Dentro de la factoría venimos asistiendo a un deterioro progresivo de las condiciones laborales en las compañías auxiliares. Aunque el proceso viene de años atrás, el plan de empresa de 1999 marcó el inicio del desmadre actual, desmadre que, aunque parezca imposible, amenaza con agravarse.
El mensaje que los empresarios de las compañías y la dirección de Navantia, que tienen intereses comunes, quieren transmitir con el despido de toda la plantilla de Nervión es que no queda más remedio que tragar con lo que ellos quieran. Por eso despidieron también a los trabajadores con garantía de empleo. Para ellos, los contratos fijos de Nervión, su bolsa de empleo, etc. son un mal ejemplo, o peor, un peligro que estimula que los trabajadores de otras empresas demanden las mismas mejoras.
De hecho, la maniobra es descarada y ni Nervión ni Navantia lo disimulan. Nervión no sólo les ofrece trabajo a los compañeros si aceptan ir a Fene en peores condiciones laborales, sino que al poco de despedirlos puso anuncios en la prensa pidiendo trabajadores. Además, la excusa de Nervión no se sostiene: hay que firmar nuevos contratos porque los contratos de Ferrol no valen para Fene, pero en esos nuevos contratos se recoge que las condiciones de Fene sí valen para Ferrol si en el futuro veniesen a trabajar aquí. La dirección de Navantia es cómplice trasladando carga de trabajo de una factoría a otra. Todo esto, además de un ataque, es una auténtica tomadura de pelo que ningún trabajador con dignidad puede aceptar.
ESTÁ EN JUEGO MUCHO MÁS QUE ESTOS EMPLEOS. EL DESPIDO DE LA PLANTILLA DE NERVIÓN ES UN INTENTO DE EMPEORAR AÚN MÁS LAS CONDICIONES LABORALES DE LA CLASE OBRERA. ES RESPONSABILIDAD DE TODOS EVITARLO PORQUE TODOS, DIRECTA O INDIRECTAMENTE, SUFRIREMOS LAS CONSECUENCIAS.
TODOS A LA MOVILIZACIÓN EL DÍA 3
