Córdoba cerró el año 2007 a la cabeza de la subida de la siniestralidad laboral al situarse como segunda provincia andaluza donde más aumentaron los accidentes laborales (+7,33%), sólo superada por Huelva. Hubo quince muertos en 2006 y catorce en 2007, pero la Junta de Andalucía sólo contabilizó nueve ya que no tuvo en cuenta el último fallecido en las obras del pantano de la Breña II, así como cuatro accidentes in itínere, mientras iban o venían de los tajos.

Córdoba cerró el año 2007 a la cabeza de la subida de la siniestralidad laboral al situarse como segunda provincia andaluza donde más aumentaron los accidentes laborales (+7,33%), sólo superada por Huelva. Hubo quince muertos en 2006 y catorce en 2007, pero la Junta de Andalucía sólo contabilizó nueve ya que no tuvo en cuenta el último fallecido en las obras del pantano de la Breña II, así como cuatro accidentes in itínere, mientras iban o venían de los tajos.
De las 14 compañeras y compañeros muertos, 4 eran del sector servicios, 4 de la construcción, 2 del campo y 4 en itínere. Todos los tipos de siniestros (leves y graves) y en todos los sectores aumentaron en la provincia de Córdoba: en el sector servicios 5.544 (+7,73%), en la industria 4.353 (+6,59%), en la construcción 4.799 (+4,30%), en el campo 1.504 (+19,08%). La realidad supera estas cifras escalofriantes, ya que hay muchos casos no denunciados.

Empresarios, responsables

Los responsables son en primer lugar los empresarios, cuyo comportamiento terrorista revela que sólo les interesa el enriquecimiento rápido y su indiferencia ante la vida de los y las trabajadoras: imponen jornadas de trabajo abusivas, contrataciones precarias, no hay ni una sola empresa donde se cumplan las normas de seguridad y salud laboral.
Por otro lado también son responsables las administraciones, tanto autonómica como provincial y locales. Lo demuestran las declaraciones del consejero de empleo de la Junta de Andalucía en La Breña II, según el cual no se trataba de un accidente laboral ya que la muerte del trabajador se dio en un día no laboral en la construcción (sábado).
Por último los dirigentes sindicales de CCOO y UGT de Córdoba, que a cada accidente se posicionan en los hechos al lado de la patronal, intentando minimizar lo sucedido con declaraciones conciliadoras como hizo el secretario provincial de la construcción de Córdoba, Andrés Pozuelo, diciendo a la prensa que "en la obra del pantano se cumplían todas las medidas de seguridad, y no había línea de vida porque por las características de la obra no se podían poner al ser un hormigonaje escalonado", cosa que desmintieron los trabajadores posteriormente. O las declaraciones del responsable de la UGT después del primer muerto de 2008 en la central térmica de Puente Nuevo al ser golpeado en la cabeza por una grúa: "ha sido una auténtica mala suerte pues nos consta que esta empresa es muy respetuosa con las medidas de seguridad". Otra mentira: los trabajadores nos confirmaron que la grúa estaba apoyada en un tubo.
Es insostenible e inaguantable que estos individuos traten con tanta indiferencia la muerte y el sufrimiento de las familias obreras, y dejen caer que morir en el tajo es una cosa normal que no tiene solución. Ningún sindicato debe ni puede aguantar más esta situación y por obligación hay que pasar a la lucha, empezando por nuestro sindicato.

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