan la subida real de los mismos. Además, es de resaltar que en lo que va de año han subido las hipotecas (no computan al IPC) hasta en tres ocasiones y se anuncian nuevas subidas. Los trabajadores endeudados van a ver mermada su situación económica en el próximo periodo con un convenio tan largo. Con este preacuerdo no copiamos de otros sectores, que han llegado a conseguir subidas lineales de 800 euros anuales.

3. Paso atrás en la estabilidad en el empleo. Se ha firmado que la plantilla fija se estanque en el 50% del total, crece un 3% el porcentaje de fijos discontinuos pero se sigue sin garantizar un tiempo mínimo de trabajo, no se aumentan las indemnizaciones de los contratos temporales y se rechaza incluir a socorristas y limpiadoras en la obligación de aplicar el convenio cualquiera que sea la empresa en la que estén.

4. Continúa la injusticia en el disfrute de los días festivos. A pesar de ser un sector castigado por trabajar las fiestas, no crecen los festivos disfrutados al 175% como es justo y pedíamos en la plataforma.

5. No se reduce ni mejora la jornada. Se firma sólo un día de asuntos propios en el 2009, a pesar de que en otros sectores se tiene de media 5 ó 6 días y pedíamos 3 por año; en lo firmado, se concede uno en el 2009 y excluyendo del mismo a los trabajadores temporales. Reducir de 1826 horas anuales a 1800 es adecuar a que trabajemos 40 horas a la semana como dice el Estatuto de los trabajadores y no es ningún logro. Tampoco se ha tocado siquiera el acabar con el turno partido.

6. División de las camareras de pisos. Saludamos como paso adelante que se cumpla con el Acuerdo Marco Laboral y se suba al grupo IV a las camareras de pisos al igual que en Baleares. Pero nos parece negativo que la subida sea progresiva en cuatro años y que se incluya la nueva categoría de auxiliar de pisos. Esto es un paso atrás, al dividir la categoría (aunque no pueda ser superior al 20%). Puede darse el caso de que fijas discontinuas más antiguas estén en el paro y auxiliares nuevas trabajando.

7. Recortes en los derechos de los trabajadores. Los empresarios han conseguido introducir que el cómputo de jornada sea de tres semanas en vez de las dos actuales, además de reducir el derecho a horas sindicales de 44 a 40 al mes. Otras reivindicaciones planteadas tampoco se incluyen en el preacuerdo como incluir a los sobrinos en licencias y permisos, vestuario, acoso laboral, etc.

A pesar de que era la asamblea de delegados del 20 de junio quien tenía que aceptar o no el preacuerdo alcanzado, José Antonio Sedano, de UGT, declara al periódico SUR “hemos logrado alejar el fantasma de la huelga”. La Web de FECOHT-CCOO anuncia que la asamblea se dará con el fin de desconvocar. Así llegamos a una asamblea de tan solo 300 personas y con ambiente de resignación. No obstante, las intervenciones más aplaudidas son las de los marxistas y los delegados críticos con el acuerdo. Los dirigentes, que no se lo esperaban, se defienden achacando lo firmado a la debilidad del movimiento sindical, a los delegados menos combativos, a los trabajadores de la hostelería en general “que de todas maneras no iban a luchar en serio”.

A la hora de la votación, poniendo toda su autoridad y prestigio sobre la mesa, logran cosechar la mayoría (250 votos) pero por vez primera se encuentran con 42 votos entre contrarios y abstenciones: los delegados marxistas de CCOO multiplican el apoyo a sus intervenciones y la simpatía de varios delegados y delegadas de UGT.

Evidentemente, no basta con lograr un buen convenio. Ni siquiera unos pocos puntos buenos dentro de un mal convenio. Luego hay que hacer cumplir nuestros derechos. Hay hoteles importantes donde puntos del convenio pasado todavía no se han aplicado. Es por ello que el proceso que lleva a la firma del convenio debe conseguir un mayor fortalecimiento de la organización de los trabajadores al final del mismo. Hay que decir que los puntos citados más arriba son aplicables a los hoteles, donde la fuerza sindical es mayor. En las cafeterías y restaurantes ni siquiera se amenazó con la huelga y se firmó un acuerdo todavía peor. Es decir, de partida se renunció a acercar en derechos y nivel de vida a los trabajadores más explotados con los de los hoteles. Hay un sector de la juventud, fuertemente explotada y endeudada, que es fundamental acercar a los sindicatos. Esta era una buena oportunidad para haber incorporado a centenares de nuevos afiliados y haber fortalecido el músculo sindical ante los futuros ataques de la patronal.

Avisamos desde ya que en los próximos años las condiciones de trabajo se van a volver mucho más complicadas. Cuando se materialice la anunciada bajada de la economía, la patronal nos va a exprimir todavía más, sin llamar a fijos discontinuos y eventuales cuando es debido: nos encontraremos entonces “atados de pies y manos” sin poder responder a nivel provincial. Esto va a ser insostenible para los trabajadores, que lucharán, y en un momento determinado este convenio saltará por los aires.

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