A poco más de dos meses de que los mineros dieran por finalizado el encierro que mantenían desde el 17 de noviembre, la situación de esta histórica mina continúa sin resolverse. Recordar que el acuerdo alcanzado en su día entre las federaciones de CCOO y UGT y el Ministerio de Industria contemplaba el pago de los salarios atrasados, así como las pagas extras pendientes, etc. y la recolocación en Hunosa (manteniendo la antigüedad y las categorías) para todos aquellos trabajadores que no pudieran prejubilarse a 31 de diciembre de 2007, fecha programada para el cierre de la explotación.

A poco más de dos meses de que los mineros dieran por finalizado el encierro que mantenían desde el 17 de noviembre, la situación de esta histórica mina continúa sin resolverse. Recordar que el acuerdo alcanzado en su día entre las federaciones de CCOO y UGT y el Ministerio de Industria contemplaba el pago de los salarios atrasados, así como las pagas extras pendientes, etc. y la recolocación en Hunosa (manteniendo la antigüedad y las categorías) para todos aquellos trabajadores que no pudieran prejubilarse a 31 de diciembre de 2007, fecha programada para el cierre de la explotación.

Incumplimiento de los acuerdos

Pero, lamentablemente, pese al discurso triunfalista de los secretarios de las federaciones, este nuevo acuerdo se ha convertido, una vez más, en papel mojado. Los trabajadores no han cobrado todavía las nóminas de noviembre, diciembre y enero, ni la extra de Navidad. Ante esta nueva tomadura de pelo, seis trabajadores permanecen desde el jueves día 31 de enero a 590 metros de profundidad. El domingo 3 febrero más de 400 personas se concentraron frente a la boca del pozo para mostrar su apoyo a los encerrados. Mientras, el resto de la plantilla ha protagonizado diversos cortes de carretera y movilizaciones durante estos días.
A la vista de estos incumplimientos, surge también la duda sobre las recolocaciones acordadas, así que los trabajadores se encuentran en un estado total de incertidumbre respecto a su futuro.
De momento, la plantilla ha rechazado la propuesta del consejero de Industria, Graciano Torres, planteando que el Principado se hiciera cargo de los atrasos y que el Ministerio pagara a partir del 1 de enero. Su reivindicación es clara: "No estamos aquí para negociar, sino para que se cumpla lo ya negociado hace unos meses". No es para menos, pues la lista de incumplimientos por parte de los gobiernos de turno es interminable. Como hemos señalado en varias ocasiones, en los últimos años, la mayoría de los acuerdos firmados sólo se cumplen en la parte que perjudica al trabajador. La desconfianza con las instituciones es tal, que los encerrados han manifestado que no saldrán del encierro "hasta que el dinero que nos deben esté ingresado en el banco".
También han hecho una advertencia al PSOE, recordándole que un gobierno que se dice de izquierdas debe dar soluciones a los problemas de los trabajadores, que son quienes les han puesto en el poder y han criticado la negativa del presidente del Principado a recibirles recordándole que "está en el gobierno con el apoyo de los mineros".
Desde estas páginas queremos una vez más expresar nuestra total solidaridad con los encerrados y el resto de la plantilla, y enviarles todo nuestro apoyo en esta lucha.

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